martes, 31 de enero de 2017

UNIDAD DE LOS CRISTIANOS: ¿QUÉ UNIDAD?




Como cada año desde 1966, las diferentes iglesias cristianas del mundo celebramos estos días –del 18 al 25 de enero– la semana de oración por la unidad de los cristianos. Este año bajo el lema: “El amor de Cristo nos apremia”. El amor de Cristo, es decir: el amor de Jesús de Nazaret, de su profecía libre, de su sueño de un mundo justo y fraterno, el amor de la Vida bondadosa y feliz, más allá de toda confesión y religión.

Quien oiga o lea “semana de oración por la unidad de los cristianos” seguramente entenderá que pedimos a un Dios omnipotente que nos una a los separados, que haga lo que nosotros no podemos o quizás no queremos lo suficiente para poder. Si orar fuera eso, sería alienante, no deberíamos orar. Ni deberíamos creer en una divinidad que escucha y atiende o deja de atender nuestras oraciones.

Pero orar no es eso. No es rezar ni pedir ni rogar, sino dejar que nuestro ser, hecho de tierra humilde y de espíritu creador, se abra y se exprese desde lo más profundo. Orar es ser, y ser es abrirse a ser más, pues el poder ser más constituye nuestra finitud. Orar es realizar posibilidades latentes en nosotros, pues el barro o la materia que somos es matriz inagotable, capaz de desear, ser y hacer más. Orar es obrar. Orar es abrirse al fondo de sí y del otro, al Fondo de todo o a Dios. Orar por la unidad de los cristianos sería, pues, obrarla, hacerla real, efectiva y siempre más profunda.

Pero no creo en cualquier unidad. Casi diría que no creo en la unidad por la que se nos invita a orar en esta semana. En efecto, quien oye o lee “semana de oración por la unidad de los cristianos” entiende que los cristianos aspiramos a que no haya tantas iglesias diferentes: católicos, ortodoxos, protestantes y anglicanos; ni tantas iglesias diversas en el interior de cada una de ellas: iglesias ortodoxas independientes, anglicanos y episcopalianos, protestantes luteranos, calvinistas o presbiterianos, metodistas, menonitas y bautistas… Que todos debiéramos confesar los mismos dogmas e interpretarlos de la misma manera, y practicar los mismos sacramentos y entenderlos igual, hasta formar entre todos un solo rebaño bajo un solo pastor, un solo papa, como si la Iglesia debiera ser un partido político amarrado y fuerte bajo un secretario general.

No creo en una sola Iglesia bajo un solo papa. Hoy no solo sería imposible sino además indeseable que dejen de existir diversas iglesias, con teologías, ritos y organizaciones diversas. Hace unos meses, en su alocución de la catedral luterana de Lund (Suecia) con ocasión de la apertura del año de Lutero, el papa Francisco pidió perdón porque “nos hemos encerrado en nosotros mismos por temor o prejuicios a la fe que los demás profesan con un acento y un lenguaje diferente”. Eso es. Nos une, sí, la misma fe, pero la profesamos –vivimos– en distintos lenguajes. Todos los dogmas e interpretaciones, no son sino eso: fórmulas y expresiones lingüísticas. La fe es otra cosa.

Y los lenguajes o las teologías no nos dividen sino cuando olvidamos que son constructos humanos, y cuando creemos que el nuestro es el único o el mejor, cuando nos negamos a entender o a aprender o al menos a respetar el lenguaje del otro. No nos dividen las diferencias, por grandes que sean, sino los temores y los prejuicios, por pequeños que sean. Las diferencias solo nos confunden y dividen cuando nos empeñamos en construir una gran torre de poder para conquistar el cielo: Babel. Los católicos no estamos separados de los luteranos porque éstos no entiendan la eucaristía como transustanciación o sacrificio, sino porque los excluimos de nuestra misa y ellos nos excluyen de su cena de Jesús. El día que abramos la mesa, nos sentiremos unidos.

Y como se ha visto en los diálogos inter-eclesiales de los últimos 50 años, hay un escollo último que impide la comunión de todos los cristianos: es la doctrina que afirma al obispo de Roma como autoridad absoluta sobre todas las iglesias. El papa es, como dijo Pablo VI, el gran obstáculo de la comunión. No el papa, sino el papado.

¿Y en qué consiste la fe que nos une? Consiste en el “amor de Cristo”, que es como los cristianos, en la memoria y el seguimiento de Jesús, designamos el amor y el cuidado de la vida. El día que unas iglesias reconozcamos a las otras como son se habrán acabado las divisiones. Entonces, de verdad, oraremos y obraremos la unidad.



