viernes, 31 de marzo de 2017

REFLEXIÓN SOBRE EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN



El sacramento de la Reconciliación o Confesión, es un sacramento que nos permite descubrir, a través de nuestros errores, la fuente de la Gracia.
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La re-conciliación debe ser con nosotros mismos: encontrar la cifra que no permitía tener las cuentas claras.
Cuando cometemos un error, debemos reconciliar los elementos que nos llevaron a ese error. A veces son muy simples –distracción, olvido, cansancio, no estar en el momento presente, no poner atención–. A veces son más complejos –un dolor profundo que no sabemos por qué o por dónde viene–.
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Él nos abraza, abraza nuestro dolor, sin interrogatorios, sin castigos, sin recriminaciones. Nos abraza y hace suyo nuestro dolor.
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El sacramento de la Reconciliación debe ser un proceso personal de introspección valiente. La meditación cristiana es de gran ayuda para emprender este camino de interioridad al centro de nuestra alma, donde Dios es, donde se da la fuente de la Gracia; donde ocurre el entendimiento y el discernimiento para luego, como consecuencia, entrar al proceso del perdón.

¿Qué es exactamente el perdón?
El perdón es un regalo de Dios; es el premio de haber logrado una reconciliación, como el reconocimiento del origen del dolor y del error. Tocar ese punto doloroso a la luz de Jesús, nos libera, nos da paz, nos reconstituye.

¿Cómo entender la penitencia?

Creo que habría que substituir esta palabra por la palabra “Alabanza”. Cuando ha ocurrido una reconciliación luminosa, con un perdón interior –de mí mismo y de Dios–, tenemos que festejar, tenemos que alabar a Dios –surge de forma natural–. Mi alegría es el resultado de saberme y sentirme libre. En alegría canto al Señor, lo abrazo, me siento a-graciada y agradecida y me percato de todos los regalos que me hace para que yo lleve a cabo su plan divino.


Lucia Gayón
Eclesalia


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jueves, 30 de marzo de 2017

EL KERIGMA





El término kerygma proviene del griego κήρυγμα ('anuncio', 'proclamación') y significa proclamar como un emisario. Se trata de un género literario bíblico que actualmente podría estar representado como el anuncio de una buena noticia.

En los ejercicios espirituales que hicimos este año el sacerdote nos decía que en realidad cuando se nos habla de kerigma se nos está dando la buena noticia de que Cristo ha dado la vida por nosotros, nos ha perdonado y nos ama.

Entonces recordamos que en el pórtico central de nuestra catedral aparece muy bien representado. En la parte de abajo está el juicio final, que recibe la luz del sol sólo en el ocaso, en el momento de la muerte, como en nuestras vidas, cuando recibamos los últimos rayos del sol; pero encima aparece Cristo levantando las manos y diciéndonos: No tengas miedo, mira, yo he muerto por ti, te amo y te he perdonado. Un bonito sitio para explicar a nuestros jóvenes el kerigma que si sólo lo hacemos con palabras les resulta árido.

Amigos: No tengamos miedo, Dios nos ama.

Un abrazo

Huellas

miércoles, 29 de marzo de 2017

NO PRIVARLES DE LA SANTA MISA


He vuelto al templo, en realidad lo he hecho a menudo a lo largo de los últimos años. Voy de acompañante, primero de un padre, ahora de una madre en edad de agradecer filial compañía. Acompaño pero también canto a pleno pulmón, me arrodillo, doy la mano en señal de paz y me arranco sin dudar a comulgar cuando suena aquello de "Tú has venido a la orilla..." Lo paso peor con una "señal de la cruz que nos libra de nuestros enemigos..." y cuyos gestos lamentablemente ya he olvidado.

También he orado, con no menos fe, en los templos budistas, hinduistas, en sinagogas, en mezquitas..., sobre todo en templos universales de los diferentes continentes. En los templos de unos y otros países viví similar devoción, en todos observé gentes rendidas al mismo Dios "que los hombres distintos llamamos con distintos nombres, pero que es el Uno, el Único y el Mismo..." (Lanza de Vasto) De vuelta a mi ciudad natal, he visto a tantas personas de edad y buena voluntad remontar con sus bastones las escaleras de la parroquia del barrio, que me he visto inundado de un hondo y reconvertido aprecio por su íntima esfera religiosa. Deseo en este sentido expresar mi disenso ante la solicitud de "Podemos" de retirar la misa de la programación de TVE. 

Sí, es cierto, el Estado y sus medios de comunicación han de hacer gala de aconfesionalidad, pero ello no contradice el hecho de mantener una escasa hora semanal de misa, mientras otros credos tengan asegurada su ventana a los televidentes, como ahora es el caso. En este sentido también esperamos que el ente público no tarde en abrirse a otras tradiciones espirituales que aún no tienen cabida en la parrilla. 

