jueves, 10 de abril de 2014

SE NECESITAN PROFETAS




Hace unos días, en el comentario a unos textos bíblicos se nos decía que se necesitan profetas. Comentaban que estamos muy acostumbrados a cuidar la caridad, la oración, los sacramentos, pero nos olvidamos de la dimensión profética.
Esto nos ha hecho pensar toda la semana. Es cierto, ¿qué hacemos para ser profetas que hablen a los demás de Dios, del amor, de la búsqueda de la verdad?
Cuando una persona se dice cristiana y dice cosas nuevas que a los demás le incomodan, quizá esté caminando por el buen camino. A Jesús no le seguían todos porque traía muchas novedades. A algunos les molestaba porque con sus palabras revolvía su interior. Siempre hemos oído que si gustamos a todos quizá sea que algo no va bien.
Por eso amigos no temamos que algunos no nos sigan en nuestras opiniones. Todos hemos podido comprobar, a veces, que cosas que decimos no gustan, y ahora cuando las dice el papa ya se aceptan. No es bueno ese servilismo. Los cristianos hemos de ser serviciales, pero no serviles. Lo de siempre no vale siempre. No tengamos miedo a los cambios, porque los profetas siempre han traído cosas nuevas.
Busquemos juntos la verdad, aunque no guste. Dice el texto que comentamos: “No ahoguemos las profecías con nuestra mediocridad y conformismo. Es hora de buscar profetas…” Despertémonos del letargo en que nos hayamos metido y busquemos el amor y la verdad. Todos estamos llamados a la conversión y la conversión es un cambio.
Un abrazo amigos

Huellas

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