viernes, 31 de enero de 2014

ENTREVISTA A ANNIE MARQUIER


"EL CORAZÓN TIENE CEREBRO"

 (Entrevista realizada por Ima Sanchís a Annie Marquier, matemática e investigadora de la conciencia en “La Contra” de La Vanguardia).

 Que el corazón tiene cerebro es una metáfora, ¿no?

No. Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.

 ¿Es inteligente?
Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro; y que puede aprender, recordar e incluso percibir. Existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza.

Primera...
La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.

¿Significa eso que el corazón puede influir en nuestra manera de pensar?
Puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.

Segunda conexión...
La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.

Tercera...
La comunicación biofísica mediante ondas de presión. Parece ser que a través del ritmo cardiaco y sus variaciones el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.

Cuarta...
La comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico.

¿Y se ordena con las emociones positivas?
Sí. Y sabemos que el campo magnético del corazón se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón.

¿A qué conclusiones nos llevan estos descubrimientos?
El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro de la cabeza. ¿ No será este nuevo circuito un paso más en la evolución humana?

¿...?
Hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca: una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos. La otra es desordenada, con ondas incoherentes.

¿Aparece con las emociones negativas?
Sí, con el miedo, la ira o la desconfianza. Pero hay más: las ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.
...
Ya  ve, el cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.

Parece ciencia ficción.
Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.

Pues parece que nadie lo utilice...
Es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas.

¿Y cómo puedo activar ese circuito?
Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje...

¿Santos las 24 horas?
Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. En esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años.

¿Y cómo nos libramos de ellos?
Tomando la posición de testigos, observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las emociones que nos pueden hacer sentir bien. Debemos aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.

Ya.

Cultive el silencio, contacte con la naturaleza, viva periodos de soledad, medite, contemple, cuide su entorno vibratorio, trabaje en grupo, viva con sencillez. Y pregunte a su corazón cuando no sepa qué hacer.

jueves, 30 de enero de 2014

EL PROFETA QUE NOS TRAE ESPERANZA




Llevábamos un tiempo en que algunos hechos que sucedían en la Iglesia nos producían un malestar enorme, cuando no una gran indignación. De alguna manera habíamos perdido la esperanza y no nos dábamos cuenta que ese era el mayor problema, perder la esperanza.

Pero vemos que Dios tiene mucha paciencia y siempre está al tanto de lo que sucede para ayudar a cambiarlo. Lo que pasa es que el tiempo de Dios no es el nuestro.

Y así Dios en forma de Espíritu Santo ha comenzado a actuar. Nos ha enviado un papa que se ha puesto al nivel de las personas y se ha dado cuenta de que lo más importante es el ser humano y a él se deben dirigir las acciones de la Iglesia. El papa Francisco aparece como un nuevo profeta para que entre todos crezca la esperanza.

Tiene continuamente palabras poderosas que hablan de cercanía de ternura, de solidaridad, de dignidad y siempre a favor de los más débiles, los más marginados, los más abandonados, los más pobres… Pero es que además sus hechos corroboran sus palabras.

Gracias a él las raíces que estaban escondidas en nuestro corazón están volviendo a florecer y esto nos llena de alegría y nueva esperanza.

Las flores nunca se cansan de crecer, aún en los parajes más pobres. Aprendamos de ellas y disfrutemos de su belleza.

Un abrazo 
Huellas

miércoles, 29 de enero de 2014

ESTÁ SURGIENDO UN NUEVO DESPERTAR...


"Todo el mundo se da cuenta de que en el mundo actual está ocurriendo algo importante; si bien estas indicaciones podrían ser solamente reacciones al milenio, muchos pensamos que reflejan algo más fundamental, el desper­tar de nuestra conciencia colectiva. Sabemos que, como especie, no podemos continuar viviendo como hemos vivido y sobrevivir mucho tiempo más. Se ha acabado el tiempo para el egoísmo generalizado, el consumo desenfrena­do y la individualidad codiciosa. Han seguido su curso y vemos sus perjudiciales resultados a escala mundial... Los maestros espirituales de todo el mundo hablan de la necesidad de un cambio de conciencia en el planeta, y estas dos cosas podrían estar rela­cionadas.