Es preciso respetar la laicidad en la educación, en el ejército, en los actos oficiales... El Estado ha de mantenerse neutro ante una creciente pluralidad confesional, pero el Estado ha de servir también a los ciudadanos a través de sus medios de comunicación. La cesión en la tele pública de espacios a los diferentes credos en razón de su arraigo es un servicio nada desdeñable. Por lo demás, si la misa retransmitida reconforta a muchas personas de edad, ¿por qué precipitar su apagón? Tantos programas deberían desaparecer de la programación antes que ese oficio religioso. Sobran primero las series en las que se dispara y sangra,  las tertulias en las que se falta y ofende, las corridas en las que se tortura y mata gratuitamente...

Ha de prevalecer una cierta amabilidad intergeneracional. Hemos de honrar a nuestros mayores, hemos de preservar sus referentes culturales y espirituales aunque no coincidan plenamente con los nuestros. Hemos de ser considerados con lo que tiene importancia y relieve para las generaciones que nos precedieron. Barrer la misa es olvidarnos en alguna medida de ellas. Hemos de unir a los pueblos, a las clases, a las razas y tradiciones..., pero hemos de empezar más cerca y tratar de enlazar también a las generaciones.

Por más que puedan aburrir sus fórmulas repetidas hasta la saciedad, por más que nos sorprenda que la mujer no ocupe aún su debido lugar en la presidencia del altar..., la misa es momento sagrado. En realidad todo lo que adquiere vital importancia para el otro es algo sagrado. Somos privilegiados, pues participamos de un mundo rico y diverso en el que se reúnen muy diferentes momentos y territorios sagrados. La consigna de manual de la emergente formación política puede ser poco considerada con el universo vital de quienes nos dieron vida. La necesidad  de superar los antagonismos civiles, nos invita también a ser respetuosos con los mayores y su misa de las once ya en vivo, ya a través de la pantalla.

Nadie nos obliga a sentarnos el domingo por la mañana al televisor, pero pienso en nuestros ancianos, muchos de ellos enfermos o impedidos, que en ese programa encontrarán consuelo y confort del alma. Nunca arrasar, nunca llevarse lo que es significativo para un importante colectivo, más al contrario intentar hacer nuestro algo de su universo. Para muchos de nuestros padres un domingo sin misa no es un verdadero domingo. Honrar a nuestros mayores no significa que tengamos que arreglarnos corriendo y salir al toque de sus campanas, que debamos arrodillarnos ante sus mismos iconos, que debamos necesariamente  oír el sermón de sus sacerdotes..., pero sí intentar facilitar la expresión de su fe, su legado, sus tradiciones. 

Ninguna generación que nos precede ha debido de hacer  tamaño  esfuerzo para adecuarse a los nuevos tiempos como la de nuestros progenitores. Privarles de sus imprescindibles referentes, de sus anclajes, es un flaco reconocimiento a ellos y a cuanto nos dieron. No hay nada más revolucionario que el sincero agradecimiento y en ello debiera también reparar la formación morada.


Koldo Aldai

martes, 28 de marzo de 2017

ENTREVISTA A GUSTAVO GUTIERREZ, TEÓLOGO


A sus 88 años, Gustavo Gutiérrez, el padre de la Teología de la Liberación es un abuelito entrañable, que, a pesar de su fama, no se da importancia, y al que todo el mundo venera. Pequeñito, con su bastón siempre en la mano, sigue marcando la pauta de la corriente teológica que fundó y por la que fue perseguido durante 20 años. Ahora, le llegan los reconocimientos del propio Papa Francisco y de toda la comunidad teológica mundial. Uno de los últimos 'gurús' vivos apuesta por Francisco, "un kairós, un gran don", tras participar en el I Encuentro Iberoamericano de Teología, celebrado en el Boston College.

¿Cómo llegó a la Teología?
Fui vocación tardía. Entré en el seminario cuando ya había cumplido los 24 años y después de haber estudiado Medicina. Una vez que decidí ser cura, estudié Filosofía y Psicología en Lovaina y Teología en Lyon, además de algún curso en la Gregoriana de Roma, con el padre Alfaro. Me ordené en 1959 y comencé a enseñar y a trabajar en una parroquia.

¿Entró a dar clases en la Facultad de Teología?
No. Nunca estuve en la Facultad de Teología. No querían saber nada de mí en ella. Daba clases en la Universidad católica, pero no en la Facultad de Teología. De hecho, mi primer nombramiento para enseñar en una Facultad de Teología data de hace solo 12 años en USA. A la vejez, viruelas. Desde hace años, paso tres meses en la Universidad estadounidense de Notre Dame.

¿Qué recuerda de su trabajo pastoral en la parroquia?
Sigo trabajando en la parroquia. Nunca la dejé. De hecho, conocí ya a dos generaciones de feligreses. Adoro el trabajo parroquial y, al mismo tiempo, me apasiona la Teología. Por eso, a veces, tuve dificultades para compaginar ambas cosas en mi vida. Me gusta enseñar, pero no a tiempo completo. Soy cura párroco.