José Arregi

DEIA

lunes, 30 de enero de 2017

EXCURSIÓN-CONVIVENCIA ENS 2017 REGIÓN NOROESTE

Cruce de los caminos de Santiago

LA NAVARRA POR DESCUBRIR
22,23 Y 24 DE ABRIL
Las fechas, en esta ocasión, son festivas en Castilla y León, 22 sábado, 23 domingo y fiesta de la Comunidad que se traslada al lunes 24. Pueden, por tanto, sumarse amigos y los jóvenes y activos equipistas.

Salida de Palencia el 22 de abril, sábado
Primera parada: Salvatierra: visita a la ciudad
Alojamiento en Pamplona: Residencia de las Religiosas Marianistas C/ Nuestra Señora del Pilar, 7, Huarte, Tfno.: 948 33 01 39
Tarde: visita guiada a la ciudad de Pamplona.
Cena y fiesta en el Centro Regional de Castilla y León
Día 23, domingo
Salida hacia el Santuario de Santa María de Ujué
Visita a Tafalla , su entorno y almuerzo
Tarde libre en Pamplona
Cena en el lugar del alojamiento
Fiesta-convivencia
Día 24, lunes (festivo para la Comunidad de Castilla y León)
Regreso por el Camino de Santiago. Visita a la ermita de Santa María de Eunate (el mejor románico navarro).
Nos encontraremos con los peregrinos a Santiago en Puente la Reina, cruce de los dos más importantes caminos de Santiago, el de Roncesvalles y el procedente de Somport.
En Estella nos recibirán los Misioneros del Verbo Divino. Visitaremos la Editorial, nos guiarán la visita a la ciudad medieval. Aquí almorzaremos
Regreso a Palencia con parada técnica. Programamos llegar entre las 20,30 ó 21 horas.


INSCRIPCIONES
El precio es de 195 €

Conviene formalizar la inscripción cuanto antes, último plazo 18 febrero. El anticipo de 50 € se puede abonar en efectivo o ingresar en la cuenta para garantizar la plaza y facilitar que la organización pueda anticipar las cantidades comprometidas en las reservas precisas.

                        Caja Duero: ES26 2108 2401 67 0010101632  
Indicar en concepto: NOMBRE DE LOS PARTICIPANTES
     
Pedro Pablo Abad y M.ª Ángeles ABAD-HELGUERA
C/ Mayor Antigua, 70-3º izda.
Tfno.: 979 74 07 01 / 626 24 11 22
Correo electrónico: abadhelguera@gmail.com

Pamplona

Santuario de Santa María de Ujué



domingo, 29 de enero de 2017

VAMOS A PONER CORAZÓN


MATEO 5, 1-12
1 Al ver Jesús las multitudes subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos. 2 Él tomó la palabra y se puso a enseñarles así:

3 Dichosos los que eligen ser pobres, porque sobre ésos reina Dios.

4 Dichosos los que sufren, porque ésos van a recibir el consuelo.

5 Dichosos los sometidos, porque ésos van a heredar la tierra.

6 Dichosos los que tienen hambre y sed de esa justicia, porque ésos van a ser saciados.

7 Dichosos los que prestan ayuda, porque ésos van a recibir ayuda.

8 Dichosos los limpios de corazón, porque ésos van a ver a Dios.

9 Dichosos los que trabajan por la paz, porque a ésos los va a llamar Dios hijos suyos.

10 Dichosos los que viven perseguidos por su fidelidad, porque sobre ésos reina Dios.

11 Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien de cualquier modo por causa mía.

12 Estad alegres y contentos, que grande es la recompensa que Dios os da.

Las bienaventuranzas no son para la otra vida, son para esta. ¿Cómo pueden entenderse? Muy difícilmente desde la razón. Hay que integrarlas desde el corazón. Lo que nos vienen a decir es que es más feliz aquel que sufre, llora o pasa necesidades que aquel que es el causante de ese sufrimiento, provoca ese llanto o impide que los demás tengan lo necesario para vivir.

Por eso nos interrogan ¿qué me dicen a mí?, ¿cómo es mi vida? ¿Estoy despilfarrando los bienes que son de todos? ¿Estoy con mi comportamiento influyendo en una distribución bochornosa de la riqueza? Oímos que en este tiempo de crisis los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Un sistema que provoca esto es un sistema injusto.

Pero las bienaventuranzas me llamen y llaman a la puerta de la vida de cada uno para que seamos conscientes que los bienes son de todos. Repartir de lo que tengo me hace feliz. No ser causa de que otros no tengan lo imprescindible me hace feliz.

Os invitamos, amigos de los equipos, a que en la sentada de este mes, os preguntéis si contribuis con vuestra vida a la felicidad de los demás, repartiendo de lo propio. Y para hacer esta revisión, poned corazón. 

En el siguiente video hay una llamada a la felicidad de todas las personas. Feliz domingo.

