viernes, 12 de febrero de 2016

NO ME IMPORTA LO QUE SUCEDA

  


Somos presa del abatimiento y de la angustia cuando, por el motivo que fuere, quedamos atrapados por algo que ocurre y que nos remueve en nuestro interior. El detonante puede ser cualquier cosa, y la intensidad de lo despertado depende de diferentes factores: desde la fragilidad del sujeto hasta los condicionamientos propios de la psicobiografía de cada cual.

A veces, no podemos evitar que surjan determinados sentimientos o emociones: no dependen de nuestra voluntad. Pero quizás sea posible desarrollar la capacidad de no permanecer durante mucho tiempo a su merced. Y esto se consigue en la medida en que, aceptando lo despertado, no nos reducimos a ello; cuando somos capaces de pasar de “lo que ocurre” a la “consciencia de lo que ocurre”. Lo cual es posible en la medida en que hemos desarrollado la capacidad de reconocernos en la consciencia que somos, y que está a salvo de los vaivenes mentales y emocionales.

Entonces es posible la aceptación y la rendición completa, desde una actitud lúcida y humilde que se deja fluir con la corriente sabia de la vida. Esa rendición a lo que es, se convierte en fuente de paz y de ajuste.

Nunca puede haber paz estable si no estamos alineados con el momento presente, sin amar lo que es. Cuando amas lo que es, nada puede inquietarte. Como decía Krishnamurti, el secreto de mi paz es que “no me importa lo que suceda”.

Pero eso solo puede decirse cuando se ha superado la identificación con el yo. Este solo puede estar en lo que ocurre y es víctima de ello; por el contrario, la consciencia de lo que sucede es, precisamente porque es aceptación, siempre fuente inagotable de paz y de dicha. Ese es nuestro nombre más profundo: Consciencia, Paz y Gozo.


Enrique Martínez Lozano

Nota de la redacción. Mañana sábado se reúne el Colegio Regional del Noroeste en Valladolid. Pedimos a todos los equipistas que recen para que sepamos impulsar el Movimiento con aires de misericordia.

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