miércoles, 17 de agosto de 2016

CLAVOS CONTRA LOS HERMANOS



Señor, Dios nuestro:
Tú eres bueno,
eres fiel y misericordioso
y justo con todo lo que haces,
mientras nosotros
te hemos traicionado y abandonado,
hemos manipulado tu buena noticia
y expoliado tu hacienda.

Delante de todos los hermanos
nos reconocemos pecadores
y te pedimos perdón.
Hemos clavado muchos clavos
en el cuerpo de nuestros hermanos.

Clavos de soberbia y de orgullo:
nos creemos superiores.
Clavos de envidia:
hemos sido mezquinos.
Clavos de lujuria:
hemos buscado placeres sin medida.
Clavos de avaricia y posesión de riquezas:
no hemos compartido lo que tenemos.
Clavos de gula:
tenemos el estómago lleno.
Clavos de miedo al compromiso:
nos hemos refugiado en nosotros mismos.
Clavos de ira:
no hemos tenido paciencia ni ternura.
Clavos de cobardía y pereza:
hemos olvidado nuestras promesas bautismales.

Nuestros pecados son martillazos
que damos,  sin piedad, a nuestros hermanos.
Señor, escucha nuestra súplica arrepentida.
Acógenos en tu regazo
y danos un corazón nuevo.


Florentino Ulibarri.

No hay comentarios:

Publicar un comentario