jueves, 17 de abril de 2014

COMO DIOS NOS HIZO


 

¡Cuántas veces no nos gustamos y quisiéramos cambiar nuestra forma de ser, nuestro nombre, el físico, nuestro carácter…! Pero lo cierto es que Dios nos hizo como somos. Y así tenemos que querernos.
Es cierto que en nosotros puede haber cosas que haya que moldear, pero eso no quiere decir que no nos gustemos. El que no se ama a sí mismo no puede amar a los demás. Ya comentábamos la semana pasada que es muy difícil que gustemos a todos porque todos somos muy distintos. Pero amar es fundamental y se aprende por uno mismo.
Amarnos no es creer que somos perfectos, sino aceptar nuestra imperfecciones y amar lo que Dios ha hecho con nosotros. Nos decían en los ejercicios espirituales de este año que no se le puede preguntar a Dios continuamente por qué hace las cosas, sino para qué las hace. Y si tenemos cosas que no nos gustan de nosotros y no son cambiables, hemos de preguntarnos para qué lo ha hecho Dios. Muchas cosas que no nos gustan pueden ser dones de Dios que nos ayudan a ser más humildes o mejores personas.
Así que, amigos, amémonos un poco más, como Dios nos ama.
Un abrazo

Huellas

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