Tal vez todavía no sea posible saber hacia dónde va la humanidad, pero si podemos..... acelerar nuestro despertar, y eso tendrá efectos profundos y de lar­go alcance. Si sólo unos pocos cientos de personas despertaran y comenzaran a vivir sus vidas plenamente conscientes, sin duda la historia del mundo cambiaría.

La transformación se produce cuando cambia nuestra perspectiva nor­mal y logramos una nueva comprensión de quienes somos realmente. Debe­mos tener presente, sin embargo, que la percepción de quienes somos real­mente, como también los momentos de gracia, siempre ocurren ahora, en el momento presente. Eso es todo, esta es la sabiduría profunda de todos los grandes sabios".

DON RICHARD RISO y RUSS HUDSON

¿A qué quiero yo despertar?

¿Qué mundo maravilloso llevo dentro y aún no lo he descubierto?

martes, 28 de enero de 2014

YO TAMBIÉN...





Paseando por la ciudad de León, nos encontramos en la calle Fernández Cadórgina esta pintada:

Yo también te odio.
 
¿Y....? Nos preguntamos los demás.

¿Recibes alguna felicidad en ello?

¿No crees que te estás haciendo daño?

Odiar es dañino 

Pero, esto es lo que encontramos y no quisimos dejarlo desapercibido.  

lunes, 27 de enero de 2014

PROVOCA LA ESPERANZA


Lo importante es mantener la esperanza. Cuántas veces hemos oído decir –o nos hemos oído diciendo–que los cristianos debemos ser un plus de esperanza para el mundo… Pero a veces las circunstancias, los acontecimientos, la vida misma se seca y uno se ve casi incapaz de ser ese plus o de encontrarlo. ¡Provoquémoslo! Provoca la esperanza. Creo que por ahí van los tiros. Porque tenemos la certeza de que el Señor de la Vida nos da ese plus de esperanza, provoquémoslo si se seca. La esperanza o la certeza. Porque importa, importa hacerle un hueco a la esperanza en nuestra vida. Porque para que las cosas avancen, para que se den, hay que provocarlas. A veces vienen solas, pero las menos, no nos engañemos… La lucha es una constante en la vida, el esfuerzo, el intento… Y de eso se construye lo que vivimos.

 La esperanza no se tiene en abstracto. Si se quiere celebrar, hay que invitar. Entonces podemos esperar que esa celebración se dé. Si se quiere avanzar, hay que caminar. Entonces podemos esperar que nuestros pasos nos lleven lejos. Si se quiere abrazar (o ser abrazado), hay que abrir los brazos. Entonces podemos esperar a ese alguien que los llene… Si quieres confiar, debes creer. Porque entonces podrás esperar…

 No nos cansemos de buscar esa causa, esa meta, esa razón para que la esperanza surja. Para reavivarla si se ha hecho cenizas. Para hacerla crecer de nuevo si se ha hecho añicos. Y ella te impulsará adelante. No te canses. Es nuestra herencia. Es nuestra responsabilidad. Provoca la esperanza.


Gloria Díaz Lleonart

domingo, 26 de enero de 2014

ACEPTAR A JESÚS PARA CONVERTIRSE

Cafarnaún, la ciudad de Jesús, ruinas y basílica

Domingo III Tiempo Ordinario 
Evangelio de Mateo 4, 12-23

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:
País de Zabulón y país de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte.
una luz les brilló”.
         Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
         — Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.
         Paseando junto al lago de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores.
         Les dijo:
         — Venid y seguidme y os haré pescadores de hombres.
         Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
         Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también.
         Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
         Recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando la Buena Noticia del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.

El evangelio de hoy constituye todo un programa de vida, más aún, viene a ser la actitud que podemos adoptar para seguir a Jesús. Requiere dos fases, para una mejor comprensión.

