Estos días
leyendo algo por Internet encontramos esta frase que nos ha servido para
recapacitar: El verdadero amor no es otra
cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es, de Jorge Bucay.
Cada vez
vemos a más personas que no se aceptan como son. Tratan de ocultar su verdadero
yo, quizá por el miedo al qué dirán o al temor a no ser aceptados como
realmente son. No queremos criticar a nadie, el miedo es libre, pero sí
queremos decirles a esas personas que no teman, que la mayor parte de las
veces, eso que quieren ocultar es para los demás algo claro y nítido, y lo
triste para nosotros es saber que se están haciendo daño con su intento de
ocultarse a los que les rodean.
Nosotros
queremos a todo el mundo como es. Si algo de sí mismo no les gusta sería bueno
comentarlo, porque con ayuda se sale mejor de los propios fallos. Y, si no son
fallos, sino algo inherente a la persona, el aceptarse como son debe suponer
una liberación enorme. Nosotros os ofrecemos nuestro amor para que, como dice
Bucay, ayudemos al otro para que sea quien es.
Amigo,
Dios nos hizo como somos y así nos quiere. No se puede vivir siempre en la
ocultación, porque esa inmensa represión termina saliendo por otro lado en
formas quizá mucho peores.
Os
queremos. Un abrazo
Huellas
Quien pretende apartarse de quien es pasa a ser una fotocopia de alguien a quien imitar, Y eso hace que no puede ser auténtico y único. Es una pena. Todos somos originales. Querer ser fotocopias es dejar de vivir en paz. Setarcos
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