jueves, 14 de octubre de 2010

BIENVENIDOS: "HUELLAS": DIOS CREE EN MI

Damos la bienvenida a este blog a "Huellas", quienes cada semana, los jueves, nos traerán su reflexión sobre algún asunto de interés o simplemete sobre la cotidianeidad de algo que les ha llamado la atención. Ese es su nombre "Huellas" porque quieren reflejar precisamente las huellas que Dios va dejando en su corazón. Bienvenidos a este espacio de información, reflexión, diversión... en definitiva de contacto con quienes a diario o esporádicamente pasáis por aquí. Y a ellos, "Huellas", gracias. Ahí va la primera reflexión que han titulado "DIOS CREE EN MI", título y reflexión esperanzadores: 


Hace días estábamos charlado con unos amigos sobre si ser creyentes era algo real y positivo, o era algo heredado y alienante.

La discusión fue entrando en calor poco a poco y el tono se fue elevando. Había agresividad en el ambiente y éramos conscientes de que, de ese modo, no íbamos a oírnos y nadie iba a convencer a nadie.

De repente, alguien muy enfadado comentó: …pues ¿sabéis? ¡yo no creo en Dios! Se hizo un silencio profundo cargado de desdén. No sabíamos qué contestar y de pronto una voz suave dijo: No es muy importante, que no creas en Dios, lo que realmente es importante es que DIOS CREE EN TI.

Esas palabras tranquilizaron el ambiente y poco a poco el agua se amansó y se convirtió en un río suave que se dirige lentamente al mar en el atardecer de nuestras vidas.

Por eso no tengamos miedo a los momentos de aridez en la fe, porque Dios siempre cree en nosotros.

Huellas

2 comentarios:

  1. Creo que no es muy positivo tratar de convencer a los demás de las ventajas de la fe. "Estas se deben mostrar por si mismas", sobre todo si la gente nos ve más felices, auténticos y realizados.

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  2. Pienso que "el cuento" no trata de convencer a nadie y que siempre es positivo hablar de Cristo y de nuestra fe. De hecho todos tenemos a alguien que se encuentra alejado de la fe y sin embargo siguen viéndonos felices, auténticos y realizados y, como yo digo siempre, el rescoldo del fuego que en su día encendimos volverá a encenderse y dará de nuevo luz y calor.
    Lo realmente importante es que Dios nos ame y crea en nosotros.

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