miércoles, 30 de noviembre de 2016

EL COMER Y EL BEBER


  
Entonces, un viejo que tenía una posada dijo: Háblanos del comer y del beber.

Y él respondió:

Ojalá pudiérais vivir de la fragancia de la tierra y, como planta del aire, ser alimentados por la luz.
Pero, ya que debéis matar para comer y robar al recién nacido la leche de su madre para apagar vuestra sed, haced de ello un acto de adoración.
Y haced que vuestra mesa sea un altar en el que lo puro y lo inocente, el buque y la pradera sean sacrificados a aquello que es más puro y aún inocente que el hombre.
Cuando matéis un animal, decidle en vuestro corazón: "El mismo poder que te sacrifica, me sacrifica también; yo seré también destruido.
La misma ley que te entrega en mis manos me entregará a mí en manos más poderosas.
Tu sangre y mi sangre no son otra cosa que la savia que alimenta el árbol del cielo."

Y, cuando mordáis una manzana, decidle en vuestro corazón:
"Tus semillas vivirán en mi cuerpo.
Y los botones de tu mañana florecerán en mi corazón. Y tu fragancia será mi aliento.
Y gozaremos juntos a través de todas las estaciones."
Y, en el otoño, cuando reunáis las uvas de vuestras vides para el lagar, decid en vuestro corazón:
"Yo soy también una vid y mi fruto será llevado al lagar. Y, como vino nuevo será guardado en vasos eternos."
Y, en el invierno, cuando sorbáis el vino, que haya en vuestro corazón un canto para cada copa.
Y que haya en ese canto un recuerdo para los días otoña­les y para la vid y para el lagar.

Khalil Gibran


(Khalil Gibrán fue (aparte de pintor) poeta, novelista y ensayista. Nació en Líbano, aunque escribió su obra en inglés, ya que gran parte de su vida residió en Estados Unidos. El profeta es un libro que mezcla espiritualidad, sabiduría y poesía en prosa. Está dividido en varias partes, en las que Almustafá (el profeta), con tono sentencioso y a la vez poético, va tratando diferentes temas esenciales del Hombre, como "el amor", "el matrimonio", "la alegría y el dolor", "la libertad", "el conocimiento"... )

martes, 29 de noviembre de 2016

DICTADOS DEL MÁS ALLÁ

Pokhara, ciudad de Nepal, con el Himalaya al fondo

Vivir del mismo modo, con independencia de que se crea o no en que hay algo más tras la muerte, obliga a alinear las creencias religiosas y los derechos terrenales. También ayuda a ser más libres.

En la película Qué bello es vivir (1946), del director Frank Capra, el protagonista, George Bailey, encarnado por James Stewart, está a punto de suicidarse. Antes, un ángel le permite ver cómo sería el futuro sin su presencia. Visualiza un mundo peor. Así que cuando regresa de nuevo al momento previo al suicidio, en lugar de lanzarse por el puente, decide regresar a su hogar para que el mundo sea mejor gracias a estar él con vida. Son muchas las películas donde el protagonista tiene oportunidad de observar su futuro o su pasado desde el más allá. De casi toda ficción de ese tipo, libros, relatos, filmes…, se infiere algo fundamental: que, según lo que pensamos que nos espera, decidimos vivir de un modo determinado

La historia de las civilizaciones está plagada de costumbres que nos obligan a sacrificarnos por lo que pueda haber tras la muerte. Hay creencias que incluso obligan a tareas y conductas concretas, algunas realmente exigentes. Podríamos pensar que estos comportamientos son propios de culturas pasadas. Sin embargo, la religión protestante sigue considerando que el juicio final depende en gran medida de lo que uno haya aportado a la sociedad en lo material y económico durante la vida. En la católica, por su parte, se considera que los malos o buenos comportamientos determinan la salvación o condena de las almas.

Bajemos la cuestión a la tierra. Existen solo dos posibilidades. Que tras la muerte haya algo o que no haya nada. Veamos las conductas en cada caso.

Establecer relaciones causa-efecto entre vida presente y eventual vida futura allana el camino a la manipulación

Entre aquellos que piensan que sí hay algo, lo interesante desde un punto de vista conductual es que, por lo general, establecen una correlación entre lo que encontrarán y su comportamiento. Sistemáticamente se considera la vida una especie de prueba para determinar si merecemos una existencia mejor, más larga o eterna. ¿Por qué? Establecer relaciones causa-efecto entre vida presente y eventual vida futura allana el camino a la manipulación del individuo. Si nadie sabe a ciencia cierta qué hay después de la vida, ¿cómo puede defenderse que existen reglas causa-efecto entre ambas existencias? La vida eterna es una cuestión de fe, pero lo que nos espere después y de qué dependa está impregnado de tanta suposición como las religiones de antiguas civilizaciones.

Supongamos por un momento que alguien de ferviente fe y que creía en el más allá pasa a considerar que no hay nada tras la muerte. Absolutamente nada. ¿Cómo actuaría? ¿Dejaría de hacer el bien? ¿Modificaría su moral? ¿Su ética? Y, lo más importante, ¿sus conductas y comportamientos? Este es un supuesto muy terapéutico. La creencia en un Dios se ha asociado tradicionalmente a la de una vida eterna o prolongación de la existencia. Con el único objetivo de revisar conductas, permítanme esta pregunta: ¿puede existir un Dios creador pero no una vida eterna? Supongamos que sí. Esta hipótesis permitiría a los creyentes liberarse en vida de cualquier eventual manipulación por parte de los administradores de las religiones, sean cuales sean estas. Abrazar una fe sería una cuestión de principios, no de futuros indemostrables.

Las religiones son un modo de acercarse a un concepto de Dios y de vivir según un mandato divino o una determinada moral. ¿Por qué se ha hecho preciso un incentivo o castigo para que los fieles acaten las normas? Probablemente por cuestiones educativas, religiosas, sociales y, por supuesto, organizativas.

