lunes, 31 de marzo de 2014

SOMOS FELICES ASÍ



Vemos matrimonios que siguen juntos amándose después de muchos años,  y eso nos alegra y nos enternece.

Algunos podrán decir que hay rutina, incluso pereza por cambiar una vida anodina. No somos quien para juzgar. Pero nos apuntamos a los que creen que lo que hay es cariño. Por eso permanecen. Hay amor. No será, aquel un amor apasionado. No es posible. Será más bien un amor sosegado, entregado, reconocido, alimentado.

Queremos fijarnos en ellos. En los que después de años siguen juntos. Son los que son objeto de nuestra admiración. Porque aceptan que las cosas cambien, pero siguen enamorados. Porque saben que la salud se va perdiendo, pero siguen enamorados. Porque cada día los despistes son mayores, pero siguen enamorados. Porque se les caen las cosas, se manchan, se olvidan, pero siguen enamorados.

Hoy queremos dejar patente nuestra admiración por esos matrimonios que siguen mirándose a los ojos, dándose calor, acariciándose.

Hoy levantamos nuestra copa por esos matrimonios a quienes las cosas no le salen como quieren pero siguen juntos porque saben que juntos siguen felices, que juntos pueden más, que juntos es como quieren vivir y así juntos quieren seguir para siempre.

Hoy damos gracias a Dios por tantos matrimonios que siguen enamorados. Porque así son felices.


Hoy queremos brindar por los matrimonios de equipos. Porque siguen juntos, se aman, tienen fe y juntos quieren vivir esa fe. Nuestra felicitación. 

H y MN


domingo, 30 de marzo de 2014

EMPEZAR DE NUEVO

Escucha al Espíritu. Ponferrada 
Domingo IV Cuaresma
Evangelio de Juan 9, 1-41

 En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego, y le dijo:
— Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).
El fue, se lavó y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban:
— ¿No es ese el que se sentaba a pedir?
Unos decían:
— El mismo.
Otros decían:
— No es él, pero se le parece.
El respondía:
— Soy yo.
También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
El les contestó:
— Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
Algunos de los fariseos comentaban:
— Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.
Otros replicaban:
— ¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?
Y estaban divididos. Volvieron a preguntarle al ciego:
— Y tú ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?
El contestó:
— Que es un profeta.
Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron:
— ¿Es este vuestro hijo, de quién decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
Sus padres contestaron:
— Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, que es mayor y puede explicarse.
Sus padres respondieron así porque tenían miedo a los judíos: porque los judíos ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: “Ya es mayor, preguntádselo a él”.
Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:
— Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.
Contestó él:
— Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo.
Le preguntaron de nuevo:
— ¿Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?
Les contestó:
— Os lo he dicho ya, y no me habéis hecho caso: ¿para qué queréis oírlo otra vez?, ¿también vosotros queréis haceros discípulos suyos?
Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:
— Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ese no sabemos de dónde viene.
Replicó él:
— Pues eso es lo raro: que vosotros no sabéis de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder.
Le replicaron:
— Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?
Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo:
— ¿Crees tú en el Hijo del Hombre?
El contestó:
— ¿Y quién es, Señor, para que crea en él?
Jesús le dijo:
— Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es.
El dijo:
— Creo, Señor.
Y se postró ante él.
Dijo Jesús:
— Para un juicio he venido yo a este mundo: para que los que no ven, vean, y los que ven, se queden ciegos.
Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron:
— ¿También nosotros estamos ciegos?
Jesús les contestó:
— Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís que veis, vuestro pecado persiste.

Este relato del evangelio, en este cuarto domingo de cuaresma, pone de manifiesto la actitud de los fariseos, los llamados “buenos”, los cumplidores de la ley: no creen al ciego, no creen que Jesús le haya podido devolver la vista. No puede ser, según la concepción legalista que siguen a ultranza. Primero le recriminan que cure en sábado, luego ponen en duda que sea el ciego curado, para negar, por fin, que Jesús no puede ser superior a Moisés. ¡¡Qué ciegos están!! ¡¡Ellos son los ciegos!!

Frente a esta actitud está la del ciego. Primero, reconoce que ha sido curado. Y por eso cree que quien le cura es un profeta al que Dios escucha. Después reconoce que Jesús es el Mesías.

¿De qué lado estamos nosotros? Sí, aparentemente, nos situamos del lado del ciego.
Pero, pensemos más profundamente en ello. ¿No nos acogemos a las normas a toda costa y olvidamos el corazón? ¿No preferimos la seguridad de lo que se ha hecho siempre y nos olvidamos de las personas?


