El Pliego Central de la revista Vida Nueva número 2819 de la semana del 13 al 19 de octubre, está dedicado al análisis de la crisis (¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Hasta cuándo?. Una de las personas que escribe es José Ignacio González Fous, responsable del Área Teológica de Cristianismo y Justicia. En un artículo que titula “Contra crisis, crítica”, hace un decálogo de las causas de la crisis, en un tono muy distendido (aconsejamos su lectura a quienes tengan acceso a la revista) y, en ese mismo tono distendido, que se entiende muy bien, lanza la siguiente propuesta:
No sé si el lector conoce lo que ocurrió en 1294 con la elección del papa: los cardenales llevaban más de dos años reunidos sin llegar a un acuerdo (porque eran peleles de las diversas familias –Colonna y Orsini–, tan incapaces de entenderse como hoy PP y PSOE). Hasta que el pueblo se hartó: encerró a todos los cardenales a cal y canto, y les dijo que no saldrían de allí ni para comer, hasta que eligiesen papa. Total: en tres o cuatro días “habuimus papam” (Celestino V).
Pues bien: yo propondría que el pueblo soberano, que es el patrón de todos los políticos –que pueden representarlo, pero no suplantarlo–, dictamine lo siguiente: en adelante, todos los parlamentarios, ministros, alcaldes, gobernadores, presidentes autonómicos, concejales y demás políticosaurios van a tener un sueldo de solos 500 €, sin gastos de representación ni coches oficiales. Esta reforma (¡que no recorte!) será solo temporal y cesará en cuanto España salga de la crisis…
No se hará así, naturalmente, pero, si se hiciera…, ¡a que salíamos de la crisis antes de lo previsto!
Y nosotros añadimos. Siendo como son, los políticos, servidores públicos, ¡qué mejor que predicar con el ejemplo!
Por nuestra parte y en ese mismo tono, nosotros, más generosos que el Sr. Faus, proponemos que se pague a los políticos el mismo sueldo que a los curas. Quizás así aprenderíamos a valorar más a unos y a otros.
Me gusta la propuesta. Ya está bien de grandes palabras, acciones teóricas brillnatísimas, bla, bla, bla...Es el tiempo de los hechos: Que ningún político cobre más de 500,00 €. ¡¡¡Qué bonito!!! Si todos lo pedimos igual osomos capaces de pasar del mundo utópico de las ideas al real de los hechos.
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