Actuar conforme a una fe o principios independientemente de una vida futura dejaría de condicionar cómo vivimos la actual y respondería a lo que sabemos: que la vida póstuma no es segura y la presente sí. Eso no significa caos, desorden, amoralidad o falta de ética. Significa libertad máxima. Se puede vivir plena y libremente sin pasar por encima de las libertades de los demás. ¿Puede una vida ser plena si está vinculada a una eventual futura existencia? Para los santos, mártires y muchos creyentes, sí. A otros les causa mucho sufrimiento, contradicciones y conflictos.

Queda una tercera solución interesante. Se trata de creer ambas cosas al mismo tiempo. Que hay algo y no hay nada. ¿De qué serviría en nuestro día a día? Probablemente, uno alcanza la máxima virtud cuando vive de la misma forma tanto si cree que hay vida en el más allá y un Dios que le juzgará como si piensa que no hay nada, que uno cierra los ojos y se acabó la película, sin salvación ni condena. Si bajo ambas premisas el comportamiento y valores con los que uno vive son los mismos, esa persona estará actuando libre de coacción, manipulación, presunciones o posibles falsas creencias. Y no está reñido con cualquier modo de fe. Vivo hoy según mi fe por lo que al presente le reporta, no por lo que al futuro pueda suponerle. Lograrlo hace a una persona completamente dueña de su libertad y la lleva a vivir una vida plena, sin importarle lo que vendrá, o no vendrá, después. Alguno esgrimirá que en eso consiste la salvación. Puede ser. No me lo planteo.

Lo que sí sé es que vivir de un mismo modo haya o no haya vida después obliga a una persona a alinear sus creencias religiosas y las humanas, los mandatos divinos y los derechos terrenales, y que su fe en Dios, en caso de darse, coincida con la naturaleza que ese Dios le ha dado. Somos seres humanos. Y pienso humildemente que, de existir un Dios, lo único que espera de nosotros es que nos comportemos como tales.



Fernando Trías de Bes 

El País semanal

lunes, 28 de noviembre de 2016

EL CHANTAJE EMOCIONAL





El chantaje emocional es una poderosa forma de manipulación en la que, directa o indirectamente, las personas próximas amenazan con castigarnos si no hacemos lo que quieren. En la base de cualquier forma de chantaje emocional, existe una amenaza fundamental que se expresa de maneras muy distintas: “sufrirás si no te comportas como yo quiero”.

Los chantajistas emocionales saben hasta qué punto valoramos la relación que mantenemos con ellos, lo importantes que son para nosotros y utilizan la información que tienen nuestra, como fruto de la convivencia y la confianza que hemos depositado en ellos, para golpear en nuestro fuero más íntimo con el fin de conseguir sus propósitos. Somos más vulnerables a la manipulación en la medida que tenemos carencias emocionales.

Cuando nuestra búsqueda se encamina a conseguir valoración, afecto o aprobación, como forma de conseguir llenar nuestros huecos, frustraciones, inseguridades, etc, quedamos a merced a los chantajistas emocionales que, no dudaran ni por un instante, en hacernos sentir que para conseguir de ellos lo que necesitamos, tenemos que ganárnoslo y amenazan con retirarnos su afectividad si no accedemos a sus demandas, eso sí, lo hacen de manera que impide o dificulta que nos demos cuenta de su manipulación. Rodean sus relaciones  con una bruma densa que garantiza que nos dará miedo atravesarla, que nos veremos obligados a ceder y nos sentiremos espantosamente culpables si no lo hacemos.

Los chantajistas amenazan, amenazan y amenazan con todo lo que es importante para nosotros. Nos dejan más o menos claro, que nos harán la vida difícil si no hacemos lo que quieren, con el abandono, poner fin a la relación, el desprecio, las críticas, la economía, ignoran nuestras necesidades, o bien, dejaran claro que nos harán o se harán daño si no cedemos. Los comportamientos del chantajista siempre van a más, por mucho que cedamos al chantaje nunca es suficiente, piden más y más hasta conseguir sus propósitos.

 Poner conciencia en la forma como nos relacionamos, supone una ayuda troncal en dos direcciones, una en cuanto a la comprensión de las relaciones interpersonales dañinas que mantenemos con nuestras personas queridas, que tanto sufrimiento nos causan y otra, que es fundamental, poner conciencia  en que para salir de esas relaciones es necesario que encendamos nuestra luz, darnos cuenta del poder que le damos a los demás, porque para que se dé una relación de chantaje emocional, hacen falta dos.

Cada persona incorpora a sus relaciones un poderoso conjunto de puntos candentes: la acumulación de resentimientos, pesares, inseguridades, miedos y cóleras que constituyen nuestros puntos débiles y duelen cuando los tocan. El chantaje emocional sólo se produce si permitimos que los demás sepan que han descubierto nuestros puntos candentes y que saltaremos si los aprietan con un repertorio de respuestas que tenemos automatizadas.


 María Guerrero Escusa

domingo, 27 de noviembre de 2016

DIOS YA ESTÁ EN NOSOTROS

Costa australiana

MATEO 24, 37-44

37 Ahora bien, lo que pasó en tiempos de Noé pasará en la llegada del Hijo del hombre; 38 es decir, lo mismo que en los días antes del diluvio la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca 39 y, estando ellos desprevenidos, llegó el diluvio y arrambló con todos, así sucederá también en la llegada del Hijo del hombre.

40 Entonces, dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; 41 dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.

42 Por tanto, manteneos despiertos, pues no sabéis qué día va a llegar vuestro Señor.

43 Ya comprendéis que si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se quedaría en vela y no lo dejaría abrir un boquete en su casa.

44 Pues estad también vosotros preparados, que cuando menos lo penséis llegará el Hijo del hombre.

Este evangelio, en una primera lectura, parece que tiene algo de amenazante. Es como si nos dijese, estad alerta porque, ¡cuidado!, en cualquier momento os vais a morir y Dios os va a juzgar.  Pero, si profundizamos en él, en verdad no hay ninguna amenaza porque lo que nos anuncia es la esperanza de ver a Dios cara a cara. ¿Y esto cuándo va a ocurrir? Cuando tomemos conciencia de que Dios ya está con nosotros. No se trata de que llegue alguien de fuera a despertarnos de nuestro letargo, se trata de que tomemos conciencia de que Dios ya está aquí, entre nosotros, dentro de nosotros. Para eso es este tiempo de adviento. Para darnos cuenta de que Dios ya está en nosotros.