¿Qué hacemos en los Equipos? En la reflexión del jueves pasado día 27, Huellas se planteaba si no era el momento de empezar de nuevo, desde cero, la tarea de la difusión, dejando más protagonismo al Espíritu Santo. A nosotros este evangelio nos recuerda y nos anima a dedicar más tiempo a la persona de Jesucristo, a dejarle que tenga más protagonismo en nuestra vida, a permitir que los esquemas de siempre puedan cambiar, a que las normas solo sirvan de orientación, a que el corazón nos haga vibrar, a no ser indiferente a lo que le pasa a los demás. Porque estamos convencidos que así seremos felices. Y solo así otros podrán unirse a nosotros. 

H y MN
comenzar de nuevo...es también ponerse en marcha

sábado, 29 de marzo de 2014

ESTAMOS DE PASO


No te agarras a los material
No te aferres al trabajo ni al ocio
Deja que la vida fluya, a su ritmo
Porque estamos de paso.
Pero somo eternos. 

viernes, 28 de marzo de 2014

¿Y TU POR QUÉ NO?



No se cuál es tu situación, no se si estás alegre o triste, no se si estás a gusto con tu vida o echas en falta algo.

No se como es tu relación con Dios, ni se si quieres cambiar de vida.  
No se donde vives ni se si estás casado.

Pero, como esta es una página abierta, quizás hayas caído por aquí por casualidad, o a lo mejor seas una persona habitual que pinchas este blog.

Sea como fuera te hago una oferta: Dios te quiere. Sí, sí Dios te quiere. No es tontería, ni es sentimentalismo ni es deseo de trascendencia. Es verdad. Dios te quiere.

Porque Dios es amor

Porque Dios ama a todos

Porque todos hemos nacido de Él.

¿Y qué? ¿Cómo que y qué? Que es suficiente. Porque si Dios te ama, tu puedes que hacer lo mismo.

¿Para qué vivir sino es para amar?  No valdría para nada. Vivir sin amar es una desgracia.

¿Y a quién amar? Hombre, comienza por los más cercanos, tu mujer, tu marido, tus hijos, tu familia, tus vecinos…Para, para, para…No puedo parar. Cuanto más amas, más quieres amar.

Este es el secreto, es el elixir de la felicidad: el amor. Y está en ti. Dentro de ti. No lo busques fuera. Tu mismo eres amor.

¿Comprendes ahora por qué el matrimonio puede ser para siempre?

¿Comprendes ahora por qué se puede vivir juntos en matrimonio?


Los Equipos de Nuestra Señora son un medio para vivir el amor y la fe juntos. En matrimonio. 

H y MN


jueves, 27 de marzo de 2014

LA DIFUSIÓN Y LA PACIENCIA



Cuando pensamos que hay que trabajar en la difusión y vemos que no avanzamos empezamos a ponernos nerviosos. Pero el texto de la foto que hoy hemos puesto al inicio de este pequeño comentario nos hace pensar mucho.
Quizá tengamos que volver a empezar de cero para que la difusión sea clara, transparente, y para ello tenemos que estar tranquilos. La paciencia es una virtud que ejercitamos poco. Pero ser pacientes no es estar parados; es trabajar sin crear tensión en nuestro entorno cuando vemos que las cosas no avanzan como quisiéramos.
Como nos dicen en este texto, lo que ha de ser será, porque por más que hagamos no podemos cambiar nada sin la ayuda de Dios. Por eso amigos, relajémonos porque Dios no nos está juzgando. No tiene tiempo, porque se pasa el día ayudándonos, queriéndonos, acariciándonos.
Pues hagamos nosotros lo mismo, ayudemos al movimiento a crecer viviendo desde el amor, amando a los que nos rodean, acariciando a los que se sienten solos… Seguro que si vivimos así habrá personas que quieran encontrarse con Jesús a través de nuestro movimiento.
¡Ven Espíritu divino…!

Un abrazo 
Huellas

miércoles, 26 de marzo de 2014

LA DIFUSIÓN: A MODO DE CONCLUSIÓN PARA QUE SEA UN PUNTO Y SEGUIDO




Terminamos estas aportaciones dedicadas a la difusión de los ENS con la satisfacción del deber cumplido y trasladándoos nuestro gozo  de saber que el testimonio de la unidad y la amistad entre nosotros, de la alegría, del amor  esponsal, de la acogida, de la escucha, de la disponibilidad... es lo que hará que los que nos rodean se pregunten y nos pregunten: Y vosotros ¿quiénes sois?  Les responderemos con las mismas palabras que Jesús dijo a sus primeros discípulos: “venid y lo veréis” (Jn. 1,39).

