Mucho se ha escrito y más se ha hablado de esta mujer menuda contemporánea nuestra y, como se dice frecuentemente, una santa actual. En cualquier librería y en multitud de páginas de Internet se dan a conocer sus escritos y sus logros. Muchos recordamos su imagen y nos vibra el corazón viendola cómo abrazada a esos niños sin nada de Calcuta.
Este blog se hace eco de esta efemérides y reproduce algunas de sus PENSAMIENTOS:
- "Todo comienza con la oración. Si no le pedimos amor a Dios, no podremos amar, más difícilmente todavía comunicaremos amor a los demás. Igual que alguna gente habla mucho de los pobres, pero no los conoce ni habla con ellos, también puede ocurrir que hablemos mucho sobre el rezo, pero no sepamos rezar.
- Si de verdad queremos orar, primero debemos aprender a escuchar; porque Dios habla en el silencio del corazón.
- Jamás olvidaré a mi madre. Solía pasar el día muy atareada, pero, al llegar la noche, se afanaba por prepararse para recibir a mi padre. En aquel tiempo no lo comprendíamos, sonreíamos, solíamos reír y tomarle el pelo. Pero ahora recuerdo el inmenso y delicado amor que sentía por él. No importaba lo que ocurriera, mi madre siempre estaba lista para recibirle con una sonrisa. Hoy ya no tenemos tiempo para eso. El padre y la madre están demasiado ocupados. Los niños vuelven al hogar y no encuentran a nadie que les quiera, que les sonría. Es por eso por lo que soy muy estricta con mis colaboradores. Siempre les digo: Primero la familia. Si no cuidas de tu propia familia, ¿cómo quieres que crezca tu amor por los de fuera?
- Sois una nación rica, pero en vuestras calles he visto a un hombre que yacía borracho, nadie parecía preocuparse por él…
- Nuestra vocación consiste en entregarnos a Jesús, no en trabajar por los pobres. El trabajo por los pobres es nuestro amor por Dios hecho acción. Si vuestra vocación es tener una familia, vuestro amor por Dios hecho acción consistirá en amaros en el hogary serviros".
ORACION PARA APRENDER A AMAR
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
-Madre Teresa de Calcuta
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