    

sábado, 28 de enero de 2017

CANCIÓN DEL PADRENUESTRO

Si dispones de cinco minutos
Si quieres estar quiero unos momentos
Si pretendes estar, contemplar, meditar
Déjate llevar por esta canción
Es el Padrenuestro en arameo
Que tengas un buen día. Buena oración

 

viernes, 27 de enero de 2017

COLEGIO SUPER REGIONAL EN MADRID

Cristo de El Pardo


Querido amigo de los ENS este fin de semana -días 27, 28 y 29- en Madrid, en El Cristo de El Pardo, se reúne el Colegio Súper Regional. Los matrimonios responsables de las nueve regiones de España y el equipo súper regional tenemos una cita de tres días para conocer la marcha del Movimiento en España. Es medio idóneo para entabla amistad, para participar de las alegrías y de las dificultades de la vida de los Equipos. Allí se pulsa el cariño, la amistad, la cercanía, el buen hacer, la comprensión y, también, ¡cómo no! las dudas, las encrucijadas, los desalientos, las tristezas.  El Colegio SR viene a ser una familia que se reúne a la mesa para hacer una sentada.

Hay tiempo de oración, por supuesto, porque es Jesús quien está reunido en medio de nosotros. Y hay alegría, porque la vida de los Equipos es un don. Y es bueno que se comparta y que se diga.


Cuando hagáis la oración de estos días, tened un recuerdo por este Colegio SR, por sus integrantes para que sean personas generosas, y sobre todo pedid por el Equipo de la SR que es quien guía al Movimiento, para que no se olviden de ir de la mano de Jesús.

jueves, 26 de enero de 2017

LA CRÍTICA




Hoy en nuestra reunión de amistad salió el tema de la crítica que hacemos muchas veces a los demás. Estamos con unas personas y cuando nos dejan salen a relucir los fallos que nos parece que tienen.

Pero como dice esta frase que os ponemos aquí, ¿cómo se nos ocurre criticar a otros cuando nuestras faltas son tantas?

Nosotros necesitamos más humildad. Quizá lo que criticamos de los demás es lo que nosotros somos y por eso lo vemos tan claro. Que Dios nos ayude a ser más humildes para ver sólo lo bueno de los otros.

Jesús nos lo enseñó cuando al ver lo que había creado pensó que todo era bueno.

Aprendamos de Él.
Un abrazo



Huellas

miércoles, 25 de enero de 2017

EL TRABAJO




Entonces, dijo el labrador: Háblanos del trabajo.

Y él respondió, diciendo:

Trabajáis para seguir el ritmo de la tierra y del alma de la tierra.

Porque estar ocioso es convertirse en un extraño en medio de las estaciones -y salirse de la procesión de la vida, que marcha en amistad y sumisión orgullosa hacia el infinito.

Cuando trabajáis, sois una flauta a través de cuyo corazón el murmullo de las horas se convierte en música.
¿Cuál de vosotros querrá ser una caña silenciosa y muda cuando todo canta al unísono?

Se os ha dicho siempre que el trabajo es una maldición y la labor una desgracia.
Pero yo os digo que, cuando trabajáis, realizáis una parte del más lejano sueño de la tierra, asignada a vosotros cuando ese sueño fue nacido.
Y, trabajando, estáis, en realidad, amando a la vida.
Y amarla, a través del trabajo, es estar muy cerca del más recóndito secreto de la vida.
Pero si, en vuestro dolor, llamáis al nacer una aflicción y al soportar la carne una maldición escrita en vuestra frente, yo os responderé que nada más que el sudor de vuestra frente lavará lo que está escrito.

Se os ha dicho también que la vida es oscuridad y, en vuestra fatiga, os hacéis eco de la voz del fatigado.
Y yo os digo que la vida es, en verdad, oscuridad cuando no hay un impulso.
Y todo impulso es ciego cuando no hay conocimiento. Y todo saber es vano cuando no hay trabajo.
Y todo trabajo es vacío cuando no hay amor.
Y cuando trabajáis con amor, os unís con vosotros mismos, y con los otros, y con Dios.
¿Y qué es trabajar con amor?
Es tejer la tela con hilos extraídos de vuestro corazón como si vuestro amado fuera a usar esa tela.
Es construir una casa con afecto, como si vuestro amado fuera a habitar en ella.
Es plantar semillas con ternura y cosechar con gozo, como si vuestro amado fuera a gozar del fruto.
Es infundir en todas las cosas que hacéis el -aliento de vuestro propio espíritu.
Y saber que todos los muertos benditos se hallan ante vosotros observando.

