La felicidad no llega de forma automática.
No es una gracia que un destino venturoso puede concedernos o un revés arrebatarnos.
Depende exclusivamente de nosotros.
No se consigue ser feliz de la noche a la mañana, sino a costa de un trabajo paciente, realizado día tras día.
La felicidad se construye, lo que exige esfuerzo y tiempo.
Para ser feliz hay que saber cambiarse a uno mismo.
Luca y Francesco Cavali-Sforza
QUE FOTOGRAFIA MAS BONITA. ¿Quienes son?
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que la felicidad depende y mucho de nosotros y que es una tarea siempre en constante realización
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