Cuando seamos conscientes de ello, viviremos la vida en color. Como nos propone el siguiente video. Feliz adviento.  


sábado, 26 de noviembre de 2016

HÁGASE EN MÍ

Preciosa canción.
Relájate, toma tiempo, déjate estar...
Y escucha

viernes, 25 de noviembre de 2016

ENCAUZAR LA IRA


El enfado y la ira son emociones normales del ser humano (Jakob Helbig - Getty)

Tensión muscular, incremento del ritmo cardiaco y dientes e incluso puños apretados. La imagen descubre un enfado que ha alcanzado su manifestación física.

Enfadarse es algo inherente al ser humano: “Es muy importante subrayar que el enfado o la ira, como lo denominamos en psicología, es una emoción normal, que todos tenemos”, afirma Inés Magán, doctora en psicología, profesora en la Universidad Camilo José Cela de Madrid y coautora del libro La Ira (Ed. Grupo 5, 2016). Pero, ¿eres capaz de mantener esta reacción en la línea saludable?

La ira puede ser positiva

El enfado es una alarma que se activa cuando algo no funciona adecuadamente (Jacquie Boyd - Getty)

Sin embargo, y aunque resulte extraño, la ira es una emoción relacionada con la resolución de problemas.

Aunque este estado desencadene sensaciones negativas en nuestro organismo, es una alarma que se enciende cuando algo no funciona. “Que se asocie a malestar no quiere decir que sea mala en sí misma, pensemos en el dolor físico, genera malestar pero nos avisa de que algo puede estar mal en nuestro organismo. En este sentido, la ira es problemática solo si es muy intensa, frecuente, en definitiva, si es desproporcionada o las consecuencias son muy negativas”, continúa la experta.

Buenas prácticas del enfado

De su proporción, ajuste con la realidad y tiempo depende que el enfado sea una herramienta o se transforme en un tormento. De hecho, existen varios tipos de ira: una adaptativa y otra disfuncional.

La ira disfuncional es la que tiene consecuencias negativas para uno mismo”
“La primera es la ira saludable, la que nos ayuda a resolver conflictos con otras personas, manifestar aquello que se desea cambiar, defender nuestros intereses o derechos…”, señala la psicóloga. Esto se cumple siempre que se exprese desde el respeto, la calma y la firmeza.

La segunda, la disfuncional, “es aquella que tiene consecuencias negativas para uno mismo y para las personas que nos rodean y el entorno”, añade. Esta comienza cuando, coloquialmente, nos sacan de nuestras casillas. Algo que, lamentablemente, solemos ver cuando alguien pierde los nervios al volante. ¿Resultados? Gritos, insultos e incluso golpes o peleas.

1. Huir de la represión

Cuando se suprime la expresión del enfado la reacción posterior suele ser desproporcionada (Mike Kemp - Getty)

Maquillar los sentimientos negativos que ha podido generar una situación, poniendo una sonrisa rígida, es contraproducente.

La supresión del enojo puede desembocar en lo que se denomina estilo pasivo-agresivo. “Cuando se suprime la expresión del enfado hasta que un día no se puede más y se estalla habitualmente de forma muy desproporcionada en relación con el suceso que ha generado ese enfado”, resalta la doctora.

Dependiendo del grado en que nos afecte la situación, existen varias tácticas para afrontarla. “No se trata de reprimirlo, porque no es sano, es preferible relativizarlo y no darle importancia. Si es algo importante para nosotros, hay que planificar qué decir, cómo, cuándo y dónde”, señala a especialista.

2. El caso del tardón

Son múltiples las situaciones que desatan la ira cotidiana, pero las reacciones suelen ser las mismas.

“Tan inadecuado es no decir nada, pero estar cortante, como decir no puedo más” Inés Magán. Doctora en psicología, profesora en la Universidad Camilo José Cela de Madrid
El conflicto puede estallar, por ejemplo, cuando el concepto de puntualidad inglesa tiene significación solo para una de las personas que han fijado una cita. “Tan inadecuado es no decir nada, pero estar cortante, como decir: ¡no puedo más, siempre estás igual!”, dice Magán.

Expresar el malestar sí, pero sin culpar y agredir. Lo mejor es contextualizar y ser concretos: “sé que últimamente no tienes tiempo, pero no me gusta estar esperando a que llegues. Me gustaría que intentemos ser más puntuales y, así, yo pueda organizarme mejor, ¿te parece?”, recomienda.

3. Objetivo: frenar la discusión

Lo importante es no entrar en el juego (Image Source - Getty)

Aunque sobre el papel parezca sencillo redirigir las emociones, si la situación ha desembocado en un estado de rabia y desasosiego el enfrentamiento está servido.
“Obviamente, si no vamos a ser capaces de hacer esta crítica de manera calmada y asertiva, es mejor posponerlo para tomar perspectiva. Manifestar el enfado cuando se está alterado puede ser contraproducente, puesto que podemos decir cosas de las que luego nos arrepintamos”.

Pero, si somos nosotros quienes nos exponemos a una persona iracunda, ¿cómo desarrollar el encuentro reduciendo al máximo los daños colaterales?
Lo primero es evitar entrar en el juego. “Hay que indicarlo sin perder las formas ni la compostura. Si la persona persiste, puede ser necesario que salgamos de la situación, avisando siempre claro, y que indiquemos que se habla todo cuando se esté más tranquilo”, concluye la experta.