He oído a menudo decir, como si fuera en sueños: "El que trabaja en mármol y encuentra la forma de su propia alma en la piedra es más noble que el que labra la tierra."
"Aquel que se apodera del arco iris para colocarlo en una tela transformada en la imagen de un hombre es más que el que hace las sandalias para nuestros pies."
Pero, yo digo, no en sueños, sino en la vigilia del medio­día, que el viento no habla más dulcemente a los robles gigan­tes que a la menor de las hojas de la hierba.
Y solamente es grande el que cambia la voz del viento en una canción, hecha más dulce por-u propio amor.
El trabajo es el amor hecho visible.
Y si no podéis trabajar con amor, sino solamente con disgusto, es mejor que dejéis vuestra tarea y os sentéis a la puerta del templo y recibáis limosna de los que trabajan gozo­samente.
Porque, si horneáis el pan con indiferencia estáis hornean­do un pan amargo que no calma más que a medias el hambre del hombre.
Y si refunfuñáis al apretar las uvas, vuestro murmurar destila un veneno en el vino.
Y si cantáis, aunque fuera como los ángeles, y no amáis el cantar, estáis ensordeciendo los oídos de los hombres para las voces del día y las voces de la noche.

Khalil Gibran

(Khalil Gibrán fue (aparte de pintor) poeta, novelista y ensayista. Nació en Líbano, aunque escribió su obra en inglés, ya que gran parte de su vida residió en Estados Unidos 


Tomado de El profeta, es un libro que mezcla espiritualidad, sabiduría y poesía en prosa. Está dividido en varias partes, en las que Almustafá (el profeta), con tono sentencioso y a la vez poético, va tratando diferentes temas esenciales del Hombre, como "el amor", "el matrimonio", "la alegría y el dolor", "la libertad", "el conocimiento"... )

martes, 24 de enero de 2017

EL DIÁLOGO CON NUESTRO NIÑO INTERIOR




Sabemos que, cuando un problema del presente alcanza algún ribete de desproporción, por su intensidad o repetitividad, es muy probable que nos hallemos ante alguna herida o carencia infantil. Quien necesita ser alcanzado, en ese caso, no es el adulto que hoy somos, sino aquel niño que quedó olvidado en algún rincón de nuestro inconsciente, a quien tenemos que encontrar, acoger y reconocer. Tendremos que empezar por visualizarlodedicarle tiempo y hacernos cargo de él, acogiéndolo con una mirada bondadosa y un sentimiento de amordiciéndole lo que siempre necesitó escuchar: eso le devolverá la confianza y la seguridad que hambrea desde hace tiempo. Se trata, sin duda, de uno de los trabajos más eficaces de cara a crecer en integración psicológica.
Lo que, en todo caso, resulta evidente es que, sin el encuentro con el niño/a interior, no será posible lograr la integración psicológica. De cara a vivir ese encuentro, puede ayudar la siguiente práctica.

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PRÁCTICA PARA ENCONTRARNOS CON NUESTRO NIÑO INTERIOR

         El niño es pura necesidad. Y, básicamente, necesidad de sentirse reconocido. Y los cuatros cauces a través de los cuales le llega la respuesta son: el cuerpo, la mirada, el tiempo de calidad que se le dedica y la verbalización (la palabra verdadera y bondadosa que se le dirige). 
         Cuando el niño no recibió la respuesta adecuada, la seguirá demandando a través de malestares que se nos repiten, y que nos hacen caer en la cuenta de que es nuestro/a niño/a interior quien necesita ser encontrado y liberado. Hoy es el adulto que somos quien tiene que hacerse cargo de él para que, acogiéndolo, le permita sanar.

·         En un primer momento, el adulto/a que eres empieza visualizando al niño/a que fuiste (y que sigue vivo en ti hoy). Puedes ayudarte de tus recuerdos o incluso de alguna fotografía de la infancia o adolescencia. Tómate tiempo para visualizarlo/a detenidamente.
·         Acércate a tu niño/a interior y llámalo/a por su nombre.
·         Al visualizarlo, empieza por hacerte consciente de los sentimientos primeros que te despierta y, poco a poco, dedicándole tiempo, favorece que vaya creciendo en ti una mirada acogedora, hecha de bondad y de gozo por su vida, a la vez que un sentimiento de cariño vivo y sostenido.
·         Permanece en esa actitud todo el tiempo que sea necesario, envolviendo a tu niño/a interior en aquellos sentimientos positivos.
·         Háblale: hazle saber que él/ella no fue culpable de nada; “eres un niño/a vital, bueno/a, cariñoso/a, alegre, espontáneo/a, valioso/a…; tú no tuviste la culpa de nada; eres inocente”.
·         Y si es necesario, “abrázalo/a”, incluso físicamente, rodeando en un abrazo tu propio cuerpo, y sintiendo que es a él/ella a quien abrazas con amor.
·         No tengas prisa: los niños necesitan tiempo para tener la certeza de que se “está” con ellos…


·         En un segundo momento, ponte en la piel del niño y, desde ahí, déjate alcanzar por la mirada y los sentimientos que hoy te llegan. Notarás que, poco a poco, empieza a despertarse su vitalidad, alegría y bondad.