¿Esperaba la repercusión de su libro sobre la Teología de la Liberación?
Nunca pensé que iba a hacer tanta bulla la publicación de ese libro.
Y pronto empezaron sus 'problemas' con Roma

Estuve durante muchos años en diálogo con Doctrina de la Fe. 20 años de diálogo. Siempre fui una nulidad en Derecho canónico, pero aprendí a diferenciar el diálogo del proceso. A mí me obligaron al diálogo, pero nunca me incoaron un proceso. Por eso, cuando los periodistas me preguntan si el Papa me va a rehabilitar, siempre contestó que no puede rehabilitarme, porque nunca fui deshabilitado. Eso sí, hubo una fregadera de cartas y de idas y venidas.

Y, sin embargo, siempre se dice que fue usted condenado por Roma
Los medios de comunicación tienen una fuerza enorme y esos clichés, divulgados erróneamente, tienden a permanecer y cristalizar en la gente. Hace un par de meses, una señora, tras asistir a la misa que había celebrado, se acercó y me dijo: 'Pensé que tenía prohibido celebrar'

¿Qué piensa del papa Francisco?
Es un momento de 'kairós' que nadie esperaba. Un gran don. Va a lo central del mensaje cristiano, a la frescura del Evangelio. Además, es muy valiente. Aunque hay quienes le piden más, pero esos tales están locos. Francisco es una bendición, tiene clarísima la solidaridad con el pobre, la gente le entiende y, encima, tiene sentido del humor y hace bromas, además de su impresionante capacidad para crear metáforas. Estoy dispuesto a apoyar al Papa a fondo, en la medida de mis posibilidades.

¿Cómo aprovechar este 'kairós'?
La reforma de la Iglesia exige el cambio de la Curia, que detesta el Papa Francisco.

¿Hay resistencias contra Francisco?
Sólo conocemos el 10% de las resistencias. El otro 90% está oculto, pero él lo sabe y tiene una fibra muy fuerte. El Papa necesita mucho apoyo, porque tiene problemas. Hasta hay cardenales que critican públicamente al Papa, algo nunca visto en nuestra época y prueba evidente de las resistencias a las que tiene que hacer frente.

¿Qué pueden hacer los que lo apoyan?
Sostenerlo y hacerlo presente en la Iglesia. Porque este excelente momento y este don que significa el Papa nos exige una tarea. Hay que tener una visión de Iglesia grande. Hay que preparar la continuidad. Y mantenerse firmes. Falta una bienaventuranza, la de 'bienaventurados los tercos, porque de ellos es el Reino de los cielos'

¿Se vio personalmente con Francisco?
Sí, pero no quisimos darle publicidad a ese encuentro

¿En qué está trabajando?
Tengo un libro terminado, pero sin releer.

¿El título?
Eso no se dice, da mala suerte.

¿Sobre qué tema?
El del pobre y la situación teológica. El libro y el título girará en torno a esta frase: 'Cerca del pobre, cerca de Dios'. Tenemos que zanjar la cuestión de la pobreza. La pobreza es muerte temprana e injusta. La pobreza es destructora de personas y de familias. La pobreza nunca es buena, nunca. Como dice Hannah Arendt, 'el pobre es aquel que no tiene derecho a tener derechos'. Por eso, el compromiso con el pobre no puede evitar las denuncias de las causas de la pobreza.

¿La gente se ha aburguesado?
La gente se cansa. Un cansancio que se da mucho en política. Pero también hay que tener muy en cuenta la experiencia del martirio. Hay gente que ha dado su vida. Por ejemplo, Enrique Pereira Neto, al que mataron a los 28 años, por defender a los pobres. Habría que abrir en la Iglesia una nueva línea de santidad: los santos de las causas sociales. El primero, monseñor Romero.

¿Qué lugar ocupa la espiritualidad en el quehacer teológico de la TL?
Es fundamental, entendida como un estilo de vida y una manera de ser. Como decía Chenu, 'es la espiritualidad la que está detrás de la teología'. Espiritualidad como comportamiento y como práctica. El mensaje cristiano es como carne congelada: Está ahí, pero no se puede comer. Hay que descongelarla, es decir, ponerla en la realidad. Como dice Simone Weil, 'si quieres saber si una persona cree en Dios, no te fijes en lo que dice de Él, sino en lo que dice del mundo'. O como señala Nicolás Berdiaeff, 'si tengo hambre, es un problema material. Si otra persona tiene hambre, es un problema espiritual para mí'.

Es llamativa su amistad con el actual prefecto de Doctrina de la Fe, Gerhard Müller
Tras entrar en contacto conmigo, Müller fue durante 15 años seguidos a dar clases a los seminaristas del seminario de Cuzco. Nunca vi a un teólogo europeo hacer algo parecido. El propio Müller dice que allí se convirtió.

José Manuel Vidal
Religión Digital


lunes, 27 de marzo de 2017

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "UN LUGAR QUE NO TERMINA"



La contraportada del libro dice: Este libro surgió como una necesidad. Vivimos la muerte de Vicente tan intensamente, que brotó, en nosotros, la conveniencia, primero de escribirlo y después de publicarlo. Ha sido una necesidad familiar. Todos, guiados sin saber cómo, fuimos poniendo palabras a los sentimientos y a la espiritualidad que nos envolvieron durante el mes que duró la enfermedad de Vicente. No queríamos que aquellas vivencias desparecieron de nuestra consciencia. No queremos guardárnoslas para nosotros.

