miércoles, 24 de julio de 2013

LA MALETA

Quedará la luz


LA MALETA

Solo es real aquello que quedará en la muerte.
Por eso, la muerte es ya ahora;
y el yo (el que nos “complica” el vivir) es el muerto.

Un hombre, al darse cuenta y ver que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo, se asombró y con miedo lo miró intrigado. Y Dios le dijo:
-      Bien, hijo: es hora de irnos.
El hombre, asombrado, preguntó:
-      ¿Ya? ¿Tan pronto? Tenía muchos planes....
-      Lo siento, pero es el momento de tu partida.
-      ¿Que traes en la maleta?, preguntó el hombre.
Y Dios le respondió:
-      Tus pertenencias...
-      ¿Mis pertenencias? ¿Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero?
Dios le respondió:
-      Eso nunca te perteneció, eran de la tierra.
-      ¿Traes mis recuerdos?
-      Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo.
-      ¿Traes mis talentos?
-      Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias.
-      ¿Traes a mis amigos, a mis familiares?
-      Lo siento, ellos nunca te pertenecieron, eran del camino.
-      ¿Traes a mi mujer y a mis hijos?
-      Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón.
-      ¿Traes mi cuerpo?
-      Nunca te perteneció, ese era del polvo.
-      ¡Estoy seguro que traes mi alma!
-      ¡¡¡No!!!, esa es mía, le respondió Dios.
Entonces el hombre, lleno de miedo, le arrebató a Dios la maleta y, al abrirla, se dio cuenta que estaba vacía... 
Con una lágrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre dijo:
-      ¿Nunca tuve nada?
Y Dios, con voz sosegada, le respondió:
-      Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron solo tuyos.
¡La vida es solo un momento...! ¡Un momento solo tuyo!
Por eso, mientras estés a tiempo disfrútalo en su totalidad.
Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga....
¡Vive el ahora! ¡Vive tu vida...!
Y no te olvides de SER FELIZ, ¡es lo único que realmente vale la pena!
Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí­.
¡TÚ NO TE LLEVAS NADA!

1 comentario:

  1. La felicidad es lo único que queda. ¿Por qué tanta lucha por ganar más y por acumular más? ¿Cuándo vamos a aprender?, ¿Cuándo sea tarde? Hay, el hombre, ¡¡cuánta codicia!!. Germán

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