lunes, 23 de enero de 2017

JESÚS Y SU PROYECTO


Tengo 26 años y soy de Mendoza, Argentina. Me encantan, o, más bien, me fascinan, los teólogos y filósofos españoles; los leo y releo con frecuencia, y muchos de ellos han sido, para mí, una maravillosa guía tanto intelectual como espiritualmente. Pero, quizá, me esté yendo del tema…

Soy un apasionado de la figura de Jesús de Nazaret, al cual considero, al decir de Spinoza, “el más grande de los filósofos”; pero reducir su extraordinaria existencia al más grande de los filósofos es una aporía deleznable: es, quizá, el más importante de los hombres, el más sabio, y no necesitó de un lenguaje abstruso ni de revoluciones empuñando las armas para suscitar la más grandes de las insurrecciones: la del amor y la del perdón al prójimo. Jesús, como dice José Antonio Pagola, es patrimonio de la humanidad, y tanto mejor para los creyentes que así sea. ¿Por qué el galileo debería ser propiedad de los cristianos cuando su mensaje sigue removiendo, con el paso de los siglos, tanta admiración y devoción para los que aman sin Dios? ¿Por qué su vida no puede inspirar a los que vivimos sin iglesias y sin dogmas si él nos enseñó, mejor que nadie, que Dios no se encuentra en los templos sino en las personas que sufren? ¿No nos dio a entender, acaso, que aquellos que transitan su existencia de espalda a los que padecen el azote del hambre y la enfermedad son los más desgraciados de los hombres?

Sí: amo su proyecto del Reino de Dios, aunque no sea, estrictamente hablando, creyente. ¿Pero qué importancia tiene? ¿Por qué mi falta de fe, con la que he luchado insistentemente desde mi adolescencia con sus respectivos vaivenes, debería impedirme querer formar parte de ese grandioso proyecto? Con Dios tengo las cuentas claras: si existe, sé que me entendería, que me perdonaría o, quizá, todavía esté esperando el momento propicio para irrumpir inesperadamente en mi vida…

¿Por qué redacto estas líneas? Porque mientras más leo a Jesús y más me embarco en la aventura de su vida, más contradictorio me resulta el binomio inquebrantable entre Jesús y la Iglesia. Por un lado, la sencillez, la humildad, la vida ejemplar itinerante de quien pretendió ver un mundo más justo y feliz; por el otro, esa pomposidad, esa grandilocuencia casi risible, esa perversa indiferencia (hay gente, dentro de la Iglesia, claro que está, que realmente se preocupa por la felicidad de las personas) de quienes dicen ser cristianos pero que no se diferencian, o apenas lo hacen, de quienes no lo son…

Me permito una digresión o, si se quiere, una confesión: la última vez que pisé una iglesia, hace poco más de un año, regresé tan desilusionado que no tuve intención de volver: más ritos que amor, más aburrimiento que alegría, más protocolo que entusiasmo, discursos vacíos e inverosímiles…; pero la gota que rebalsó el vaso fue observar cómo la gente que salía de la iglesia hizo vista gorda con un niño que pedía comida en la puerta, impasible ante sus piecitos descalzos y sucios, en detrimento con el mensaje de Jesús de Nazaret. ¿De qué sirve ir a la Iglesia si la indiferencia sigue estando? La gente no se divide, en materia religiosa, entre creyentes y no creyentes, sino entre buenas y malas personas. Lo importante son los actos, no las profesiones de fe; todo lo demás es irrisorio.
Si hay algo que la vida me ha enseñado es que no podemos confinarla en doctrinas o en ideologías, pues hay algo más importante que los dogmas: la justicia; y algo más importante, a mi entender, que la fe: el amor.

Bruno Álvarez

Eclesalia

Querido amigo de los ENS, aquí queda este testimonio que nos interroga a muchos.

domingo, 22 de enero de 2017

QUE ESTÉN A GUSTO LOS DE TU ALREDEDOR


MATEO 4, 12-23
12 Al enterarse de que habían detenido a Juan, Jesús se retiró a Galilea. 13 Dejó Nazaret y se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en territorio de Zabulón y Neftalí. 14 Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:

15 ¡País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos! 16 El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombra de muerte una luz les brilló (Is 8,2-9,1).

17 Desde entonces empezó Jesús a proclamar:

- Enmendaos, que está cerca el reinado de Dios.

18 Caminando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: a Simón, el llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando una red de mano en el mar, pues eran pescadores. 19 Les dijo:

- Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres.

20 Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. 21 Pasando adelante vio a otros dos hermanos: a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en la barca poniendo a punto las redes, con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó. 22 Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

23 Jesús fue recorriendo Galilea entera, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la buena noticia del reino y curando todo achaque y enfermedad del pueblo.