Tomado de La Vanguardia, 2016

jueves, 24 de noviembre de 2016

LA IGUALDAD




Y seguimos con el tema de la dureza del varón frente a la mujer. Una vez le preguntan a Jesús:"¿Le es lícito al varón divorciarse de su mujer?".
El divorcio entonces no era como el de hoy. Entonces el hombre podía dejar a la mujer y expulsarla de su casa, pero la mujer no podía hacer lo mismo.
La respuesta de Jesús es sorprendente. Esta ley "machista", en concreto, se ha impuesto en el pueblo judío por la "dureza de corazón" de los varones que controlan a las mujeres y las someten a su voluntad.
Hombre y mujer han sido creados iguales, ninguno debe dominar al otro. Desde esta situación se destruye totalmente la sociedad patriarcal en cualquiera de sus variantes, no sólo en el matrimonio
Por eso hemos de escuchar el mensaje de Dios. No es posible abrir caminos al reino de Dios sin luchar activamente contra el patriarcado. ¿Cuándo la Iglesia será consciente de ello para evitar así tanto abuso o violencia contra la mujer? 
Un abrazo



Huellas

martes, 22 de noviembre de 2016

UNA PROPUESTA: DEJAR DE QUEJARSE

Qatar


Así te cambia la vida si pasas un mes entero sin quejarte.

Más de mil personas se unieron en febrero a una iniciativa creada por Internet que propone dejar de lamentarse por cosas cotidianas.


Queja viene del latín, de quassiare, de quassare, que significa golpear violentamente, quebrantar, y expresa un dolor, una pena, el resentimiento, la desazón... Un amplio espectro de sensaciones pero con un nexo común: su carácter negativo. Y este lleva al odio y, como es bien sabido, el odio lleva al lado oscuro. Con esto en mente, un par de amigos, Thierry Blancpain y Pieter Pelgrims, decidieron establecer en febrero el proyecto Complaint Restraint February. Un mes de 28 días en el que uno no podía ayear por tonterías.

"Pieter y yo llevamos siendo amigos desde hace 10 años y hemos trabajado juntos en muchos proyectos y en invierno de 2010, tuvimos la idea de dejar de quejarnos por un mes", cuenta Blancpain por correo electrónico. Este suizo creador de tipografías no sabe de quién fue, pero supone que uno de los dos se estaba dando la tabarra y el otro le dijo que se callase durante un mes. "Como después nos sentimos más felices, decidimos repetir al año siguiente". En 2014, preguntaron a algunos amigos si querían unirse y, tras ver que también sentían los efectos, en 2015 lo abrieron al público con una web para que apuntarse al experimento. Esperaban tener 50 solicitudes. Al final fueron 1.750.

Tras aclarar que quejarse no es malo de por sí, Blancpain explica que su idea es dejar de hacerlo por las pequeñas cosas que en realidad no importan. "La lluvia, el bebé que llora en el restaurante, el jefe que te hace estar una hora más en la oficina, el autobús que perdiste para ir al trabajo". Acontecimientos que "vistos con perspectiva no importan y en las que enfocarse es una pérdida de tiempo y energía". "Si tenemos comida, casa, familia, amigos...¿no deberíamos ser felices?".

Según Blancpain, los beneficios de esta actitud tienen dos caras. Por un lado, aumenta "la sensación de felicidad" y disminuye la de “estar quemado". Por otro, adquirimos "conocimientos sobre la forma en que nos comunicamos y cómo se comunica la gente de nuestro alrededor". Durante ese mes, asegura que se da cuenta que ciertos conocidos son muy negativos y le hacen más infeliz. "Puede sonar duro, pero creo que no es razonable pasar tiempo con una persona con la que nos sentimos peor después de quedar".
Sin ser expertos en psicología, Blancpain y Pelgrims tienen el conocimiento que da años de práctica. Un truco es darle la vuelta a las quejas en sugerencias positivas. "Si alguien viene y me cuenta que alguna pequeña cosa negativa sobre su trabajo, le pregunto si no cree que su jefe horrible es señal de que debe buscar un nuevo empleo”. Cuando hace malo y no se puede estar en la calle, sugiere ir a "ver una peli". Algunos van un poco más lejos y llevan una goma elástica alrededor de la muñeca con la que se provocan dolor cada vez que se quejan en alto para condicionarse pavlovianamente. "A lo mejor ayuda, pero lo importante no es dejarlo completamente [esto Blancpain lo considera imposible] sino darse cuenta y redirigir esa energía" a aspectos positivos.

Los creadores de la iniciativa tienen el conocimiento que da años de práctica. Un truco es darle la vuelta a las quejas en sugerencias positivas.

Este ha sido el primer año que lo abren al gran público. Estiman que ha sido un éxito. Algunos les mandaban correos electrónicos asegurándoles que habían hecho su vida mejor, otros comentaron que tuvo un efecto negativo en su vida al darse cuenta que tenían gente muy negativa en su entorno. El éxito les pilló por sorpresa, así que para la próxima edición piensas preparar materiales, artículos, experiencias... para ayudar a los que quieran unirse.

Escogieron febrero debido a que es el mes más corto del año y sería más fácil de lograr, pero parar de ayear no está ceñido a ese periodo. "Puedas dejar de quejarte ahora mismo, estás donde estés, y tener un mejor marzo, abril o junio". Solo recuerda, si algo "realmente malo" ocurre en tu vida, mejor "cuéntaselo a tus amigos". Se supone que tiene que hacerte sentir feliz, no miserablemente solo.


Tomado de El Periódico El Pais, 2016

A muchos nos puede venir bien como regla de vida. ¿Por qué no?

lunes, 21 de noviembre de 2016

EN ESTE MOMENTO, ANHELANTE Y PENSATIVO


El problema no es Trump: irracionales potencialmente destructivos los hubo y los habrá siempre. El problema son los miles de personas que creen en los valores que él representa. Los que privilegian el capitalismo, la xenofobia, la desconfianza y sus propios intereses en detrimento del bien común. Los que apelan al brexit, el blindaje de fronteras y el separatismo. Los que se entregan a cualquier tipo de radicalismo. Los que piensan que el drama de los refugiados no va con ellos. Los que violan (en Colombia o en Pamplona) porque saben que su crimen quedará impune. Los que agreden a otros en cualquiera de las mil formas posibles (pensamos en asesinatos, pero la violencia empieza por gritar lleno de furia al que va en el coche de al lado).