Ahora, ya en libro, se ha convertido en una satisfacción familiar porque, de alguna, hemos aprendido y admitido que la muerte no es el resultado trágico de la vida. La muerte es solo un instante que, aceptado conscientemente, abre las puertas del cielo, ese estado desconocido, pero, en esos momentos, anhelado. Así lo sentimos y así lo vivió Vicente. Y no lo queremos ocultar. Por esto, se nos ha empujado a divulgarlo.

No busques, en su lectura, grandes momentos ni hazañas maravillosas. Solo vas a encontrar la dificultad de la aceptación inicial y la certeza de que, llegado el momento, se aprende a darle la mano a quien te está llamando para pasar, sencillamente, a otro estado. Todo ello ilustrado como un cuadro en el que hay, unas veces rasgos grandes y otras, líneas de gran figura. Dos elementos que aparecen en la vida de cualquier persona entendida como es un paseo en busca de la felicidad.

Este libro es también un homenaje a Vicente. Un hombre sencillo. Como la gran mayoría. Pero que descubrió, en esa sencillez, la razón fundamental de vivir.

El Viernes día 31 a las 19 horas estás invitado a la presentación en la Bibliteca Pública de León, en la calle Santa Nonia.



domingo, 26 de marzo de 2017

DIOS ESTÁ CON LAS PERSONAS


JUAN 9, 1-41
1 Al pasar vio Jesús un hombre ciego de nacimiento. 2 Le preguntaron sus discípulos:
- Maestro, ¿quién había pecado, él o sus padres, para que naciera ciego?
3 Contestó Jesús:
- Ni había pecado él ni tampoco sus padres, pero así se manifestarán en él las obras de Dios. 4 Mientras es de día, nosotros tenemos que trabajar realizando las obras del que me envió. Se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras esté en el mundo, soy luz del mundo.
6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, le untó su barro en los ojos 7 y le dijo:
- Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa «Enviado»).
Fue, se lavó y volvió con vista. 8 Los vecinos y los que antes solían verlo, porque era mendigo, preguntaban:
- ¿No es éste el que estaba sentado y mendigaba?
9 Unos decían:
- El mismo.
Otros, en cambio:
- No, pero se le parece.
Él afirmaba:
- Soy yo.
10 Le preguntaron entonces:
- ¿Cómo se te han abierto los ojos?
11 Contestó él:
- Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo: «Ve a Siloé y lávate». Fui, entonces, y al lavarme empecé a ver.
12 Le preguntaron:
- ¿Dónde está él?
Respondió:
- No sé.
13 Llevaron a los fariseos al que había sido ciego. 14 El día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos era día de precepto. 15 Los fariseos, a su vez, le preguntaron también cómo había llegado a ver. Él les respondió:
- Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
16 Algunos de los fariseos comentaban:
- Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no guarda el precepto.
Otros, en cambio, decían:
- ¿Cómo puede un hombre, siendo pecador, realizar semejantes señales? Y estaban divididos.
17 Le preguntaron otra vez al ciego:
- A ti te ha abierto los ojos, ¿qué piensas tú de él?
Él respondió:
- Es un profeta.
18 Los dirigentes judíos no creyeron que aquél había sido ciego y había llegado a ver hasta que no llamaron a los padres del que había conseguido la vista 19 y les preguntaron:
- ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
20 Respondieron sus padres.
- Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego. 21 Ahora bien, cómo es que ve ahora, no lo sabemos, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, ya es mayor de edad; él dará razón de sí mismo.
22 Sus padres respondieron así por miedo a los dirigentes judíos, porque los dirigentes tenían ya convenido que fuera excluido de la sinagoga quien lo reconociese por Mesías. 23Por eso dijeron sus padres: «Ya es mayor de edad, preguntadle a él».
24 Llamaron entonces por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron:
- Reconócelo tú ante Dios. A nosotros nos consta que ese hombre es un pecador.
25 Replicó entonces él:
- Si es pecador o no, no lo sé; una cosa sé, que yo era ciego y ahora veo.
26 Insistieron:
- ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
27 Les replicó:
- Ya os lo he dicho y no me habéis hecho caso. ¿Para qué queréis oírlo otra vez? ¿Es que queréis haceros discípulos suyos también vosotros?
28 Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:
- Discípulo de ése lo serás tú, nosotros somos discípulos de Moisés. 29 A nosotros nos consta que a Moisés le habló Dios; ése, en cambio, no sabemos de dónde procede.
30 Les replicó el hombre:
- Pues eso es lo raro, que vosotros no sepáis de dónde procede cuando me ha abierto los ojos. 31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino que al que lo respeta y realiza su designio a ése lo escucha. 32 Jamás se ha oído decir que nadie haya abierto los ojos a uno que nació ciego; 33 si éste no viniera de parte de Dios, no podría hacer nada.
34 Le replicaron:
- Empecatado naciste tú de arriba abajo, ¡y vas tú a darnos lecciones a nosotros!
Y lo echaron fuera.
35 Se enteró Jesús de que lo habían echado fuera, fue a buscarlo y le dijo:
- ¿Das tu adhesión al Hijo del hombre?
36 Contestó él:
- Y ¿quién es, Señor, para dársela?
37 Le contestó Jesús:
- Ya lo has visto; el que habla contigo, ése es.
38 Él declaró:
- Te doy mi adhesión, Señor. Y se postró ante él.
39 Añadió Jesús:
- Yo he venido a abrir un proceso contra el orden este; así, los que no ven, verán, y los que ven, quedarán ciegos.
40 Se enteraron de esto aquellos fariseos que habían estado con él, y le preguntaron:
- ¿Es que también nosotros somos ciegos?
41 Les contestó Jesús:
- Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís que veis, vuestro pecado persiste.