            Y si vienen, verán y comprobarán que, hoy, el matrimonio se puede vivir según el Evangelio. Debido a…

o   Que los ENS es un camino de amor, de felicidad y de santidad
o   Que los ENS son escuela donde aprendemos a amar, a ser felices y a ser santos.
o   Que los ENS es un medio para llegar a Jesús en pareja
o   Que los ENS hacen que nuestras actitudes sean más evangélicas
o   Que los ENS nos enseñan a rezar, a crecer juntos en la fe y a vivir el Evangelio.
o   Que los ENS nos animan a poner nuestros dones al servicio de los hermanos

o   Que los ENS nos ofrecen vivir la fe en comunidad al estilo de las primeras comunidades.

o   Que los ENS potencian la comunicación y la ayuda mutua
o   Que los ENS nos ayudan a vivir nuestro matrimonio a la luz del Evangelio, y nos muestran el camino para un mayor compromiso en el seguimiento al Señor.
o   Que los ENS nos enseñan a vivir nuestra vida como cristianos, desde una comunicación personal, cercana, amable, fraterna, tal y como comenzó hace más de dos mil años. Este estilo de vida hoy es importante para trasmitir valores y actitudes.
o   En los ENS vemos la urgencia de poner manos a la obra en defensa de la familia, y a hacerlo juntos, en equipo, ya que la unión hace la fuerza y ayuda a vencer las dificultades.

Un cariñoso saludo
Elvi y Viti
Coordinadores EDIP Sector





martes, 25 de marzo de 2014

SÍ A LA VIDA


Hoy martes 25 de marzo, día de la Anunciación, la Iglesia celebra la vida. Y desde este blog nos unimos a esta celebración. Porque creemos en la vida y nos apartamos de todo aquello que huela a muerte.

Se habla mucho del aborto como un derecho de la mujer. No lo compartimos. El aborto no es un derecho ni es una conquista social ni es de sociedades avanzadas. Con palabras del Papa Francisco, “no es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana”.

No somos nosotros quienes vamos a juzgar y menos aún a condenar a nadie. Los cristianos ya hemos metido muchas veces la pata persiguiendo a quienes no están de acuerdo con nosotros. No es el camino.

Pero sí queremos que se oiga nuestra voz. No queremos estar callados. Somos partidarios de la vida desde el mismo instante de la concepción hasta su muerte. Y creemos que esa vida que se inicia ya no terminará nunca. Porque después de la muerte sigue existiendo en otra dimensión que no somos capaces de ver con los ojos del cuerpo.  Pero creemos en ella. Y creemos que la vida eterna ya comienza en el mismo instante de la concepción.

Sí a la vida porque sin ella destruimos lo más sagrado.
Sí a la vida porque sin ella no es posible todo lo demás.
Sí a la vida porque no somos dueños de truncar lo que ya ha comenzado.
Sí a la vida porque es posible ser feliz.

No te olvides hoy en tu oración de la vida.

H y MN

lunes, 24 de marzo de 2014

SOMOS AFORTUNADOS





Casi recién llegados a casa nos ponemos a hacer esta crónica del retiro que los ENSLEON hemos disfrutado este fin de semana. Siguiendo la batuta de Fray Antonio hemos ido escuchando palabras que nos llevan al meollo de lo que merece la pena.


Amar, Padre, Misericordia, Orar,  Eucaristía.

Estas cinco palabras podrían resumir este tiempo de retiro. No son palabras nuevas. Los hemos oído muchas veces, repetido una y otra vez. Pero cada vez que las oímos nos dicen algo nuevo. Tuvimos la muestra evidente cuando el  Padre Antonio, al azar, abrió la Biblia y leyó el texto que surgió por casualidad: dad frutos. ¿No es nuevo cada vez que lo oímos? ¿Qué hay en la Palabra de Dios que siempre es novedosa?

Pues hay eso: Palabra de Dios. Y por eso es siempre inabarcable, eterna.


Amar. Es la razón de la vida.

Padre. Es el amor por excelencia.

Misericordia. Es la grandeza del amor.

Orar. Estar con quien queremos, enamorarnos.

Eucaristía. Es el contacto directo con el Jesús vivo.   

El Padre Antonio, desde el corazón, con unas manos sanadoras, fue sacando a la luz el lenguaje del corazón. Sus palabras nos fueron enterneciendo. No son los discursos ni son las palabras grandilocuentes las que llegan al alma. Son los gestos sencillos, las miradas delicadas, los pequeños empujones, las caricias, lo que nos hacen sensibles. Gestos pequeños de amor. Es suficiente.


