UN DIOS QUE MARCA LA
DIFERENCIA
Si es igual que estés o no estés;
si la fe no supone, en
realidad, ningún cambio en lo cotidiano;
si la oración es tan solo un rito o
una inercia;
si el evangelio es una serie de relatos que conozco de siempre,
pero ya rara vez me dicen algo nuevo;
si Jesús es un icono más, popular y
atractivo, pero estático;
si la celebración es un ritual conocido pero
domesticado;
si las preguntas no son a vida o muerte, porque en ellas te lo
juegas todo; entonces es que no es Dios aquel a quien estás mirando, buscando o
rezando.
Porque Dios le da la vuelta a todo. Inquieta, remueve, convierte y
te hace comprender el mundo de otra forma.
pastoral sj
Preciosa reflexión. Entregarse entero a Dios es pura felicidad. Luis
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