Las personas están por encima del precepto. En este relato se aprecia como los fariseos ponen a la ley por encima de la persona y se quejan de la curación del ciego. ¡Increíble! No se alegran de su curación. Al contrario, le interrogan y le presionan para acusarle a él -por ser ciego y por ser curado- y a Jesús -por curarle en sábado y nombre de Dios-. ¡Qué barbaridad! Hasta que no aprendamos que Dios ama a las personas por encima de las normas, no hemos entendido a Dios.  Las normas están al servicio de las personas y sirven para acercarse a la verdad. Pero, cuando alguien no se alegra por el bien de otro y utiliza la norma para justificar su actitud, es que no interpreta bien la ley porque no ama y no hay un precepto más válido que el amor.

Viene este evangelio muy a propósito de las cuestiones sociales que estamos viviendo en relación con personas que no cumplen los estereotipos oficiales de la Iglesia. Cualquier actitud de querer imponer la doctrina por encima de la persona no es acorde con Jesús, quien vino a curarnos, a amarnos y no a establecer normas que pesan sobre las conciencias y las hunden.

Dios está con las personas, sabe de sus cualidades y debilidades y es un padre bueno que abraza. Esto es lo esencial.  

En el siguiente video se nos invita a abrir los ojos y tomar en cuenta a los demás. Eso es amar. Feliz domingo.


sábado, 25 de marzo de 2017

BUENAS NOTICIAS

Abrir los ojos
¡¡hay tanta bondad!!
¡¡buenas noticias!!




Que os parece si salimos a la calle y a cada peatón que encontremos le obsequiamos con una buena noticia. Estamos en tiempos de crisis, recortes, desconfianzas, mentiras, engaños.

Vamos a entregar a la gente buenas noticias, como:

"A pesar de todo, tú puedes ser feliz".

"Podrás estar parado, pero no estés desesperado"

"Nadie puede recortar tus ansias de amar"

"Sé solidario en lo que esté de tu mano"

"Deséale los buenos días a tu vecino"

"Yo también puedo decir GRACIAS"

"Cuando todas las emociones hayan muerto, quedaré mi amor por.."

"Hoy puedo hacer agradable este día a un par de personas"

"Nada me cuesta sonreir"

"Te deseo que estés bien"
  
"Acabará escampando"

"¿Y si pruebas a conocer los Equipos?"

viernes, 24 de marzo de 2017

LO QUE VEMOS EN LOS DEMÁS ES EL REFLEJO DE NOSOTROS MISMOS



Una popular historia del cercano oriente cuenta que un joven llegó al borde de un oasis contiguo a un pueblo y acercándose a un anciano preguntó:
"¿Qué clase de personas viven en este lugar?".
- El anciano preguntó a su vez:
"¿Qué clase de personas viven en el lugar de dónde vienes?".
"Oh, un grupo de egoístas y malvados", -replicó el joven. "Estoy encantado de haberme alejado de allí", A lo cual el anciano contestó: "Lo mismo habrás de encontrar aquí".
Ese mismo día, otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:
"Qué clase de personas viven en este lugar?".
 
El respondió con la misma pregunta:
"¿Qué clase de personas viven en el lugar de dónde vienes?".
"Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlas dejado" -dijo el joven-
"Lo mismo encontrarás aquí", replicó el anciano.
Un hombre que había oído ambas conversaciones preguntó al anciano:
"¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?".
A lo cual respondió:
"Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive.
Aquel que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo,
no podrá encontrar otra cosa aquí. Quien encontró amigos allá, podrá
encontrar amigos aquí, porque, a decir verdad, lo que ellos han "visto" en
los lugares donde han estado, no es más que el reflejo de ellos mismos".
 

El primer requisito que todo ser humano necesita satisfacer para encontrar una vida digna de vivirse, es el tener una visión abierta al mundo y despojada de prejuicios.
 
"La gente parece no ver, que sus opiniones sobre el mundo son también una
confesión de su carácter".  Emerson.
 

Una de las mejores maneras de autoeducarse es observar nuestra interacción con los demás, puesto que estas relaciones son en esencia el reflejo de nuestra relación con nosotros mismos.
 