El problema no es "la cabeza visible" de esa que queremos llamar "la primera potencia del mundo" (y seguimos en este juego donde sólo prima lo económico). El problema son todas las otras cabezas: las que carecen de educación y criterio propio, las que no ven/no quieren ver cómo se repite la Historia, las que lanzan la piedra en cualquier foro de internet para luego esconder la cabeza...

No sé cómo hemos llegado a esta situación. Habrá quien acalle su conciencia diciendo que vivimos/sufrimos el legado que nos dejaron nuestros padres y las generaciones anteriores. No interesa. Los que estamos ahora, tenemos la ineludible misión de vivir y educar en conciencia. Vivir y educar en conciencia. A nuestros hijos. A los hijos de nuestros amigos. Al vecino. Al animal incívico que nos cruzamos por la calle.

Porque no es una cuestión de credo político: de rechazar a un candidato en virtud de otro que encarna, o no, un dechado de virtudes. El problema es avalar una serie de comportamientos que no caben en el marco de la civilización (sea en Irak, EEUU o Corea), y dejar que corran y acarreen consecuencias. Es la mediocridad de todos los días, el miedo paleolítico al otro, la precariedad material, pero también de valores y de amor, la imperdonable indiferencia ante la desdicha de los demás (que, no cabe la menor duda, acaba por ser la nuestra). Tenemos lo que tenemos: lo que ha ocurrido en las urnas es apenas el reflejo de este "pan nuestro de cada día". Es un espejo y una bofetada a nosotros mismos. Porque ya basta de "quejarse y tragar", o acabaremos dando este mismo alimento a quienes vengan después de nosotros. Sencillamente porque no se puede dar a otros lo que no se tiene. ¿Nos acusaran las próximas generaciones de no haber hecho nada por mejorar lo recibido?

No, no hablamos de Trump ni de los Estados Unidos de Norteamérica: hablamos de la Humanidad. Y, repito, hoy más que nunca tenemos la ineludible misión de vivir y educar en conciencia. Resuenen con más fuerza que nunca los versos que escribiera el poeta Walt Whitman en su obra Hojas de hierba:

En este momento anhelante y pensativo, sentado a solas.

Me parece que en otras tierras hay otros hombres también anhelantes y pensativos,

me parece que puedo mirar a lo lejos y divisarlos en Alemania, Italia, Francia, España– y más lejos aún, en China, o en Rusia, o en India – hablando otros dialectos;

y me parece que si me fuera posible conocer a estos hombres,

con ellos me uniría, como hago con los hombres de mi propia tierra,

¡oh! yo sé que seríamos hermanos y amantes,

yo sé que llegaría a ser feliz con ellos.


María Teresa Sánchez Carmona
Eclesalia

Nota de la redacción. El fin de semana ha tenido lugar en El Pardo, Madrid, la jornada de formación para los nuevos responsables de sector. De nuestra Región Noroeste han acudido Isabel y José Juan, responsables de Ponferrada-Astorga-La Bañeza, Puri y Heliodoro, responsables de Palencia, y Teresa y Pepe, responsables de Valladolid. Vienen encantadas y con ganas de poner toda su ilusión en el Movimiento. Aquí tenéis, pinchando, un testimonio de esa Jornada.

domingo, 20 de noviembre de 2016

REINO DEL AMOR


 
Nepal
LUCAS 23, 35-43

35 El pueblo se había quedado observando. Los jefes, a su vez, comentaban con sorna:

- A otros ha salvado; que se salve él si es el Mesías de Dios, el Elegido.

36 También los soldados se burlaban de él; se acercaban y le ofrecían vinagre 37 diciendo:

- Si tú eres el rey de los judíos, sálvate.

38 Además, tenía puesto un letrero: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS

39 Uno de los malhechores crucificados lo insultaba. ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti y a nosotros. 40 Pero el otro se lo reprochó:

- Y tú, sufriendo la misma pena, ¿no tienes siquiera temor de Dios? 41 Además, para nosotros es justa, nos dan nuestro merecido; éste, en cambio, no ha hecho nada malo.

42 Y añadió:

- Jesús, acuérdate de mí cuando vengas como rey.

43 Jesús le respondió:

- Te lo aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso.

Hoy celebramos la festividad de Cristo Rey. Hoy podemos decir que el reino de Dios ha triunfado: es el triunfo de la cruz, porque esa es la entrega total por amor.

Si imaginamos el reino de Dios al estilo humano caemos en un gran error. Dios no impone, Dios ofrece su Reino, Dios nos ha creado por y para amar. Por eso, el Reino de Dios solo puede ser el Reino del Amor. Razón por la que ya puede estar aquí, entre nosotros.

El Reino del amor es el reino de la comprensión, de la cercanía, de la bondad, de la generosidad, de la entrega, de la sencillez, de la muerte por amor. Es lo que hizo Jesús. Es lo que nosotros podemos hacer: amar sin límites.

El siguiente video nos lo hace comprender muy bien. Feliz fiesta y feliz domingo



sábado, 19 de noviembre de 2016

VOY A VIVIR

La canción non invita a vivir
¡¡Vega, vamos a hacerle caso!!

 

viernes, 18 de noviembre de 2016

LA CAJA DE LECHE


Cosa curiosa. He sentido hoy que no da igual poner la caja de la leche -el tetrabrik- al echarla al vaso, de una forma u otra. Hagamos la prueba. Si colocamos el agujero de salida en la parte de arriba, sale la leche despacio, pero resulta que no sale toda, se queda una parte dentro, la parte de abajo.

Sin embargo, si pongo el agujero en la parte de abajo, sale a borbotones, salpica, mancha, pero sale toda.

Conclusión: si me entrego, si me doy de verdad, me salpica la vida, me mancha la ropa, la fama.

Así es la vida: se trata de darnos del todo, aunque eso nos salpique y nos complique la vida. De otra forma, la vida es más normal, pero nos quedamos una parte para nosotros.

