8.- Llegados ya a Madrid, ¿cuál fue tu primera impresión?
Ana: No estoy sola, hay muchos más jóvenes que creen en el Señor, asi que tengo que ser fuerte y seguir creyendo por ellos y por mí.
Fernando: El colapso de gente en todos lados.
María: La ilusión, el entusiasmo y el color de tantas banderas diferentes que llenaban las calles.
Dani: Además del calor agobiante. La sensación de estar formando parte de algo grande.
9.- ¿Qué se respiraba por las calles de Madrid?
Ana: Un ambiente único, ibas por la calle y veías muchísimas banderas de muchos países y saludabas a todo el mundo por la calle independientemente de que los conocieras o no; era algo increíble.
Fernando: Aires de fe, ganas de ver al Papa y, sobre todo, momentos inolvidables para todos.
María: Buen humor, alegría, aires de fe y esperanza de que un mundo sin fronteras puede ser posible.
Dani: Alegría, vida, juventud, fe, comunión…
10.- Se ha destacado el comportamiento civilizado de los jóvenes ¿cómo fue?
Ana: De respeto ante todo, de saber mantener las formas en algunos momentos algo complicados, como por ejemplo el encontronazo que hubo en Sol con los indignados, o el momento en cuatro vientos que empezó a llover con todas las ganas, todos seguíamos allí orando y respetando lo que allí se estaba celebrando, a pesar de la lluvia
Fernando: Fue un comportamiento ejemplar en el que se compartían momentos y sentimientos, siendo un ejemplo de testimonio cristiano y un camino a seguir para otros jóvenes.
María: En una palabra: ejemplar.
Dani: Para mí es muy positiva la imagen que los jóvenes hemos ofrecido, todos sabíamos porque estábamos en Madrid y cómo comportarnos para que la experiencia fuera los más rica para todos. Para alguien que haya visto la JMJ desde fuera quizás le cueste entender que tantos jóvenes no hayan dado casi problemas.
11.- ¿En qué actos concretos estuviste?
Ana: La misa de bienvenida de Rouco Varela, catequesis que tenían lugar por las mañanas, concierto en el palacio de los deportes, recibimiento del papa en la puerta de Alcalá, una oración que se celebraba por la tarde en una iglesia, vía crucis, la vigilia en cuatro vientos, la misa que se celebro el domingo en cuatro vientos.
Fernando: Vía Crucis, Vigilia y Misa de Clausura.
María: Vía Crucis, Vigilia y Misa de Clausura.
Dani: Yo solo estuve en Madrid el fin de semana, llegué el viernes por la tarde. Así que los actos a los que asistí fueron los presididos por el Papa: Vía Crucis, vigilia en Cuatro Vientos y la eucaristía del domingo.
12.- En la jornada de oración del sábado en Cuatro Vientos ¿qué sentiste?
Ana: Sentí la firmeza de la fe de los jóvenes que allí estábamos, el respeto que se mantuvo a pesar de las condiciones climatológicas, la alegría de estar allí todos juntos, y también asombro por la cantidad de miles de jóvenes que allí nos encontrábamos.
Fernando: Sentí la cercanía de Cristo vivo y presente entre los jóvenes y en mi corazón.
María: No hay palabras para describir los sentimientos que puede producir un momento así. Hay que estar allí para saber lo que es.
Dani: Me quedé sorprendido con la cantidad de gente que había. El momento de la tormenta lo viví con un poco de desilusión por no poder disfrutar plenamente de la vigilia, pero al final la lluvia hizo que ese momento fuera más intenso.
13.- La eucaristía del domingo puso el colofón a la JMJ, ¿Cuál fue tu impresión?
Ana: Que allí todos éramos iguales, que ansiamos lo mismo… ganas de Él. Que somos muchos los jóvenes que creemos en el Señor y que hay mucha gente que nos apoya.
Fernando: Vista desde lejos, pedía una continuidad de esos valores, no sólo hasta el final de la misma sino también en nuestros ambientes.
María: Un momento, por un lado, de tristeza (porque significaba que esto finalizaba), pero por otro lado de alegría, de fe y un momento para compartir en Comunidad.
Dani: Tengo que decir que durante la Eucaristía estaba muy cansado y hacía mucho calor. Sin embargo, también fue una celebración muy especial, y sobre todo viví un momento de verdadera comunión.
14.- Pasaste la noche en Cuatro Vientos, ¿qué nos puedes decir de esa experiencia?
Ana: Que ha sido única, un poco de frío por la lluvia, pero fue gracioso el momento… todo el mundo intentando taparse con lo que tuviera a mano (esterillas, sacos de dormir, chubasqueros…) pero que eso no quitó la ilusión que teníamos, hubo jóvenes que estuvimos bailando por la noche, cantando canciones acompañados de la guitarra…
Fernando: Además de la lluvia y el viento (que nos hacían ver la fuerza de lo Alto en la explanada –como nos dijo el Santo Padre-), fue un momento de alegría, oración y armonía entre todos los jóvenes allí presentes.
María: A pesar de los momentos de lluvia y viento que vivimos, fue un momento de bailes y cantos cristianos, de entusiasmo y felicidad.
Dani: Había un ambiente de fiesta y de agradecimiento, gente cantando, rezando en las capillas, descansando…
15.- Y tras esta jornada multitudinaria, ¿crees que se ha dado un paso para que más jóvenes quieran seguir a Jesús y participar en la Iglesia?
Ana: Un rotundo SI. Creo que esto nos ha dado fuerza, para que nos demos cuenta que no estamos solos, que hay muchos como nosotros, que no tenemos por qué avergonzarnos de decir SOY CRISTIAN@ Y CREO EN JESÚS.
Fernando: Sí, porque no somos ni uno ni dos los que estábamos allí, sino millones de personas y ahí queda patente la frase de Jesucristo “cuando dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy Yo”.
María: Sí, por supuesto.
Dani: No debemos poner en duda que estas jornadas suponen un paso importante para que los jóvenes descubran la alegría de compartir su fe en Jesús, pero ahora nos toca a todos seguir trabajando para que los jóvenes se sientan protagonistas en la Iglesia y puedan participar plenamente en ella.
16.- ¿Se te ocurre alguna manera concreta?
Ana: Formar grupos con los jóvenes que han acudido a estas jornadas de cada ciudad, para que la magia que se ha sentido y vivido en esos días no termine ahí… sino que continúe.
Fernando: En nuestros ambientes, a través de los grupos de oración que las Diócesis ya han pedido, así como otros momentos y convivencias con la gente.
María: Durante esos días en Madrid se oyeron sugerencias de formación de grupos de jóvenes y grupos de oración para la Diócesis de León, así como las ganas de realizar convivencias todos juntos. Ahora sólo hay que esperar y ver al final en qué quedan todas aquellas palabras y ganas de moverse para seguir a Jesús y participar con la Iglesia.
Dani: La dinámica de las reuniones que hemos tenido durante este curso los voluntarios me ha parecido muy enriquecedora. Todos teníamos algo que aportar, nadie se quedaba fuera. Esta es la clave en la que tenemos que seguir insistiendo. Propiciar momentos de encuentro para compartir la manera en la que cada uno vive la fe.