Este evangelio es una invitación a seguir a Jesús.
¿Y eso qué es?
Hacer realidad el Reino de Dios.
¿Entiendes?
Poco.
Te explico. El Reino de Dios es el Reino del amor. Y esto significa que todos los que estén a tu alrededor estén a gusto contigo.
¿Solo eso?
Solo eso.
Entonces ¿Cuándo mi hijo, mi nieto, mi esposo, mi amigo, no están a gusto conmigo no estoy siguiendo a Jesús?
Así es.
¿Y si son ellos los que están equivocados?
¿Equivocados de qué?
Cuando se ama no hay equivocación. Si tu estás siempre dispuesto, si eres amable, si das sin esperar nada, si te ofreces y no te impones, si dejas que los demás tengan su opinión, si colaboras en hacer que tu casa sea más cálida. Estás haciendo realidad el reino de Dios.
¿Solo eso?
¿Te parece poco?
Pues sí.
Pues comienza por eso. Y todo lo demás vendrá. Porque cuando das sin esperar nada haces lo que Jesús hizo, porque cuando eres amable y servicial y no quieres imponer tu parecer actúas como actúa Dios, porque cuando perdonas te haces más grande.
¿Entonces eso es lo que hacía Jesús?
Así es. Jesús se dedicó a hacer el bien por toda Galilea, enseñando, curando, amando.
Gracias. Voy a hacer yo lo mismo. Ahora entiendo por qué hay gente que es capaz de entregarse de lleno a lo demás. Ahora entiendo qué es el Reino de Dios. Sobre todo, en mi caso que soy un poco cobardica, que estén a gusto todos los de mi alrededor.


Amigos de los Equipos en el siguiente video podemos descubrir cómo hacer realidad cada día el Reino de Dios. Feliz domingo.   


sábado, 21 de enero de 2017

QUE NO TE FALTE UNA SONRISA



Un matrimonio decide ir a pasar las vacaciones en una playa del Caribe, en el mismo hotel donde pasaron la Luna de Miel 20 años atrás, pero  debido a un problema de trabajo, la mujer no pudo viajar con su marido, quedando en darle alcance unos días después..
Cuando el hombre llega y se aloja en el hotel, vio con asombro que en la habitación había un ordenador con conexión a internet. Entonces decide enviar un e-mail a su mujer, pero se equivoca en una letra y sin darse cuenta lo envía a otra dirección.
El e-mail lo recibe por error una viuda que acaba de llegar del funeral de su marido, y que al leer su correo electrónico se desmaya instantáneamente.
El hijo de la viuda al entrar en la habitación, encuentra a su madre en el suelo sin conocimiento, a los pies del ordenador, en cuya pantalla se podía leer:

Querida esposa: He llegado bien.
Probablemente te sorprenda recibir noticias mías por esta vía, pero ahora tienen ordenadores aquí y puedes enviar mensajes a tus seres queridos.
Acabo de llegar y he comprobado que todo esta preparado para cuando llegues este próximo viernes.
Tengo muchas ganas de verte y espero que tu viaje sea tan tranquilo y relajado como ha sido el mio.


P.D.:  No traigas mucha ropa. !Aquí hace un calor infernal!

viernes, 20 de enero de 2017

DECIMOS BIEN...


Enseguida nos llega la época de las bendiciones: San Antón, San Blas, Santa Águeda, la ceniza...
Y ahí están las filas de personas recibiendo “el rito de la bendición”.
Bendecir significa “decir bien”. Así que será bueno que le digamos a Dios lo buenas que son las rosquilllas, lo serviciales que son los animales. Pero eso sí que es bendición: decirle, hablarle a Dios bien de alguien o de algo.
No podemos añadir nada a la bondad de las cosas porque le echemos una rociada de agua.
Qué bonito es darle gracias a Dios por la comida, agradecer a las personas que la han preparado. Decir bien, hablar bien, darles gracias.
Me recuerda aquello del Génesis “Y vio Dios que era bueno o muy bueno”.
Será maravilloso descubrir la bondad de las cosas y de las personas. Porque Dios está en ellas y las personas han actuado... Todo lleva el sabor de Dios. En todo está El y actúa.
Y será fenomenal si compartimos parte de esos dones o de esa comida con quienes lo necesitan más que nosotros. “Te damos gracias Padre y queremos compartirlo con…”
Y como estamos de sequía, bueno será recordar y restringir en lo que podamos el uso del agua. Pero, sobre todo, acordarnos de aquellas personas de tantos países que carecen de agua. Es muy egoísta encerrarnos en que llueva en nuestra tierra y no preocuparnos de un mejor reparto de la bebida en todos los rincones del mundo.
Conste que hay oraciones muy interesantes en los rituales, si profundizamos y seguimos su espíritu. (Igual sobra el asperger, y encima gastamos menos agua). Lo que nos perjudica es si nos quedamos con la foto del periódico y con la rutina de la fila esperando la bendición con nuestros dulces. A veces pienso que sería mejor ir a bendecir (¿? ) a las pastelerías.
Pienso que no nos creemos del todo que estamos salvados, llenos de Dios, amados por Él. Y por eso, en lugar de reconocer su bondad, nos dedicamos a pedirle.
Además, hay una forma sencilla de que las personas reconozcan y acojan las bendiciones de Dios. Que nosotros seamos la fuente que mana esa bondad para los demás.