Primera fase, aceptar la llamada de Jesús. El domingo pasado decíamos que era necesario ver a Jesús con los ojos del corazón. Hoy damos un paso más y decimos que es necesario aceptarle. Porque Jesús llama a todos personalmente y podemos aceptarle o no. Esa llamada es el don de la fe. En el relato del evangelio son los hermanos Simón y Pedro y Santiago y Juan quienes dicen sí a Jesús y le siguen. Tú y yo también hemos sido llamados por Jesús. ¿Qué le hemos respondido? ¿Qué la vamos a responder?  Que vale, de acuerdo, le seguimos. Por lo menos vamos a probar. Y, cuidado, que no es necesario que salgamos de nuestra casa ni salgamos del mundo. ¡Qué va! Es ahí en nuestra casa, es ahí en el mundo donde tendrá consecuencias ese sí a Jesús. ¿Cómo?  Vamos a verlo. Porque no es lo mismo decir sí y seguirle que decir no y quedarme en mi propia vida sin querer saber nada de él.


Segunda fase, ¿para qué aceptar la llamada de Jesús? Lo dice el texto: para  convertirnos y proclamar la buena noticia del Reino. ¿Y eso que es? Convertirse es aprovechar la capacidad trascendente que tenemos como personas. Eso es reconocer que además de la inteligencia intelectual (razón) y la inteligencia emocional (los sentimientos, el corazón) tenemos también la inteligencia espiritual, que envuelve al hombre en toda su plenitud. Desde ahí es capaz de anunciar el Reino de Dios, que es un Reino de amor. Por eso el cielo no es un lugar ni es un estado que solo seamos capaces de alcanzar tras la muerte. No. El cielo, es el reino del amor y es posible alcanzarlo en esta vida. Y eso no depende de ningún factor externo, eso es algo que cada persona es capaz de alcanzar. Ese es el estado que, de manera manifiesta, llegaron a alcanzar los místicos y que está al alcance de todos. Desde ahí será posible curar las enfermedades y las dolencias del pueblo, porque tendremos una percepción completamente distinta de ellas. Sé que no es fácil. Pero sé que es posible. Sé que el Reino de Dios está  dentro de cada uno de nosotros.  Es el amor en  el estado más grande que podemos alcanzar como personas. Ese es el reino de Dios. Desde ahí, desde el amor, la acción externa será como la mano que obedece al cerebro. Será una acción de amor inevitable. 

H y MN

sábado, 25 de enero de 2014

ÉXITO


¿Qué te sugiere esta fotografía?

A mí esto:
"éxito es aquello que me hace feliz",
"éxito es aquello que he elegido",
"éxito es saber reconocer el don de la vida"

viernes, 24 de enero de 2014

DESDE EL CORAZÓN



Tres apuntes:

Primero.- Dice el Popol-Vuh (o Libro del Consejo, de los mayas), “cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca”.

Segundo.- Tom Shadyac, Director de cine, ha hecho el documental “I am”. “Un grave accidente de bicicleta, en la que casi me muero, ha sido clave en mi vida. He dedicado 15 años a entrevistar a las personas grandes de la humanidad, como Chomsky o Desmond Tutú”. A las personas que están viviendo una crisis personal les diría: “Que escuchen a su corazón y tengan el valor de ser ellos mismos. Después tienen que dar los pasos que saben que tienen que dar en su vida siguiendo un camino más afectivo”.


Tercer apunte. La lectura de un libro de Susana Tamaro: “Donde el corazón te lleve”.

jueves, 23 de enero de 2014

EL AMOR Y EL ABSURDO





Decía Einstein que “Si una idea no es absurda, no tiene ninguna esperanza”. Y hoy he leído que el amor es una adicción y que esta adicción no es mala, sino por el contrario muy buena.
Esto parece una idea absurda pero quizá por ello es por lo que tenga más sentido. Cuando hablamos de adicción siempre pensamos en algo negativo, como la adicción a las drogas, al alcohol o al juego. Pero hoy queremos pensar que existen adicciones positivas y este es el caso del amor.
Por eso quisiéramos pedir a Dios que nos haga dependientes del amor, que sin amor no podamos vivir, que necesitemos cada día dar y recibir más amor. Que seamos dependientes del amor en todos los sentidos, amor a Dios y amor a los demás.
Esto creará en nosotros una esclavitud maravillosa, que, otra vez el absurdo, nos hará más felices que la libertad.
Por eso amigos os deseo que si una vez perdéis la libertad, sea por  amor. Y que eso os haga felices para que podáis contarlo a los demás.

