Este blog quiere hacer un humilde homenaje al sabio José Luis Sampedro, fallecido hace unos días.
Fue al entrar a noche. Cuando las cámaras están apagadas y los teletipos duermen el sudor del día intenso.
Como un niño o un abuelo cariñoso, dejando una sonrisa a su lado y unos deseos indecibles por seguir viviendo. Discretamente. Pausadamente. En calma. Como los hijos de la mar de Antonio Machado.
"No quiero funerales ni actos mutitudinarios y mis cenizas que se esparzan al viento o queden acompañando a la madre tierra, esa que entre todos estamos haciendo opaca y nauseabunda.
¡Te voy a echar de menos, sabes!. Voy a dejar hablar a mi alma y que llore de gratitud. Me quedo con tu serena indignación. (V.T.M)
CREDO PERSONAL
Creo en la Vida Madre todopoderosa
Creadora de los cielos y de la Tierra.
Creo en el Hombre, su avanzado Hijo
concebido en ardiente evolución,
progresando a pesar de los Pilatos
e inventores de dogmas represores
para oprimir la Vida y sepultarla.
Pero la Vida siempre resucita
y el Hombre sigue en marcha hacia el Mañana.
Creo en los horizontes del Espíritu
que es la energía cósmica del mundo.
Creo en la Humanidad siempre ascendente.
Creo en la vida perdurable. Amén.
(José Luis Sampedro).
"El mismo José Luis Sampedro decía, meses atrás, unas palabras plenas de belleza y de verdad no-dual: "Mi única ambición ahora es morir como un río en el mar… Ya noto la sal".
Una metáfora preciosa para hablar de la muerte. Somos “agua salada”. Cuando la mente se silencia y el ego se deja “caer”, notamos la sal". (Enrique Martínez Lozano
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