JUAN 20, 19-23
19 Ya anochecido,
aquel día primero de la semana, estando atrancadas las puertas del sitio donde
estaban los discípulos, por miedo a los dirigentes judíos, llegó Jesús,
haciéndose presente en el centro, y les dijo:
- Paz con vosotros.
20 Y dicho esto,
les mostró las manos y el costado. Los discípulos sintieron la alegría de ver
al Señor. 21 Les dijo de nuevo:
- Paz con vosotros. Igual que el Padre me ha enviado a mí, os envío yo
también a vosotros.
22 Y dicho esto
sopló y les dijo:
- Recibid Espíritu Santo. 23 A quienes dejéis
libres de los pecados, quedarán libres de ellos; a quienes se los imputéis, les
quedarán imputados.
¿Quién es el
Espíritu Santo? ¿Para qué nos lo deja Jesús? ¿Qué papel tiene en nuestra vida?
Vamos a contestar estas preguntas con dos párrafos de la catequesis del papa
Francisco pronunciada el miércoles pasado 31 de mayo en la Plaza de San Pedro
del Vaticano.
El Espíritu es el viento que nos impulsa adelante,
que nos mantiene en camino, nos hace sentir peregrinos y forasteros, y no nos
permite recostarnos y convertirnos en un pueblo “sedentario”.
Enlazando al
Espíritu con la esperanza y creyendo en el Dios de la esperanza, afirma el papa
que los hombres tienen necesidad de la
esperanza para vivir y tienen necesidad del Espíritu Santo para esperar. Y
añade el Espíritu Santo no nos hace sólo
capaces de esperar, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser
también nosotros – como Él y gracias a Él – los “paráclitos”, es decir,
consoladores y defensores de los hermanos. Sembradores de esperanza. Un
cristiano puede sembrar amargura, puede sembrar perplejidad, y esto no es
cristiano, y tú, si haces esto, no eres un buen cristiano. Siembra esperanza:
siembra el bálsamo de esperanza, siembre el perfume de esperanza y no vinagre
de amargura y de des-esperanza.
Amigos de los
Equipos estamos llenos del Espíritu para ir por la vida sembrando esperanza,
consolando sobre todo a los más necesitados y abriendo nuestro corazón a los
demás. En el siguiente video se nos invita a salir alegres porque es posible repartir esperanza. Feliz domingo. Bienvenido Espíritu Santo.
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