Un abrazo 
Huellas

miércoles, 22 de enero de 2014

RECORDAMOS A JUAN GELMAN, POETA



El 14 de enero en Méjico murió Juan Gelmán, el poeta argentino exiliado por haber sido condenado a muerte por la dictadura argentina. En el año 2007 se le concedió el Premio Cervantes, el más importante en lengua castellana.
Vaya en este poema "oración de un desocupado" el homenaje sencillo de este blog hacia su persona y su legado y vaya también nuestra solidaridad con todos los que sufren la lepra del paro y la falta de horizontes laborales. Que Dios no puede resolver lo que está en nuestras manos.

Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy

a gritar a sangre en cuello

martes, 21 de enero de 2014

E L E G I L A V I D A

vida


No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.

No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.

Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.

Elegí aceptar el pasado.
No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.

Elegí el amor.
Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.

Y elegí, al menos, cómo vivirla.
Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.

Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
…porque moriré viviendo.


Rudyard Kipling

lunes, 20 de enero de 2014

CON HOY TENGO BASTANTE


Tomo de otro (pastoral sj) el siguiente texto:

Yo no sé si es mucho o poco el tiempo de que dispongo. No sé si mis años se contarán como largos o cortos. Y así está bien. No saber, imaginar, proyectar, pero siendo conscientes de lo limitado de nuestro tiempo. Ese es el límite. Una vida. Una. Y en ese límite, me toca ser artista, creador, amante, hermano, escribir páginas hermosas, encender fuego que ilumine este pedazo de mundo que mis pies caminan. No puedo darle mucha importancia a mi vida, ni muy poca. La justa. Haciendo que cada día y cada hora importe.

Y añado:

Y así está bien. Hacer cada día lo que toca. Hablar con cada persona que encuentro. Mirar cada situación sabiendo que es temporal. Disfrutar de la familia porque ahí el cariño está garantizado.
No quiero quedarme en el pasado ni quiere vivir anhelando un futuro que no conozco. Eso me quita energía y me crea ansiedad.
Quiero estar hoy aquí, donde estoy haciendo lo que hago, entregándome por completo. Porque así soy feliz.

Y tomo también de otro, Walt Whitman, este poema:

Canto a mí mismo

Mira tan lejos como puedas, hay
espacio ilimitado allá, 
cuenta tantas horas como puedas, hay
tiempo ilimitado antes y después.
Mi cita ya ha sido concertada y es
segura,
allí estará el Señor, esperando que yo
llegue en perfectas condiciones
allí estará el gran Camarada, el amante
verdadero que he anhelado.




domingo, 19 de enero de 2014

HAY QUE VER




Domingo II Tiempo Ordinario
Evangelio de Juan 1, 29-34

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
— Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.
Y Juan dio testimonio diciendo:
— He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
— Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.
Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

Dos personas y dos verbos son los que quiero destacar de este relato. Las personas: Juan y Jesús. Los verbos: ver y testimoniar.

Primer comportamiento: hay que ver. Si vamos por la vida con los ojos cerrados tropezamos con cualquier obstáculo, no sabemos por donde vamos y lo que es peor no disfrutamos de la vida. Juan vio a Jesús que venía hacia él. Estaba con los ojos abiertos. Se dio cuenta que venía Jesús. Algo más. Se dio cuenta de que ese Jesús que venía hacia él era el Mesías, el hijo de Dios, el Espíritu. ¿Cómo fue capaz de verlo? Porque utilizó no solo los ojos de la cara, o los ojos de la razón sino también los ojos del corazón que son los que permiten ver lo transcendente. Y esto no es teoría. Es pura realidad. ¿Cómo somos capaces de ver la reacción ante un beso o un abrazo? Solo con el corazón. ¿Y alguien puede decir que esa reacción placentera no es real? Bien real es, porque la sentimos. Pues esos ojos, los del corazón, son los que utilizó Juan para notar la presencia del Espíritu.

Segundo comportamiento: hay que dar testimonio. Ver ya es mucho, pero hay más, hay que decir lo que hemos visto, hay que dar testimonio de lo que hemos sentido. Eso fue lo que hizo Juan con su vida y con su palabra.

