A veces llegar de una
carrera y que te den a beber una lata de coca cola, más que quitarte la sed, te
genera aún más ganas de seguir bebiendo. Cuando Jesús nos dice a cada uno de
nosotros “dadles vosotros de bebed”, confieso que me entra un poco de “miedo”
porque no siempre es fácil encontrar lo que de verdad “quita la sed a cada
uno”. Y digo a cada uno, porque he comprobado que “dar de beber al sediento” no
es cuestión de tirar del primer bote de coca cola que tienes al lado, del
primer recurso de palabras consoladoras, o de tu mejor intención. Hace falta un
paso previo y fundamental que tiene que ver con escuchar con profundidad,
empatizar al máximo, pero sin bajar del todo al “pozo” (en esa imagen tan
ilustrativa que te explican en esos cursos de escucha activa y relación de
ayuda) porque desde tan abajo, ya no vas a poder “saciarle”, y sobre todo
sabiendo que no podemos ir de “salvadores” por el mundo (aunque alguna vez lo
hagamos sin mala intención).
Dar de beber al sediento es
una tarea complicada, que implica a veces quedarse uno con sed, que implica
aceptar que no somos nosotros los que vamos a darle ese “agua” tan necesitada.
En algunas ocasiones seremos sólo buenos guías del camino para encontrarla.
Otras, simples mediadores, puentes con otros, que serán los que de verdad les
sepan dar de beber. Tanto en estas como en otras ocasiones, se requiere una
valentía especial y sobre todo una actitud de humildad fuerte. Aceptar que
aunque queramos ayudar a muchos, a todos, no podemos. Aceptar que sólo podemos
ser servidores de algunos, que nuestra agua no es la que más quita la sed,
aceptar que hay Uno que de verdad nos calma, nos da vida, nos quita la sed para
siempre, aceptar digo, pasa por abajarnos, reconocernos frágiles y muchas
veces, por ponerlo todo en sus manos, en SU voluntad y simplemente, pasa por
confiar.
Ojalá sepamos en nuestro día
a día, dar de beber al sediento, y en muchas ocasiones, encontrar las personas
y las formas que otros nos enseñen, para dar de beber o incluso, para que otros
den de beber por nosotros.
Pastoral sj
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