La semana pasada hablamos de los remansos
que son necesarios en la vida y hoy hablamos de las tempestades que nos trae el
día a día. ¿Qué está pasando en este
mundo? Unos cuantos parecen tener todo mientras la gente en la cola del paro
espera desanimada, que vengan a contratarla por un sueldo de miseria.
Esta vida hace que vaya creciendo la
indignación sobre todo entre los jóvenes. Y esta indignación va creciendo como
una tempestad, como un gran tsunami que arrasará todo si no lo paramos.
Necesitamos parar esta tempestad a costa
de crear esperanza. Hemos de ser más solidarios, ser personas que hagamos
crecer la dignidad en los que la han perdido, convertirnos en estrellas que den
un poco de luz a los que están en la oscuridad del desamparo.
Ojala en los ENS crezca esa solidaridad,
esa mano amiga tendida a los más pobres en todos los sentidos. ¿Cómo? Cada uno
que mire a su alrededor y tome decisiones.
Un abrazo
Huellas
Me apunto a esa solidaridad, a que cada uno de nosotros participemos activamente en hacer realidad la distribución material de bienes, pero quiero invitar también a la denuncia de que quienes más tienen más ganen. ¿Cómo es posible que el Sr Amancio Ortega tenga una fortuna de 47.000 millones de euros? Cómo es posible tanta ganancia. ¿Para qué? ¿Paga a sus trabajadores un salario justo? ¿Contrata a suficiente gente? Vamos hombre, unas ganancias de ese tenor me temo que son objetivamente injustas y ¿inmorales?. El primer mundo despilfarra, la gente de los otros mundos viven en la miseria: eso es inhumano. Todos los humanos tenemos que denunciarlo. Y rezar para poder hacer esas denuncias. Setarcos.
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