Estar dos días escuchando la Palabra, recibiendo la reconciliación, participando de la eucaristía, comprendiendo la misericordia, y mirando a nuestro interior…es para afortunados. ¡¡Cuántos se pierden esto!! Tenemos que ser capaces de darlo a conocer. Es nuestra fortuna. Y la tenemos que compartir.

¿Cómo lo podemos hacer? Bendiciendo: diciendo bien de la gente. ¿Para qué vivimos sino?

Muchas gracias a los organizadores, sector, Padre Antonio y a todos los asistentes. Todos arropados nos damos calor y alegría.

H y MN

domingo, 23 de marzo de 2014

ENCUENTRO CON JESÚS


Domingo III Cuaresma
Evangelio de Juan 4, 5-42

 En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaría llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José: allí estaba el manantial de Jacob.
Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial.
Era alrededor del mediodía.
Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y le dice:
— Dame de beber.
(Sus discípulos se habían ido al pueblo a buscar comida).
La samaritana le dice:
— ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
Jesús le contestó:
— Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.
La mujer le dice:
— Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?
Jesús le contesta:
— El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.
La mujer le dice:
— Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla.
El le dice:
— Anda, llama a tu marido y vuelve.
La mujer le contesta:
— No tengo marido.
Jesús le dice:
— Tienes razón, que no tienes marido: has tenido cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.
La mujer le dice:
— Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.
Jesús le dice:
— Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero, adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.
La mujer le dice:
— Sé que va a venir el Mesías, el Cristo: cuando venga él nos lo dirá todo.
Jesús le dice:
— Soy yo: el que habla contigo.
En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo: “¿Qué le preguntas o de qué le hablas?”.
La mujer, entonces, dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente:
— Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será este el Mesías?
Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde estaba él.
Mientras tanto sus discípulos le insistían:
— Maestro, come.
El les dijo:
— Yo tengo por comida un alimento que vosotros no conocéis.
Los discípulos comentaban entre ellos:
— ¿Le habrá traído alguien de comer?
Jesús les dijo:
— Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a término su obra. ¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo os digo esto: Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega; el segador ya está recibiendo el salario y almacenando fruto para la vida eterna: y así se alegran lo mismo sembrador y segador. Con todo, tiene razón el proverbio: “Uno siembra y otro siega”. Yo os envié a segar lo que no habéis sudado. Otros sudaron y vosotros recogéis el fruto de sus sudores.
En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer: “Me ha dicho todo lo que he hecho”.
Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:
— Ya no creemos por lo que tú dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.

Es un encuentro de Jesús con la samaritana primero y con los demás vecinos después.

Encuentro con la samaritana. Ella, al comienzo no conoce a Jesús ni le entiende. Después de decirle lo que había hecho, reconoce que es alguien especial, distinto, que ofrece algo grande que ella quiere: el agua viva. ¿Qué vio la samaritana en Jesús? Sencillamente, creyó en él. Esta es la grandeza. Jesús le dice que Él es el Mesías y ella lo cree. Y además, lo dice a los demás. No se queda para sí ese hallazgo. La difunde. Lo comunica. Porque es bueno pata ella y para todos.

Encuentro con los demás vecinos. Primeramente creen a la samaritana porque Jesús le ha dicho lo que ha hecho. Ese es el germen de la fe. Algo ha despertado la atención de la gente, algo mínimo, pero algo importante. A partir de aquí viene en el encuentro con Jesús. Y entonces ya no creen por el testimonio de la vecina samaritana sino por lo que ellos mismos ven y oyen. Pasan, entones, también ellos a ser testigos de que Jesús es el Mesías.

Nuestro encuentro con Jesús. Así es nuestra vida en la fe. Hay algo que ha llamado nuestra atención, hay una educación que ha despertado nuestro interés, hay una familia que nos ha transmitido la fe, hay una sociedad de donde hemos sacado algo que remueve esa fe latente que hay en todos. Y a partir de ahí es posible el encuentro con Jesús. ¿Cómo es posible eso? Sabemos que lo es. Lo hemos experimentado muchas veces. Porque Jesús está dentro de nosotros. Para descubrirlo es necesaria la oración, la meditación, el silencio. Qué tiempo tan oportuno es este de cuaresma para el encuentro. El retiro anual de estos días ha sido el momento idóneo para el encuentro con Jesús.


Nuestro testimonio a los demás. A partir de ese encuentro con Jesús, anhelaremos comunicar a los demás que Él vive, que es Dios, que nos quiere. Porque esa noticia no la podemos ocultar. Los que somos de equipos no podemos dejar de decirlo. Porque los Equipos son de todos los que quieran acompañarnos. ¿Comprendemos, entonces por qué la difusión? Especialmente en este mes de marzo.

H Y MN