Cuando no escuchamos o no vivimos según lo que dicta nuestra conciencia, tendemos a culpar y acusar a los demás, en un intento por justificar nuestra disonancia interior.
Si no contamos con un sentido de misión y los principios con los cuales medirnos, nos guiamos solo por la opinión de otras personas en vez de utilizar nuestro potencial.
 
Nos conducimos por un pensamiento comparativo e imponemos nuestros motivos a las acciones de los demás. Pensamos acerca de las virtudes y debilidades de los demás en función de cómo nos afectan. Capacitamos a sus debilidades para que nos controlen.

 Recuerda ...
"No vemos al mundo como realmente es, lo vemos como somos nosotros o hemos sido condicionados a ver "


María Guerrero, psicoterapueta

jueves, 23 de marzo de 2017

LA TENTACIÓN





Muchas veces tememos a las tentaciones porque con facilidad nos hacen caer y nos llevan a diversas crisis que nos duelen. Pero no es ese el camino.

Lo que hay que hacer es pedir a Dios que nos de la mano, o mejor, coger nosotros la mano de Dios, porque él siempre la tiene tendida y desde ahí hacer frente a las tentaciones. Y, si caemos, pensemos que las crisis son buenas porque nos hacen crecer y madurar. Sin tentación no hay progreso espiritual.

Sucede lo mismo que cuando un niño no pasa por la crisis de la adolescencia, se quedará eternamente como una persona inmadura. Cristo también tuvo sus tentaciones en el desierto, pero salió airoso de ellas.

Quizá la cuaresma sea el tiempo de enfrentar ese combate y aceptar nuestra pequeñez. Un abrazo

Huellas

miércoles, 22 de marzo de 2017

LA ESPERANZA


El contenido de esta palabra languidece en nuestra cultura. No es un valor que se vive, sino un deseo que no acaba de concretarse en su derivada natural: la alegría. Como afirma Chesterton en El hombre eterno, "La desesperanza no reside en el cansancio ante el sufrimiento, sino en el hastío de la alegría. Y cuando lo bueno de una sociedad deja de funcionar roída por dentro, la sociedad empieza a declinar roída hacia la decadencia o declive de la cultura, las instituciones civiles, las relaciones sociales, los valores, la Iglesia y otras características principales de una civilización, por muy floreciente que haya sido".

Chesterton resulta original al invertir la idea preconcebida de que nadie se hastía de la alegría. Escribe con agallas que “el pesimismo llega cuando nos cansamos del bien” y permitimos secar las fuentes de la verdadera alegría. Que tanto la alegría como su antecedente, la esperanza, hay que trabajarlas; no existe atajo posible, porque no vienen solas. Tampoco el dinero sirve para comprarlas. Pretenderlas a través de los sentidos solo sirve para engañarnos con alegrías superficiales. Es otra la fuente la que permite activarlas para que broten dentro de cada persona ¿De dónde nace la esperanza? No nace, desde luego, aguardando a que el problema se solucione, a que la crisis pase o la situación cambie. Esta actitud solo produce añoranza y pasividad. La esperanza está más cerca de una respuesta activa de rebeldía positiva frente a la incertidumbre que nos desequilibra. Está emparentada con la incansable construcción del mañana desde el ahora y el presente. En la desesperación, en cambio, nos cegamos perdiendo el control y convirtiéndonos en el origen de muchas situaciones y conflictos que traerán graves consecuencias. Con la esperanza, en cambio, actuamos construyendo el futuro,centrados en el trabajo del presente, el que constituirá las bases del mañana que pronto será hoy, antes de lo que imaginamos.

Para un cristiano, la esperanza es mucho más que optimismo; es la cualidad teologal que nunca defrauda. Esperar es la capacidad de ver aun cuando nuestros ojos no vean. No solo es un don del Espíritu sino una obligación el pedirlo. La fe en Cristo y la confianza subsiguiente nos invitan a madurar el “creer que” ocurrirán cosas hasta "creer en” Cristo y en su providencia por encima de toda adversidad. Ellas nos equilibran y guían con alegría al amor. No estéis tristes, exhorta el Evangelio, porque el plan de Dios insufla toneladas de esperanza para despertar el corazón hasta convertirlo en hechos de esperanza para otros. Cristo es el motivo angular de nuestra esperanza, la revolución en la historia a pesar de la limitación, el mal y la muerte, que nos impulsa a “esperar contra toda esperanza” (Romanos 4,18).

Pero nos cansamos del bien y nos volvemos pesimistas, como dice Chesterton. Decidimos que ya no merece la pena trabajarnos en la bondad y nos gusta vivir de las rentas de haber hecho el bien y haber esperado nuestra sola voluntad. Y entonces empezamos a dejar de vivir. Y nos marchitamos¿Por qué? Porque no hacemos las cosas mirando a Cristo cuando las hacemos para los demás. No hay amor. Así pues, los demás, antes o después, también nos defraudan; somos humanos, débiles, sentimos la ingratitud creyendo que merecemos el reconocimiento de quienes deben valorar lo que hacemos. En realidad, lo exigimos en nuestro interior. Sentimos que la gente a la que ayudamos nos debe algo. Solo cuando nos cansamos de hacer el bien, descubrimos que el bien que hacíamos no lo estábamos haciendo para Dios. No era algo desinteresado, generoso, no era amor. Y descubrimos una crisis de motivos aun en los gestos en los que ponemos más generosidad cayendo en la desesperanza. Pero Dios acude a nuestra llamada, cumple sus promesas y nos renueva la fe.

