La crisis
está trayendo nuevas formas de pobreza y hay mucha gente que lo está pasando
muy mal. Vemos continuamente a gente a las puertas de las iglesias pidiendo y
también por la calle. Pero muchas veces
esas personas se están convirtiendo en egoístas que sólo miran para ellos. Es
una pobreza interior que se une a la pobreza económica.
Nosotros
conocemos a algunos y sabemos que son personas que tienen un buen sueldo o que
sacan bastante dinero, pero no dejan que otros, que tienen menos, se acerquen a
pedir a sus lugares porque los consideran propios.
Por eso
los sacerdotes nos recuerdan a menudo que canalicemos las ayudas a través de
Cáritas, porque ellos saben cómo repartir ese dinero a los verdaderamente
necesitados.
Esta foto que
hemos puesto es graciosa, pero nos recuerda que hay personas que tienen cara
dura y en vez de usar las instalaciones que les ofrecen gratis, ni siquiera
quieren dar un poco a ganar a las personas que las han puesto allí.
Usemos lo
que la Iglesia ha puesto a disposición de los pobres a través de Cáritas, a
costa del trabajo gratuito de mucha gente, y dejemos de ayudar a los que ya
tienen bastante.
Un abrazo
Huellas
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