Siempre
queremos lo grande, lo que se ve, lo vistoso. También en los ENS queremos que
crezcan deprisa, que seamos muchos, que se hable de ellos.
Y sin
embargo a Dios le gusta lo pequeño, el fermento ya hará crecer la masa. No
hemos de desanimarnos porque el Movimiento sea pequeño, porque lo que nos toca
hacer es cuidar el fermento, que somos los que estamos dentro.
Cada uno
de nosotros debemos preguntarnos si realmente somos un buen fermento, porque
Dios hará crecer la masa cuando Él quiera. Posiblemente el que plante una
encina no la verá convertida en árbol, pero la semilla que plantó crecerá
lentamente y el día de mañana será un árbol precioso.
Ved la
belleza de la pequeña hoja y cómo pasa la luz a través de ella, ojala seamos
así, que aunque pequeños dejemos pasar la luz de Dios a través nuestro
Un abrazo
Huellas
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