En la segunda parte de su charla, Concha nos habla de la acción de gracias y nos comenta que normalmente cuando hablamos de esto estamos pensando en dar gracias a Dios por lo que tenemos con oraciones, rosarios, eucaristías…
Pero nos dice Concha: “la acción de gracias, no es sólo palabra, es ACCIÓN, es decir, ser conscientes de la Gracia recibida, de la Vida de Dios en nosotros y la respuesta a tanta gracia no puede ser otra que traducirla en COMPROMISO. Valoramos tanto y estamos tan gozosos de lo que se nos ha dado, sin méritos nuestros, que no podemos más que trabajar para que llegue a otros, trabajar (acción) para que este mundo sea cada vez más conforme al plan de Dios, que quiere la felicidad de todos los seres humanos. Desde esta perspectiva el compromiso no es una carga, no es una obligación, es algo que brota como una necesidad al sentirse agraciado”.
“Cristo quiere entrar en nuestro trabajo, en nuestra familia, en el ambiente de nuestros amigos, en la existencia cotidiana y a veces es de donde queremos quitarle. Nos empeñamos en dejarle recluido en las iglesias”.
Poco más podemos añadir a estas palabras. Hay que ser cristiano en la vida de cada día, en nuestra casa, amando, sonriendo, cuidando, siendo felices y haciendo felices a los demás. Ser cristianos no es sólo ir a Misa el domingo, es luchar por nuestra felicidad y la de los demás en el hogar, en el trabajo, como dice la canción, en las fatigas de cada día.
Amigos: sed felices amando.
Huellas
Ser cristiano en el día a día, en lo ordinario, en lo rutinario... eso es lo grande. Me gusto entender la Ación de Gracias en un sentido dinámico como COMPROMISO.
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