¿Y nosotros qué? Nosotros como Juan: tenemos que ver y tenemos que actuar. Cuando hemos visto a Jesús, no lo podemos ocultar. Nuestra vida ha de estar marcada por ese ver a Jesús. Así seremos felices. Aquí y ahora.


Ayúdame Jesús a ver,
A ir por la vida con los ojos abiertos,
A mirar a todos los que pasan a mi lado,
A sentir tu presencia cuando vienes a mi,
A disfrutar de tu compañía,
 A notar que ya estás dentro de mí

Y aún así, siendo mucho, no basta
Porque no puedo ocultar que te he visto,
No puedo ir como si no existieras
Mi vida está unida a la tuya,
Tu y yo de la mano, seremos fuertes,
Seremos felices,
Y todos nos podrán ver así.
Así: felices.

   
H y MN

sábado, 18 de enero de 2014

MARÍA

Fijarse en María nos ayuda y anima,
nos empuja en las perezas y debilidades,
siempre está Ella en nuestra oración



  

viernes, 17 de enero de 2014

ENTREVISTA AL TEOLOGO BRASILEÑO LEONARDO BOFF


“Llegó la primavera con sus frutos”
Boff está convencido de que, con el papa Francisco, llegó mucho más que un hombre que viene de lejos: en su visión, con él llegaron al Vaticano otra filosofía de la vida, de la política, otra práctica pastoral, otra sociología y otro cristianismo.
Por Eduardo Febbro. Tomada de El Mundo.
–Pasan los meses y, a su manera, el papa Francisco sigue dando sorpresas. ¿Cómo analiza usted este momento particular del catolicismo a través de una figura que está desplazando casi todos los centros de gravedad del Vaticano?
–Estamos en una situación totalmente nueva. Nosotros venimos de un invierno muy duro y riguroso con Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ahora sentimos la primavera con sus flores y sus frutos. Francisco es un papa que sorprende, que cada día inventa cosas nuevas. Es la primera vez que un papa no viene de la vieja cristiandad europea, sino de la periferia, o sea de América latina. Las iglesias de América latina eran iglesias espejo mientras que las iglesias de Europa eran iglesias fuente. Ahora, después de 500 años, nuestras iglesias se han convertido en iglesias fuente. Nuestras iglesias tienen sus tradiciones, sus reflexiones, sus liturgias, han creado un estilo de cristianismo ligado a la liberación, al compromiso social. De ese caldo espiritual, político y religioso viene el papa Francisco. El nuevo papa tiene otro tipo de mensaje, no es el cristianismo viejo, doctrinario, disciplinar. Se trata de un cristianismo de profunda comunión con todas las personas, libre de doctrinas castradoras, con un mensaje basado en la sencillez y la pobreza. Eso es inédito en la historia del papado. Hay que tener en cuenta que sólo 24 por ciento de los cristianos está en Europa, 62 por ciento en América latina y los demás en Asia y Africa. Esto significa que, hoy, el cristianismo es una religión de Tercer Mundo. Tuvo sus raíces en el Primer Mundo, pero eso ya pasó. Francisco es muy consciente de esto. Por eso tiene la fantasía creadora y es capaz de decir “hay que cambiar”. Y creo mucho en su fantasía, en su libertad, en su corazón, en su libertad espiritual. La Iglesia necesita corazón, no poder. Donde hay poder no hay amor ni compasión. Francisco tiene amor y compasión. Y no quiere saber nada de poder ni de tradiciones.
–Para usted entonces Francisco es un papa de combate.
–Creo que Francisco combina dos cosas: la ternura de Francisco y el rigor del jesuita. Es franciscano en la forma de vivir humilde, popular, pero es un jesuita de la racionalidad moderna: analiza los fenómenos, identifica la causa principal y, cuando descubre, interviene con mucha determinación. Creo que el Papa es una combinación feliz entre ternura y vigor. Eso es lo que necesitamos en la Iglesia. Hacia afuera es un pastor, hacia adentro es muy riguroso. Cuando estuvo en Río de Janeiro, el discurso más duro que pronunció fue para los obispos y cardenales. Les dijo que no eran pobres ni interiormente, ni exteriormente, que eran duros con el pueblo y que no fueron capaces de hacer la revolución de la ternura, de la compasión, de la compenetración con el pueblo. En Roma dice lo mismo: los ministros de la Iglesia tienen que salir de la fortaleza hacia el pueblo, y el pueblo debe poder venir y sentirse en su casa. La Iglesia no está para condenar a nadie sino para acoger, perdonar, suscitar esperanzas y tener compasión con quienes tienen problemas. Esa es la característica más bella y evangélica de Francisco.