Ya decimos “das la mano y te cogen el brazo entero”. La caridad, el servicio, si es de verdad, nos tiene que doler, costar. Supone entrega total.

Noto que buscamos una fe inodora, sin complicaciones, muda… lo que hoy decimos “sociedad líquida”. Ocurre como en la naturaleza. Pasamos un verano sin truenos, pero también sin agua. Muchas veces viene la lluvia tras el trueno. Y nos da miedo... pero es necesario.

Muchas veces optamos por estar yo bien, sin problemas, pero si quiero dar todo lo que soy, lo que tengo, es preciso poner mi vida a disposición: que salga todo lo que hay en mí, mi compromiso, aunque eso me salpica.

Lo estamos viendo y viviendo en los refugiados, en los marginados. Es relativamente fácil darles cosas, pero resulta más complicado, nos embarra más el acoger a una persona en casa, el hacerme amigo suyo, el irme 15 días a los campamentos de Grecia.

Me lo ha enseñado un amigo pakistaní. Estuvo tres años conviviendo conmigo y acabamos como amigos. Esta semana, que yo estaba un poco pachucho, le ha dicho a su jefe de trabajo que si le daba permiso tres días para venir a hacerme compañía.

Son gestos que emocionan. Ha puesto la caja de tetrabrik hacia abajo y estaba dispuesto a perder el sueldo y las vacaciones de tres días por acompañarme.

Otro inmigrante no celebra el cumpleaños de su hijo si no estoy yo. Cambia de fecha, porque quiere mi presencia...

Aprender a que me salpiquen las realidades NO es amar de memoria y según los cánones la caja hacia arriba sino mancharme, mojarme. El que ama, da la vida por sus amigos.

En estos pueblos es normal recoger nueces. Y cuando se recogen hay que limpiarlas porque dejan el verdor pegado a las manos y cuesta muchos días y mucho jabón el quitarse. Se han manchado con los cocolones. Y dura la suciedad. Cada vez que pasan a comulgar y veo esas manos ennegrecidas, siento la sensación: “sí que están implicadas con la Vida”.




Gerardo Villar

jueves, 17 de noviembre de 2016

LA BELLEZA




Muchas veces en la vida nos parece que todo en torno nuestro es duro, sin color, frío, como esas piedras que aparecen en la foto. Pero aún en esa situación podemos luchar por cambiarlo y que aparezca la belleza por las pequeñas ranuras de nuestra vida.
Esas flores son tan bellas que embellecen el entorno. Nosotros también podemos hacer lo mismo. Busquemos en los pequeños resquicios que nos da la vida y hagamos brotar la belleza, porque en ella está Dios.
Un abrazo



Huellas

miércoles, 16 de noviembre de 2016

EL PAPA CLAMA CONTRA EL «ÍDOLO-DINERO» Y DENUNCIA LA «BANCARROTA DE LA HUMANIDAD»


El Papa Francisco arremetió hoy contra un orden mundial que ha hecho del dinero "un ídolo" que tiraniza a los pueblos y denunció la "bancarrota de la humanidad", personificada en los refugiados y en quienes los desprecian.

Francisco se mostró tajante durante el acto de clausura del III Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, al instar a los alrededor de 5.000 participantes a rebelarse contra este sistema económico y a asistir a quienes más sufren o menos tienen.

Sus palabras resonaron con fuerza en el aula Pablo VI del Vaticano: "¿Quién gobierna entonces? El dinero ¿Cómo gobierna? Con el látigo del miedo, de la inequidad, de la violencia económica, social, cultural y militar que engendra más y más violencia".

Ese "control global del dinero" genera, en opinión del pontífice argentino, un "terrorismo de base" del que a su vez emanan otros "terrorismos derivados, como el narcoterrorismo, el terrorismo de Estado o lo que erróneamente algunos llaman terrorismo étnico o religioso".

En ese momento Francisco exclamó que "ningún pueblo ni religión es terrorista", aunque al mismo tiempo reconoció que "hay pequeños grupos fundamentalistas en todos los lados".

Sea como fuere, aseveró que "toda la doctrina social de la Iglesia (...) se rebela contra el ídolo-dinero" que, según sostuvo, "reina en lugar de servir, tiraniza y aterroriza a la humanidad".

El Papa volvió a denunciar una situación que le preocupa sobremanera: "la vergüenza" y el drama que viven miles de personas que se ven obligadas a abandonar sus tierras a causa de los conflictos.

"¿Qué le pasa al mundo de hoy que, cuando se produce la bancarrota de un banco, de inmediato aparecen sumas escandalosas para salvarlo, pero cuando se produce esta bancarrota de la humanidad no hay casi ni una milésima parte para salvar a esos hermanos", cuestionó, parafraseando al arzobispo Jerónimo de Grecia.

Apuntó que "el mal es doble cuando, frente a esas circunstancias terribles, el emigrante se ve arrojado a las garras de los traficantes de personas para cruzar las fronteras", y triple si a su llegada a un nuevo país se le desprecia, explota o esclaviza.

El Papa también tuvo palabras para los muros o las alambradas erigidas en algunas fronteras para contener el flujo migratorio y que a su juicio proporcionan "una falsa seguridad".

"Muros que encierran a unos y destierran a otros. Ciudadanos amurallados, aterrorizados, de un lado; excluidos, desterrados, más aterrorizados todavía, del otro", lamentó, y denunció un Mediterráneo que se ha convertido en "un cementerio" con "muros manchados de sangre inocente", dijo.

Durante su aplaudida alocución se refirió a la corrupción, que "no es un vicio exclusivo de la política" sino una lacra también presente en las empresas, en los medios de comunicación y en las organizaciones sociales y también en las iglesias.

Por ello llamó a quienes ejercen en estos ámbitos liberarse de "ataduras" como el gusto por "el dinero, los banquetes exuberantes, las mansiones suntuosas, los trajes refinados o los autos de lujo".

Para ello, secundó al expresidente de Uruguay Jose Mujica, al apuntar que "quien tenga afición por todas estas cosas, por favor, que no se meta en política" y añadió: "Y en el seminario tampoco".

