“Quisiera ser la alegría de los pobres”
7º.- ¿Cuál ha sido el mensaje que más te ha impactado que te haya dicho alguno de los muchos emigrantes con los que has convivido?
Un niño de dieciséis años que dejó embarazada a una chica, lloraba diciendo: estábamos mal en el Ecuador cuando nuestros padres nos dejaron para venir aquí a ganar dinero y ahora, cuando nos han traído, estamos peor
8º.- ¿Cuál es la última vez que has llorado con los derrotados, con los fracasados...?.
Esta misma tarde, hace una hora, al visitar a una familia que les desahucian de un piso que ni siquiera merece ese nombre, porque se cae a trozos… Pero es lo que tienen unos padres jóvenes y pobres para resguardar a sus cuatro niños y a la abuela…
Y esta mañana intentando consolar a una madre con el marido en la cárcel y un hijo de veinte años perdido de droga, buscado por la policía por siete causas de robo con intimidación, una disminución psíquica de un 60 % y pesando 40 kilos…
9º.- ¿Qué te mantiene en pie cada día y te hace salir “orgullosa” al encuentro del dolor y del fracaso?.
Podría decir que algunos logros, como los chicos –muy pocos- que hemos conseguido que estudien con becas y logren arreglar su vida. Pero me mantiene día a día la esperanza, el sentido del humor y la vida en comunidad en donde la oración se llena de nombres…
10º.- ¿Es posible vivir feliz entre los más pobres?.. Porque tú de masoca nada, ¿verdad?.
Pues eso, de masoca, nada. Pero sólo faltaba que entre tanto dolor, yo pusiera más. Quisiera ser como la alegría de los pobres. Y es que, a su modo, también ellos a veces son felices. Y lo son porque saben gozar mucho más que nosotros del momento presente. (Claro que eso hace que la paga de subsidio se les acabe en la primera semana)
11º.- Tú hablas de otra iglesia, de otra forma de vivir y de pensar, muy distinta de la de los discursos oficiales.... ¿en qué iglesia crees?.
En la del Evangelio, que no era iglesia –asamblea- sino comunidad. Y en la comunidad todos comparten. No hay pirámide, sino círculo, como en la Trinidad. Marchando de dos en dos o de veinte en veinte, sin bolsa ni báculo. Ni por supuesto, mitra ni tiara.
12º.- ¿Cómo te gusta imaginarte a Dios?.
No me lo imagino. Lo siento en la vida entera, en los ojos de los pobres, en la misericordia y amor que percibo ante el dolor y ante la bondad. Lo respiro y me da vida. No sé nada más de Él. Al único que me puedo imaginar es a su enviado, Jesús. Y… quien ve a Jesús, ve al Padre.
13º.- ¿Con qué sueñas?.
Soñar, soñar, sueño con muchas cosas. Pero me gusta soñar con otros. Los sueños personales difícilmente se hacen realidad, los que se sueñas con una comunidad, que son las utopías, acaban por hacerse realidad. Lo he comprobado en muchas ocasiones. La mayor parte de las obras en las que estamos metidas en el Raval han salido de sueños colectivos.
Esto parece evangelio puro
ResponderEliminarEsto sí que son cristianos dando ejemplo de serlo. Sobre estas obras nunca se ven críticas de los no creyentes. Al ver a estas personas siento que somos unos burgueses que nos llamamos cristianos pero a los pobres de lejos... Damos gracias a Dios porque existen estas personas.
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