Gerardo Villar

jueves, 19 de enero de 2017

LA FE




A veces los discípulos le piden a Jesús: «Auméntanos la fe». En otra ocasión le habían pedido: «Enséñanos a orar». A medida que van descubriendo con Jesús el proyecto que tiene para nosotros se dan cuenta que es una misión difícil, laboriosa y no les vale la fe infantil, la que tenían de niños.

A nosotros nos sucede lo mismo, a medida que pasa el tiempo somos más conscientes de la necesidad de una fe robusta para ser auténticos cristianos. Este mes tenemos el tema de la fidelidad y tener fe y vivir la fidelidad con Dios es mucho más que rezar cuatro veces al día. Es sentir a Dios dentro y actuar como Él lo haría.

No es fácil, por eso pedimos a  nuestro Padre: Señor auméntanos la fe y que nuestra fe esté centrada en lo esencial que es el amor hacia ti y hacia los hermanos. Que se nos note Señor que somos cristianos. Que siempre volvamos nuestra mirada hacia ti.

Te lo pedimos para todos.
Un abrazo



Huellas

miércoles, 18 de enero de 2017

QUE SEAS FELIZ


Cuando era joven –me sorprendo de hablar así, de sentirme tan mayor, tendré que mirármelo–, cada comunidad franciscana se hacía con grandes fajos de tarjetas de Navidad, y a mediados de diciembre dedicábamos días enteros a escribir felicitaciones: a comunidades religiosas, sacerdotes, familiares, amigos, “bienhechores”... Cada tarjeta en un sobre, con dirección y sello. Un año, de joven estudiante de teología en Arantzazu, me tocó escribirle a Don Jacinto Argaya, obispo de San Sebastián. Entre ingenuo y familiar, y algo rebelde, empecé la carta con este saludo: “Kaixo, Jaxinto”, y en ese tono debí de continuarla. La cosa es que a nuestro maestro le pareció irreverente y tuve que repetir la felicitación. ¡Qué tiempos aquellos, sin embargo tan recientes!

Las felicitaciones han decaído sensiblemente, sobre todo entre los jóvenes (¿qué saben ellos de la Navidad? Y nosotros mismos, en realidad, ¿qué sabemos?). Hoy nos fastidian un poco las fórmulas hechas, rutinarias, sobre todo cuando la publicidad se las ha apropiado hasta tal punto. “Feliz Navidad”, “Feliz Año Nuevo”, entre celofanes y villancicos y luces de color. Todo resulta bastante vacío, frío. Y casi nos alivia que estos días hayan pasado ya, aunque la cuesta de enero sigue siendo bien ardua para no pocos, demasiados.
No quisiera, sin embargo, minusvalorar en exceso nuestras felicitaciones, por rutinarias que nos parezcan. ¿No expresan un deseo profundo, nuestro deseo más profundo, quizá más profundo que nosotros mismos? Creo que sí. Que seas feliz. ¿Qué mejor que eso podemos desear a alguien, quien fuere? Pero podemos hacer algo todavía mejor: procurar un granito de felicidad a quien se la deseamos. No podemos hacer felices a todos, pero ¿quién no puede hacer un poquito más feliz a alguien y tratar de no hacer más infeliz a nadie? ¿Cómo podremos ser felices de otra forma?

Ser felices. Muchas veces sabemos cómo ser felices, y no podemos. Otras muchas veces creemos saber cómo, pero nos engañamos.

Y ¿en qué consiste ser felices? No es fácil decirlo, pues puede ser muchas cosas, incluso contradictorias aparentemente. No es rebosar de alegría, no es carecer de problemas, no es estar libre de dolores, incluso de angustias. No consiste en que se realicen todos los deseos, a no ser que hayamos aprendido a no desear nada o a desear sin apego. Ser feliz es vivir en paz, vivir en armonía, sentirse bien consigo y con todos los demás, con todo. En paz con todo, a pesar de todo.

Para ser feliz, no necesitas poseer una felicidad plena. Ni un ánimo perfecto, ni una pareja perfecta, ni una familia perfecta, ni una salud perfecta. Somos seres inacabados, y es inacabada nuestra felicidad aun en el mejor de los casos. Además, ¿quién podría ser feliz del todo mientras no lo sean todos? ¿Quién debiera poder ser enteramente feliz mientras hay gente en el paro, mujeres maltratadas, países hambrientos, fronteras cerradas, refugiados repudiados, guerras atroces, salarios de miseria, ganancias abusivas? ¿Quién podrá ser feliz si se cierra ante la infelicidad ajena?

