Hoy, 16 de agosto, festividad de San Roque y fiesta en muchísimos pueblos, se cumplen cinco años de aquel 16 de agosto de 2005, fecha en la que el fundador de la Cumunidad de Taizé, fue asesinado a sus 90 años , durante la oración del atardecer, por una joven mujer, probablemente desequilibrada, en presencia de más de 2.000 jóvenes.
Probablemente la pretensión más grande de este gran hombre fue la reconcialiación entre todas las Iglesias.
Mucho escribió y mucho se ha escrito de él. Nosotros invitamos a todos a que, en este tiempo de verano, leann algo de este hombre santo que tuvo siempre en el centro de su vida a Jesucristo.
Las preguntas esenciales, hoy como ayer siguen siendo las mismas y las hacía así el Hermano Roger:
‘¿Qué es lo que Cristo espera de mí? ¿Cómo encontrar en Él un sentido a mi vida?’. Sin presentirlo siempre claramente, buscan seguir a Cristo. Con mis hermanos, es importante que respondamos a su confianza siendo ante todo hombres de oración y de escucha, nunca maestros espirituales”.
En la actualidad, aquella comunidad fundada por él cuenta con unos cien hermanos, católicos o de varios orígenes evangélicos, procedentes de una veintena de países. Pero, ante todo, es un lugar de oración y acogida. Cientos de miles la visitan año tras año para una semana de oración e intercambio, compartiendo el trabajo que hace posible la acogida y buscando juntos “en las fuentes de la fe” que abren a la alabanza y al compromiso.
¿Por qué asesinaron a este hombre bueno y ya anciano? El doctor Bernard de Senarclens escribió lo que puede ser la causa de ello: ‘Si la luz es demasiado viva, y pienso que la que emanaba el hermano Roger podía encandilar, no siempre es fácil soportarla. Entonces no queda otra solución que apagar esa fuente luminosa suprimiéndola’.
En la Revista Vida Nueva Nº 2718 de agosto 2010 se dedica el Pliego Central al Hermano Roger. De ahí hemos sacado nosotros estos apuntes que presentamos en homenaje, desde este blog, a este santo.
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