"En los amores dichosos, los esposos no tardan en encontrar a aquel que habita en el centro de la unión. Uno de ellos escribía. "Cada vez veo más claro que el verdadero matrimonio es el del alma con Dios". En los amores desgraciados, el sufrimiemto ocupa en el crazón el lugar que Dios reclamará para sí, si el corazón doliente no cede a la tentación de la desesperación ni a la que es más grave todavía de denegar el anhelo de amor y de infinito a lo más profundo de su ser. En los hogares que sufren es, pues, igualmente cierto que el amor conduce a Dios. Todo a lo largo de la vida del hogar, un amor viviente nunca deja de ser un camino para ir a Dios, pues es la gran escuela de la donación y del desprendimiento"
Quien así escribe es el Padre Henri Caffarel, fundador de los ENS.
Y añade:
"El amor es un medio, pero es más que eso. Un medio se abandona cuando el fin se alcanzó, como se olvida en la playa la barca ya inservible. Los esposos deben llevar a Dios este amor que los condujo hacia Él. El amor colabora en la salvación de los esposos; cotidiamente, los esposos han de trabajar por la salvación de su amor. Pero poco a `poco se opera un cambio. Mientras que al principio seguían el camino del amor para ir hacia Dios, llega un día en que parece más verdadero decir que pasan por Dios para ir hacia el amor. O, más bien, su amor está en Dios y ya no tienen necesidad de dejar el uno para ir al otro".
Este tiempo de verano es una oportunidad para leer y reflexionar. Quizás estas palabras del Padre Caffarel te ayuden a ello. Como es esta foto que titulamos "charlando" tras un rato de camino ante la puerta de una bodega de Pinilla de la Valdería.
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