Y volveremos a empezar con humildad; entonces brotará de nuevo la alegría.

Gabriel Mª Otalora
Extracto de “Orar con los libros”. Gabriel Mª Otalora. Grupo Editorial Fonte. Burgos, 2016


martes, 21 de marzo de 2017

LA PRIMAVERA



El agua fresca de la montaña
por el valle discurría,
la hierba verde del campo
orgullosa le sonreía.
El herrerillo de arco iris
desde su rama veía
como bajaba el agua
y la hierba crecía.

La niña de ojos azules
en el prado más niña se volvía,
mientras las vacas pastaban
hasta que el sol se ponía.

Ella soñaba versos
para un Príncipe que no existía
y dibujaba en el cielo estrellas,
estrellas que su corazón no sentía.

El jilguero cantaba en su rama,
su pareja no siempre le respondía,
daba calor a unos huevos
que en primavera tal vez nacerían.

La niña con su merienda
en su cabeza se entristecía
al ver que las cosas no eran,
no eran como suponía.

El agua fresca del monte
la fuente del pueblo abastecía,
a la niña el canto sereno del cuco
a su casa devolvería.

  Valentín Turrado


Nota del autor. La primavera me evoca agua fresca, montaña, hierba verde, herrerillo, arco iris, jilguero, nido deseando tener huevos, luz, ojos azules, tristeza, cuco, Príncipes que no existen o sí, corazón sin versos, arrebato, alegría, fuente, dolor de cabeza, ira, arrojo, osadía, utopía. Todas esas cosas juntas y esas otras amigo internauta que tu guardas en tu propio corazón.

Seguimos publicando en la web de la Región reflexiones sobre la difusión de los Equipos. Para leer la última que hemos publicado pincha AQUÍ  

lunes, 20 de marzo de 2017

MOTIVACIONES PARA LA DIFUSIÓN


Y les dijoId por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.”

¿Qué nos sugiere este mandato? Que lo que tenemos que hacer, con todas nuestras limitaciones, pero asistidos y confortados por el Espíritu Santo, es ponernos a trabajar. Con los medios que tenemos. Muchas veces tenemos la sensación de que podemos hacer muy poco. ¿Cómo presentar el Carisma de los Equipos si están tan alejados? Recordemos que ¡hay tantos que caminan a ciegas, como los viajeros de Emaús, buscando quién les eche una mano! Teresa de Calcuta decía: “Nosotras sentimos que lo que estamos haciendo es sólo una gota en el océano. Pero el océano no estaría tan lleno si no existiera esa gota”. No nos podemos paralizar, tenemos que ponernos en marcha.

Por otro lado, hemos sido llamados para una misión. Todos los equipistas hemos recibido esa llamada personal de Jesús y hemos respondido a ella; por eso estamos en Equipos. Y seguramente nos decimos: “y yo, con mis miserias, infidelidades al Señor, mis tibiezas ¿puedo ser yo un elegido del Señor?”. Nos responde San Pablo: “el Señor nos ha salvado y nos ha llamado a una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús”.

¿Y qué tengo que difundir? Está muy claro: Los Equipos de Nuestra Señora. San Pablo nos recuerda: “… insiste a tiempo y a destiempo, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. Y continúa: “… no te avergüences del testimonio que has de dar de nuestro Señor...” Somos un eslabón de una cadena de transmisión de un mensaje importante para el mundo.

El testimonio de la unidad y la amistad entre nosotros, de la alegría, del amor esponsal, de la acogida, de la escucha, de la disponibilidad es lo que hará que los que nos rodean se pregunten y nos pregunten: Y vosotros ¿quiénes sois?  Les responderemos con las palabras de Jesús, a sus primeros discípulos: “venid y lo veréis”.

Todos recordamos cómo fue, el encuentro con alguien que nos habló de los Equipos, e hizo que descubriéramos un tesoro: seguimos convencidos de ello. Y ese tesoro lo tenemos que compartir, pues el Señor nos lo manda, como hemos visto.

Así pues ánimo… y a comerse León.