Gozar de salud y de unas condiciones económicas mínimas pueden ayudar a ser feliz, o incluso ser indispensable para la inmensa mayoría. Pero no pienses que cuanta mejor salud o más éxito tengas o más rico seas más feliz serás. A menudo sucede más bien lo contrario: cuanto más tenemos más deseamos. Y cuanto más deseamos más infelices somos. Inevitablemente. No es feliz quien lo tiene todo sino quien se conforma con lo que tiene y es.

Y si no tienes nada, si te duele todo, si has perdido el trabajo o no lo has encontrado, si estás hundida/o en el negro abismo de una depresión, si solo quisieras morir… No sé qué decirte. Pero cuídate, déjate cuidar. No desesperes, por favor. Respira, respira. En tu fondo habitan la luz y la Presencia. Callo y me siento a tu lado.

Y tú, cualquiera que seas, déjame que desde del fondo del corazón te desee y te diga: Que seas feliz, que vivas en paz contigo y con todos, en paz con todo, que bendigas tu vida cada día por la mañana y por la noche a pesar de todo. ¿A pesar de todo? Sí, a pesar de todo.

José Arregi
DEIA


martes, 17 de enero de 2017

PARA AMAR A LA FAMILIA


Los diez mandamientos que te ayudarán a fortalecer a tu familia. 

La comunidad brasileña católica Cançao Nova, de espiritualidad carismática, ha publicado unos consejos, sencillos y directos para ayudar a las familias a tener una convivencia en paz. Son estos:

1. Ten fe y vive la Palabra de Dios, amando a tu familia como a ti mismo.

2. Ámate y confía en ti mismo, en tu familia y ayuda a crear un ambiente de amor y paz a tu alrededor.

3. Reserva momentos para jugar y divertirte con tu familia, pues el niño aprende jugando, y la diversión aproxima a las personas.

4. Educa a tu hijo en la conversación, en el cariño y el apoyo. Ten cuidado: quien pega para enseñar está enseñando a pegar.

5. Participa con tu familia de la vida de comunidad, evitando las malas compañías y las diversiones que incentivan la violencia.

6. Procura resolver los problemas con calma y aprende con las situaciones difíciles, buscando en todo el lado positivo.

7. Comparte tus sentimientos con sinceridad, diciendo lo que piensas y escuchando los que los demás quieren decir.

8. Respeta a las personas que piensan diferente de ti, pues las diferencias son una verdadera riqueza para cada uno y para el grupo.

9. Da buen ejemplo, pues la mejor palabra es nuestra forma de ser.


10. Pide disculpas cuando ofendas a alguien y perdona de corazón cuando te sientas ofendido, pues el perdón es el mayor gesto de amor que podemos demostrar.

Tomado de rel, enero 2017

lunes, 16 de enero de 2017

FAMILIA ENS


Decimos que familia es ese grupo de personas que mantienen lazos de consanguinidad y de afinidad. Decimos también que familia es un grupo de personas que mantienen lazos de amistad. Más aun. Decimos que familia es todo el grupo humano porque mantenemos en común los mismos rasgos de la creación.

El sábado pasado por la tarde en la parroquia de San Isidro, la familia de los Equipos de León, nos reunimos para estrechar lazos de amistad. El carisma de los equipos es la espiritualidad conyugal, esto es, creer que podemos vivir el evangelio juntos en matrimonio y ayudarnos. Y el sábado hicimos manifestación pública de ello.

Primeramente, participando en la eucaristía de las siete de la tarde con los cristianos de esa parroquia. Allí estuvimos dando testimonio como matrimonios que creemos en Jesús. Rezando. Comulgando. Hablando. Cantando. Escuchamos la Palabra de Dios, comentada por José Luis en la homilía. Pedimos al Dios del amor por los que estamos y los que ya no están porque están en el estado de eternidad. Participamos de la comunión del mismo Jesús. Alabamos a Dios. Cantamos a la Virgen. Es lo que hicimos en la misa.

Después, compartimos unos alimentos y unos momentos de amistad. Porque los amigos se quieren y se llaman y se ayudan y hablan entre sí. Y eso fue lo que hicimos: sentirnos cercanos unos de otros. Saludarnos. Hablarnos. Escucharnos. Amarnos.  


La grandeza de la vida está en las pequeñas cosas.  Por eso hoy destacamos la grandeza de un encuentro que no es otra cosa que la sencillez de estar juntos. Gracias a todos los amigos ENS. Gracias a la Familia ENS. La sociedad tiene derecho a nuestro testimonio. No podemos negárselo. Es un testimonio de esperanza porque creemos en Dios.