–Usted cree que Francisco puede realmente reformar la Iglesia.
–Yo creo que Francisco, antes de reformar la curia y la Iglesia, ya reformó el papado. El estilo del Papa es otro. El papado tiene un ritual, en las vestimentas, en los símbolos del poder. Francisco renunció a todo eso e hizo el trabajo contrario: logró que el papado se adaptara a sus convicciones, a sus hábitos. Por eso renunció a todos los símbolos de poder. Dijo: “la Iglesia tiene que ser pobre como Jesús”. ¡San Pedro no tenía un banco y Jesús no entendía nada de contabilidad! Jesús era un profeta que traía fe, esperanzas. Francisco rescata la tradición más vieja de la Iglesia y rehúsa llamarse papa. Papa es un título de los emperadores. Francisco se considera un obispo de Roma que gobierna la Iglesia en la caridad, no en el derecho canónico. Eso cambia todo. Francisco es más que un nombre: es un proyecto de Iglesia, de una sociedad más sencilla, solidaria, es el proyecto de una simpleza voluntaria, de una sobriedad compartida. Posiblemente, esto va a crear una crisis entre los obispos y cardenales. Ellos se creen príncipes de la Iglesia y el Papa no quiere nada de eso. Francisco quiere que se renueve el pacto de las catacumbas cuando, al final del Vaticano II, 30 obispos se reunieron en las catacumbas e hicieron votos de vivir en la pobreza, abandonar los palacios y vivir en el medio del pueblo. Esa es la propuesta para toda la jerarquía de la Iglesia. Esa será para mí la gran revolución de Francisco.
–¿Con qué fuerzas Francisco podrá cambiar las malas tendencias profundas de la Iglesia? Por ahora hemos oído un mensaje pastoral muy entusiasta, pero para llegar a la trasformación completa hay un gran paso. ¿Acaso se apoyará en la Teología de la Liberación, tan reprimida por Juan Pablo II y Benedicto XVI?
–Es un papa muy inteligente. Francisco criticó mucho a los conservadores. El 11 de septiembre aceptó encontrarse con Gustavo Gutiérrez (el otro inspirador de la Teología de la Liberación). Eso me parece muy importante para apoyar esa teología que es, además, en cierta forma, el lugar de donde él viene. La Argentina tiene una Teología de la Liberación propia, que es la teología de la cultura popular. Francisco se apoyó en esa teología que se diferencia de la teología de la liberación común porque no trabaja en torno del conflicto de clases, sino en torno de la cultura dominante, la cultura dominada, cultura del silencio que hay que liberar. El está en esa línea. Y de allí viene su novedad. Ya eligió ocho cardenales de todo el mundo para crear una instancia de decisión. Sería fantástico si Francisco invitara a mujeres a dirigir los destinos de la Iglesia en la perspectiva de la globalización. Hasta hoy, el cristianismo era algo occidental que se fue convirtiendo en algo cada vez más accidental. Tiene que ser ahora globalizado. Para ser global, tiene que tener otras dimensiones. La Iglesia no encontró su lugar en la globalización. La Iglesia es muy romanizada, eurocéntrica. Pero Francisco tiene la visión del jesuita San Francisco Javier, misionero de China, según la cual la Iglesia tiene que salir. Para mí la mejor manera es crear una red de iglesias y comunidades que se encarnen en las culturas y tenga rostros chinos, japoneses, africanos, latinoamericanos. Es otro tipo de presencia de la Iglesia, no como poder, sino como una instancia de apoyo a todo lo que es humano. El cristianismo se suma a otras religiones, a otros caminos espirituales, y renuncia así a su privilegio de excepcionalidad, como si fuera la única Iglesia verdadera, la única religión válida. No. El cristianismo está junto a las demás para alimentar valores humanos, para salvar a nuestra civilización, que está amenazada.
–Sin embargo, el discurso tradicional del Vaticano aún se mantiene.