Un abrazo 
Elvi y Viti

domingo, 19 de marzo de 2017

VAMOS A DEJARNOS AMAR POR DIOS


JUAN 4, 5-42
5 Llegó así a un pueblo de Samaría que se llamaba Sicar, cerca del terreno que dio Jacob a su hijo José; 6 estaba allí el manantial de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se quedó, sin más, sentado en el manantial. Era alrededor de la hora sexta. 7 Llegó una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dijo:
- Dame de beber.
8 (Sus discípulos se habían marchado al pueblo a comprar provisiones).
9 Le dice entonces la mujer samaritana:
- ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
10 Jesús le contestó:
- Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú a él y te daría agua viva.
11 Le dice la mujer:
- Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde vas a sacar el agua viva? 12 ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, del que bebió él, sus hijos y sus ganados?
13 Le contestó Jesús:
- Todo el que bebe agua de ésta volverá a tener sed; 14 en cambio, el que haya bebido el agua que yo voy a darle, nunca más tendrá sed; no, el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en un manantial de agua que salta dando vida definitiva.
15 Le dice la mujer:
- Señor, dame agua de ésa; así no tendré más sed ni vendré aquí a sacarla.
16 Él le dijo:
- Ve a llamar a tu marido y vuelve aquí.
17 La mujer le contestó:
- No tengo marido.
Le dijo Jesús:
- Has dicho muy bien que no tienes marido; 18 porque maridos has tenido cinco, y el que tienes ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.
19 La mujer le dijo:
- Señor, veo que tú eres profeta. 20 Nuestros padres celebraron el culto en este monte; en cambio, vosotros decís que el lugar donde hay que celebrarlo está en Jerusalén.
21 Jesús le dijo:
- Créeme, mujer: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén. 22 Vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros adoramos lo que conocemos; la prueba es que la salvación proviene de los judíos; 23 pero se acerca la hora, o, mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto verdadero adorarán al Padre con espíritu y lealtad, pues el Padre busca hombres que lo adoren así. 24 Dios es Espíritu, y los que lo adoran han de dar culto con espíritu y lealtad.
25 Le dice la mujer:
- Sé que va a venir un Mesías (es decir, Ungido); cuando venga él, nos lo explicará todo.
26 Le dice Jesús:
- Soy yo, el que hablo contigo.
27 En esto llegaron sus discípulos y se quedaron extrañados de que hablase con una mujer, aunque ninguno le preguntó de qué discutía o de qué hablaba con ella. 28 La mujer dejó su cántaro, se marchó al pueblo y le dijo a la gente:
29 - Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será éste tal vez el Mesías?
30 Salieron del pueblo y se dirigieron adonde estaba él. 31 Mientras tanto sus discípulos le insistían:
- Maestro, come.
32 Él les dijo:
- Yo tengo para comer un alimento que vosotros no conocéis.
33 Los discípulos comentaban:
- ¿Le habrá traído alguien de comer?
34 Jesús les dijo:
- Para mí es alimento realizar el designio del que me mandó, dando remate a su obra. 35¿No soléis decir vosotros: "cuatro meses y llega la siega"? Mirad lo que os digo: Levantad la vista y contemplad los campos: ya están dorados para la siega. 36 El segador cobra salario reuniendo fruto para una vida definitiva; así se alegran los dos, sembrador y segador. 37 Con todo, en esto tiene razón el refrán, que uno siembra y otro siega: 38 yo os he enviado a segar lo que no os ha costado fatiga; otros se han estado fatigando y vosotros os habéis encontrado con el fruto de su fatiga.
39 Del pueblo aquel muchos de los samaritanos le dieron su adhesión por lo que les decía la mujer, que declaraba: «Me ha dicho todo lo que he hecho». 40 Así, cuando llegaron los samaritanos adonde estaba él, le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días. 41 Muchos más creyeron por lo que dijo él, 42 y decían a la mujer:
- Ya no creemos por lo que tú cuentas; nosotros mismos lo hemos estado oyendo y sabemos que éste es realmente el salvador del mundo.

En este relato queremos destacar su normalidad: Jesús está cansado y se sienta a descansar y a saciar la sed del camino, una persona -en este caso una mujer, un rasgo más de normalidad- va por agua, Jesús -muestra de cercanía- le pide de beber, y ella se extraña -igual que hoy, ¿por qué me pide este a mi si no le conozco?- pero entran en conversación y en la cercanía de la relación es cuando la mujer comprende que es el Mesías -Jesús- quien le habla. La mujer cree en él, lo comunica y los demás también creen.

¿Qué aplicación tiene en nuestra vida? Primero, que Jesús está esperando que nosotros nos dirijamos a Él. Segundo, que tenemos que vencer nuestros miedos y dejar que Dios nos hable. Tercero, que tenemos que comunicar a los demás que creer en Dios es lo mejor que nos puede pasar. Cuarto, que todos necesitamos el agua para vivir.

Amigos de los equipos, ¡basta ya de querer tenerlo todo atado y bien atado!, la fe es confianza en Dios, es abrir el corazón a Dios y a los demás, es aceptar que puedo no entender situaciones que me pasan, pero Dios me ama y eso es lo básico. Ya es hora de vencer los miedos y dejarse querer. Ya es hora de amar a los demás. Ahí está la esencia. Y si lo hacemos así viviremos felices, viviremos sin miedos porque vamos de la mano de Dios.

Este domingo, el elemento que nos invita a descubrirlo es el agua. Ahí va este video para darnos cuenta. Feliz domingo. Con abrazo especial a todos los padres, en el día de San José.