Catedral de León, foto de Wikipedia |
Nuestro amigo, Pablo
Zapata, maestro en el manejo del idioma, virtuoso de la pluma, como acredita
con varias publicaciones, camino de Santiago, se detuvo en León, tomamos unos
vinos juntos, disfrutamos de la amistad y la compañía, visitó, como hace
siempre, la catedral y nos dedicó este
hermoso poema que le agradecimos por el afecto con que lo hizo, pues sabe de
nuestro cariño, por nuestra joya.
Caminante del Camino,
oirás muchas músicas.
La catedral de León,
medieval y eterna,
danzarina primera
del ballet del gótico
en el Camino de Santiago,
te está esperando.
Párate a contemplarla.
Sus vitrales medievales
te hablan
de universidades y templos,
gremios y monacales.
El gregoriano,
en su pentagramas de vidrio
continúa sonando.
Amigo Pablo, ya habíamos oído lo de más cristal que
piedra, más luz que cristal y más fe que luz. Pero ahora querido amigo, nos
hablas de movimiento, de gracilidad, de ballet. Efectivamente, leyendo tu poema
y contemplando la catedral, nos ha parecido verla girar y girar como un
derviche, proyectándose hacia el infinito.
Amigos, os invitamos a que, cuando paséis por delante de la catedral, os paréis un momento
y os dejéis llevar por el embrujo de ese baile mágico.
XOLMICARIO
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