Recomendó como "mejor antídoto" ante la "tentación de la corrupción" la práctica de la austeridad y predicar después con el ejemplo, que "tiene más fuerza que mil palabras, que mil votantes, que mil 'likes', que mil 'retuits', que mil vídeos de Youtube".

El Papa llamó a los participantes de los Movimientos Populares a contribuir a que el mundo "se sane de su atrofia moral".

"Este sistema atrofiado puede ofrecer ciertos implantes cosméticos que no son verdadero desarrollo: crecimiento económico, avances técnicos, mayor eficiencia para producir cosas que se compran, se usan y se tiran englobándonos a todos en una vertiginosa dinámica del descarte", advirtió.

Para después apuntar que ese sistema impide "el desarrollo del ser humano en su integridad", una evolución que no se limita al mero consumo ni al bienestar de unos pocos, sino que "incluye a todos los pueblos y personas en la plenitud de su dignidad".

"Ese es el desarrollo que necesitamos: humano, integral y respetuoso de la Creación", reivindicó Francisco, para después secundar el lema de estos encuentros, basado en lo que se conoce como las "3T": "tierra, techo y trabajo" para todos.

En este tercer encuentro de los Movimientos Populares participaron organizaciones de base procedentes de países de todo el mundo, como España, Colombia, Argentina, Guatemala, México, Ecuador, Cuba, Costa Rica o Venezuela.

Al término de su discurso, el Papa saludó a algunos de los asistentes, entre ellos al propio Mujica y a su esposa, Lucía Topolansky, que le escucharon desde la primera fila del auditorio.




Efe - La Razón

martes, 15 de noviembre de 2016

CONFÍA

No es tanto hacer y hacer
No es tanto ir corriendo de un lado para otro
No es tanto ni es necesario estar agobiado y preocupado
Se trata de encontrar la calma
Se trata de vivir en paz
Se trata de confiar en EL
Ahí está la sabiduría.

lunes, 14 de noviembre de 2016

HABLO DE DIOS



Vuelvo a hablar de Dios en esta mañana de otoño de infinita belleza y de tantos motivos de angustia. Digo “Dios” para decir todo lo que ven los ojos y lo que no pueden ver y lo que aún ni siquiera es. Digo “Dios” para rendirme a la belleza, sostener el ánimo, bendecir el mundo y sus mejores posibilidades sin condenar a nadie.

Digo “Dios”, pues con esa palabra nací, crecí, aprendí a hablar y a vivir, y a decir el Todo como bello, bueno y fiable, a pesar de todo. Pero no es necesario decir “Dios”, ni pensarlo ni decirlo, ni “creer” nada; basta mirar y ser lo que somos, como basta al petirrojo vivir y cantar.

Nos enredamos demasiado. Con ocasión de la fiesta de Todos los Santos y Difuntos, Manuel Fraijó, pensador lúcido y honesto, escribió en EL PAÍS un artículo titulado “Avatares de la creencia en Dios”. Con su estilo reflexivo y claro, dejaba la conclusión suspendida entre la afirmación y la negación, y terminaba citando a Pascal: “Es incomprensible que exista Dios e incomprensible que no exista”. Pero omitía la cuestión primera: no si Dios existe, sino qué significa Dios.

Si escribes “Dios” en Google, te aparecerán 610.000.000 resultados en 0,41 segundos. Y desde el primer documento te explicará que es un nombre masculino, un “ser sobrenatural al que se rinde culto”, que son varios o muchos en algunas religiones,  y único en otras, eterno, creador, juez, omnipotente, infinitamente justo y bueno. Un Ente Supremo con psicología humana, que piensa, siente, obra de manera muy similar a la de este homo sapiens que somos, reciente y pasajero. A eso llamo un “Dios teísta”. Sal de Google. Eso no es Dios.

Algunos lo han venerado como Sol o como Luna, o como Cielo padre o como Tierra madre, otros como un árbol (el Yggdrasil de los mitos nórdicos, por ejemplo), otros como un animal (leopardo, perro, serpiente, pájaro…), o como ser humano, casi siempre masculino, a menudo rey, a veces con pareja femenina. Era Dios lo que querían adorar, pero la forma en la que lo imaginaban no era más que “Dios”: una imagen hecha a imagen de sí mismos. El Maestro Eckhart enseñaba: “Todo lo que haces y piensas sobre Dios es más sobre ti que sobre Él”. Déjalo, pues. Vayamos más allá, a lo Real.

Vayan los teólogos más allá del teísmo y del ateísmo, siguiendo la estela de los místicos de todos los tiempos y de algunos grandes teólogos de la primera mitad del siglo XX, como Tillich y Bonhöffer, a los que casi nadie siguió lamentablemente, y por eso se encuentra la teología –lenguaje sobre Dios– en el impasse en el que se encuentra. Hablen de Dios los teólogos de hoy como pide nuestro tiempo: los jóvenes y los mayores, la ciencia, la filosofía y la mística. Dejen de defender la existencia de “Dios” sin antes decirnos qué entienden por “Dios” de una manera creíble para hoy. Un “Dios” que necesita defensa no existe: es simplemente un esquema mental, una forma de entendernos, o de defendernos, de darnos la razón.

Vayan los ateos más allá del ateísmo, como Albert Camus que escribió de sí: “No creo en Dios, pero no por ello soy un ateo”. Es decir, un ateo que se queda en la pura negación del teísmo. Tienen razón los ateos al negar a “Dios”, pero no al pensar que no haya más Dios que el que ellos niegan. No, no hace falta “Dios” para explicar el Big-Bang o las orquídeas o las golondrinas que ya migraron; un “Dios” que fuera causa productiva y explicativa de una realidad física (onda, partícula, materia, energía) o del universo entero, sería un ente distinto y separado de este universo, y en algún “punto” o en algún “momento” debería ser una causa física, y por lo tanto una parte del mundo, y por ende objeto de estudio para la ciencia. Tiene razón en eso, señor Hawking, pero eso ya está muy repetido. Vayamos más allá de todo dogmatismo teísta o ateo, al Misterio de lo que es, de lo que somos.

