Muchas veces oímos opiniones
tan distintas de las nuestras que sin ser demasiado conscientes nos ponemos en
contra de la persona que las defiende.
No es una buena
postura. Quizá manifieste en nosotros un miedo a que nos convenzan, y si esto
es así, en el fondo, es que no estamos tan convencidos de lo que decimos.
El relativismo no es,
necesariamente, pensar que todo vale lo
mismo, sino aceptar que mi verdad es relativa, como también lo es la del otro
y que al escucharnos aprendemos algo y sobre
todo pensaremos por nosotros mismos.
La verdad es tan grande
que puede caber a la vez en varias cabezas. Cada uno de nosotros podemos tener
un poco de esa verdad. Es como una montaña, que cada persona la ve por un lado.
Al norte suele ser verde y frondosa y por el sur amarilla y reseca. Cada
persona dice cómo es la montaña desde su punto de vista, y los dos tienen
razón. Es necesario asumir el riesgo de conducir a las personas a descubrir su
propia verdad, sacando lo mejor de cada uno.
Cuidado con nuestra
actitud, porque podemos encerrarnos en grupos religiosos o políticos donde germine
la violencia, y terminemos suprimiendo al diferente. A Jesús lo crucificaron
porque era diferente. Después de 2000 años los cristianos todavía no hemos
aprendido a aceptar que las personas que
opinan distinto también pueden tener su parte de verdad.
Es muy bonito ver
nuestra propia verdad a través del espejo de otros. Seguramente descubriremos
visiones maravillosas que se nos habían escapado.
Evitemos todo tipo de
descalificaciones y aprendamos a pensar con
el otro y no contra el otro. Juntos
encontraremos mucho mejor las respuestas a nuestra preguntas. Es la mejor
manera de educar para la paz, que tanta
falta nos hace en este nuestro mundo tan convulsionado.
Un abrazo
Huellas
Qué bien sueno eso que decís de aprender a pensar con el otro y no contra el otro. Examinar otros pareceres, aceptar que nuestra opinión no pasa de ser subjetiva, reconocer que no somos poseedores de la verdad...Por ahí hay que ir para eliminar los fundamentalismos que tanto daño hacen. Y tenemos muchas muestras cada día. Setarcos
ResponderEliminarYo creía que el relativismo había sido condenado por Pío X.El ejemplo de la montaña,no parece válido .¿Por qué no subir a la cima y ver las dos vertientes antes de " pontificar" ?A lo mejor descubrimos la VERDAD. Azul.
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