–Sí, yo creo que él seguirá manteniendo el discurso tradicional de defensa de la vida, contra el aborto, pero con una diferencia: antes, los temas de la moral sexual, familiar, del celibato de los sacerdotes o del sacerdocio de las mujeres, eran temas prohibidos, no se podían discutir. Ningún cardenal, obispo o teólogo podía hablar de esto. Francisco no, él dejó abierta la discusión. El va a abrir una amplia discusión en la Iglesia y va a recoger elementos que se pueden tornar universales. Francisco abrió muchos espacios. No sé hasta qué punto podrá avanzar con esto, pero sí habrá una amplia discusión en la Iglesia. Posiblemente se logre permitir que las iglesias locales, por ejemplo en Africa, donde hay otras culturas tribales, otra relación con la sexualidad, puedan actuar de otra forma ante la utopía cristiana, una forma que no sea sólo la occidental. Ahora tenemos una sola manera de ser cristiano, pero hay otras. En América latina estamos demostrando que es posible un cristianismo afro-indígena-europeo, una mezcla de tres grandes culturas. Por eso aquí la Iglesia tiene otro rostro, es más abierta, más comprometida con los cambios que benefician al pueblo. Tenemos que universalizar esto porque la injusticia mundial es muy grande. Y este papa es muy sensible ante los últimos, los invisibles. Ahí está su centralidad.
–Ya ha pasado cierto tiempo luego de la renuncia del papa Benedicto XVI. Ese hecho fue un enorme terremoto para los católicos del mundo. ¿Cuál es hoy su análisis sobre ese momento de fractura sin el cual el papa Francisco no hubiese llegado al sillón de Pedro?
–Yo creo que cuando Benedicto XVI leyó el informe de más de 300 páginas sobre la situación interna de la Iglesia, sea lo que concernía los problemas del banco del Vaticano, sea los escándalos sexuales que implicaban a obispos y cardenales, creo que eso lo golpeó profundamente. Benedicto XVI sintió que no tenía fuerza física, ni psíquica, ni espiritual para enfrentar un lío semejante. Ese problema no venía desde afuera, del mundo, de la sociedad, no: el problema venía desde dentro de la Iglesia, de su parte más central que es la curia romana. Eso lo escandalizó. Benedicto fue muy humilde al reconocer que otra persona debía venir con más fuerza, con más y determinación y otra visión de la Iglesia para crear un horizonte de esperanzas y credibilidad que la Iglesia había perdido totalmente.
–El banco del Vaticano y todos los escándalos ligados a él fueron uno de los desencadenantes de la renuncia de Benedicto XVI. Apenas asumió, las primeras medidas que adoptó el papa Francisco atañen justamente el banco. ¿Cree usted que podrá llevar a cabo la reforma final de esa institución financiera comprometida con la mafia y la circulación de dinero opaco?
–En el banco del Vaticano hay mucho dinero de la mafia, apoyada y comprometida con altas figuras de la curia romana. En este sentido, hay un riesgo que pesa sobre el Papa. Cuando la mafia se siente agredida es capaz de cometer crímenes, de eliminar personas. Por eso es muy inteligente que el Papa no viva en los departamentos pontificiales sino en una Casa de Huéspedes, es muy inteligente también que no coma solo, sino con muchas personas. Francisco dijo en broma que así era más difícil envenenarlo. Pero más allá de esto, creo que Francisco va a inaugurar una dinastía de papas del Tercer Mundo, de Africa, de Asia, de América latina. Con eso se enriquecerá el catolicismo con valores de otras culturas que nunca fueron respetadas sino colonizadas. El cristianismo de América latina es un cristianismo de colonización. Hicimos muchos esfuerzos para crear un cristianismo nuestro, con nuestros santos, nuestros mártires. Nuestro cristianismo tiene su propio rostro, que no es el viejo rostro europeo. Esto va a facilitar que el cristianismo sea una propuesta buena para la humanidad, no solamente para los cristianos. Nuestro cristianismo tiene otro elemento de ética, de humanidad, de espiritualidad para un mundo altamente materializado, tecnológicamente sofisticado. Francisco encarna ese contrapunto, esa dimensión. Su propuesta tiene futuro.