Lo Real es. Y es maravilloso, a la vez que dramático y sufriente. Míralo más de cerca. Hace unos días, científicos de la Universidad Técnica de Delft (Holanda) han realizado un experimento que vuelve a demostrar lo que ya se conocía desde 1970: las partículas atómicas existen fuera de nuestro espacio y tiempo, es como si fueran “ubicuas” y “eternas”, y, aun estando muy separadas, están entrelazadas. Ese universo cuántico, como el canto del petirrojo, es una imagen del Misterio de la Realidad que podemos llamar “Dios”. Cuando digo “Dios”, quiero decir la Hondura, la Fuente del ser, la Energía Originaria más allá o más acá de la separación entre espíritu y materia. La Creatividad inagotable. La Bondad creativa. La pura relación sin separación alguna. ¿Persona? No en el sentido dualista en que nosotros nos experimentamos: una persona frente a otra, una relación entre dos. Dios es el Tú Absoluto sin dos, el Yo Infinito sin ego, la pura Conciencia sin división entre sujeto y objeto. La Comunión eterna de la diversidad universal.

Pero ¿no me contradigo al hablar de Dios en esos términos? ¿No vuelvo de esta forma a definir a Dios? No quiero definirlo, pero me contradigo, lo reconozco, pues Dios es lo Indecible y yo trato de decirlo de alguna forma, y en la medida en que hablo lo “defino” aun sin quererlo. Pero no sé cómo salir de esta contradicción consustancial de nuestra conciencia y de nuestra palabra. Lo dicho por la palabra se nutre de lo no dicho, de lo que siempre queda por decir, de lo que nunca logramos decir. ¿Cómo hablar enteramente si solo decimos lo que podemos decir? ¿Cómo hablar de la parte que vemos –esa nube, esa luz, esa sombra, ese riachuelo tranquilo– sin hablar del Todo invisible e inefable? Si lo defines, ya no es Dios, pero si no hablas de Dios (con ese nombre o sin él), no puedes hablar bien de nada, pues nada está encerrado en los límites de la apariencia y de la palabra.

Cuando hablas de verdad, hablas de Dios, o habla Dios en el fondo de la Realidad infinita y de tu pobre palabra, también infinita. Cuando hablas de verdad, es como si rezaras: como si rezara tu ser profundo, como si te rezara Dios con infinita ternura y confianza desde el fondo de tu ser, desde el fondo de todo lo que es, de todos los seres que gozan y sufren. Pues Dios es como el Fondo infinito de ternura allí donde hay rencor, de paz donde hay guerra, de vida donde hay muerte. Dios es tu ser verdadero, lo que puedes llegar a ser, lo que puedes hacer que sea. Y no tengas miedo a dejar de ser. Mira cómo cae apaciblemente la hoja en otoño. Hacia la Gran Comunión.


José ARREGI

domingo, 13 de noviembre de 2016

CONSTANCIA PARA VIVIR

En la India, ahora mismo. Fotografía de Arturo y Mª Jesús.

LUCAS 21, 5-19
5 Como algunos hablaban del templo, ponderando la calidad de la piedra y el adorno de los exvotos, dijo:

6 - Eso que contempláis llegará un día en que no dejarán piedra sobre piedra que no derriben.

7 Entonces le hicieron esta pregunta:

- Maestro, ¿cuándo va a ocurrir eso? y ¿cuál será la señal cuando eso esté para suceder?

8 Él respondió:

- Cuidado con dejarse extraviar, porque van a llegar muchos diciendo en nombre mío "Yo soy" y "El momento está cerca"; no os vayáis tras ellos. 9 Cuando oigáis estruendo de batallas y subversiones, no tengáis pánico, porque eso tiene que suceder primero, pero el fin no será inmediato.

10 Entonces dijo a los discípulos:

- Se alzará nación contra nación y reino contra reino, 11 habrá grandes terremotos y, en diversos lugares, hambre y epidemias; habrá fenómenos terribles y señales grandes en el cielo.

12 Pero antes de todo eso os perseguirán y os echarán mano, para entregaros a las sinagogas y cárceles y conduciros ante reyes y gobernadores por causa mía. 13 Tendréis en eso una prueba.

14 Ahora, haced el propósito de no preocuparos por vuestra defensa, 15 porque yo os daré palabras tan acertadas que ninguno de vuestros adversarios podrá haceros frente o contradeciros.

16 Hasta vuestros padres y hermanos, parientes y amigos, os entregarán y os harán morir a algunos. 17 Seréis odiados de todos por razón de mi persona, 18 pero no perderéis ni un pelo de la cabeza. 19 Con vuestra constancia conseguiréis la vida.

No sabemos cómo será el fin del mundo ni sabemos si lo habrá. No me preocupa ni me ocupa.

Del evangelio del hoy, queremos destacar dos reflexiones.

La primera, sea como sea ese fin del mundo, Jesús, nos dice “no os preocupéis porque yo estaré con vosotros”. Y eso me basta. Confío en él. Sé que estaré bien. Sé que sabré decir lo que tenga que decir. Porque Jesús me lo ha dicho. Y para mi ese es suficiente.

La segunda, tiene que ver con el título de este comentario:  Con vuestra constancia conseguiréis la vida. Porque lo mejor de la vida es el día a día, ahí está le felicidad, ahí está la plenitud. La Vida no se consigue en un momento determinado y para siempre, es un camino lleno de posibilidades y a veces con muchas dificultades. La grandeza de vivir es saber aceptar las bondades, las dificultades, los sinsabores, las dudas, las tristezas, las alegrías. Porque vivir es un acto continuo de consciencia. Cuando llegamos a ser conscientes de esto, dejaremos de sufrir a lo tonto y nos pondremos en manos de Dios para aquello que Dios haya pensado para nosotros.


En fin, amigos de los equipos, la felicidad de la vida está directamente en proporción a la confianza que pongamos en Dios. 

En el siguiente video nos invitan a esa confianza. Feliz domingo.